Capítulo 2: “cuando las cosas no salen como te imaginas, la desesperación se te avecina”
En la Universidad Mitsuhashi, Departamento de literatura.
Miyagi pensaba en por qué se había “alejado” de su amado terrorista…
“era lunes, él tenía que ir a trabajar, en la mañana se levantó cuando el sol estaba escondido, no le gustaba cuando el sol estaba así, era deprimente, así con estas ideas se levantó de la cama para irse a bañar… cuando de repente sonó muy fuerte el teléfono del departamento… casi corrió a él, para que no despertara tan temprano a su terrorista. El cual hace unos meses estaba trabajando en una denuncia muy grave y estaba amaneciéndose casi todos los días; el pequeño terrorista había estudiado leyes para ser: abogado. Se rio, que irónico, su delincuente era un abogado ahora.
Cuando contesto, una voz masculina y llena de deseo y lujuria le dijo de forma provocativa:
-siga llevando así, de esa forma tan maravillosa el caso, siga desvelándose por el caso, y podremos repetir lo del otro día, mi sensual y caliente abogado… Takatsuki-el apellido de su niño fue susurrado con pasión.
Antes de poder siquiera contestar le colgó el misterioso interlocutor, como si diera por sentado que el que había escuchado el mensaje hubiera sido Shinobu.
Muy intrigado se fue a duchar no entendía quien le había llamado a su pareja… cuando en medio de la ducha su cabeza le encontró sentido a todo… la lujuria, pasión y deseo en la voz de aquel hombre, y en espacial las palabras… “siga desvelándose por el caso, y podremos repetir lo del otro día, mi sensual y caliente abogado… Takatsuki” ¡le estaba haciendo una propuesta de sexo! Todo cobro sentido en su cabeza… Se llenó de tristeza… ¿desde cuando su Shinobu le engañaba?, ¿o acaso él no le había querido decir que alguien lo acosaba de esa forma? O ¿Shinobu no le había querido decir que el ya no le quería?
Con esas ideas en la cabeza de empezó a secar en el baño y a colocar su traje en el baño…
Recordó la hora en que llamaron, y con pena comprobó que él nunca se encontraba en casa a esa hora… Solo le quedaba una cosa que comprobar.
Cuando salió del baño, se acercó a la cama y le dijo a Shinobu:
-Ne, Shinobu… Despierta, oí… -‘bueno, hora de comprobar mi última duda’… con lujuria fingida en su voz, le susurro en el oído a su amante:- Hey, mi sensual y caliente abogado…
Shinobu en su cama se removió y susurro:
-déjame descansar, maldito pervertido, no me dejaste descansar en toda la noche…- y siguió durmiendo.
El corazón se le partió en mil pedazos, aquello que le dijo ese maldito tipo por teléfono era verdad.
Recordó una noche, hace semanas atrás en que shinobu no llego, y miles de noches como esas, desde que entro a trabajar en aquel caso… según shinobu, esas noches él sé que do estudiando e investigando el caso… ‘si, claro investigando a su contratista, revolcándose con el’ pensó y miles de lágrimas inundaron sus negras orbes… ‘Ya lo perdí’
Antes de salir, el escucho unas palabras dichas con desesperación de su novio que le destrozaron más el corazón, si es que se podía…
-¡mierda! Ya llamo… por favor que no le haya contestado Miyagi… no estoy preparado para decirle nada.
‘Así que de verdad está con ese maldito que llamo… Y quiere terminar conmigo… Eso no lo podré soportar’ pensó con tristeza y rabia… desde ese día todos sus días eran grises.”
Sintió el pelinegro como la puerta resonó al ser cerrada con un portazo, miro hacia sabiendo antes de ver quien se trataba… Kamijou Hiroki.
-¿Tienes algo de tiempo?-le pregunta Miyagi a su compañero de trabajo…
-Sí, claro…
Luego del trabajo fueron a un bar cercano al trabajo, llegando pidió el pelinegro una copa de licor y el castaño una cerveza.
-bueno, ¿y de que quería hablar?
-del problema que tengo con Shinobu, mi pareja.
A pesar de no haber sospechado nunca que el pelinegro tuviera a un hombre como su pareja, se quedó en silencio esperando a que el pelinegro continuara, pero sin embrago este nunca empezó a hablar, se desesperó un poco, y lo miro, el castaño nunca espero ver lo que vio; el pelinegro tenía los ojos llorosos y su rostro tenía una expresión era de una angustia y tristeza gigantes… al parecer el problema era muy grave.
Hiroki pensó que nadie, o por lo menos nadie en la universidad lo había visto así, ese Miyagi serio y desesperado, siempre preocupado por su pareja, por su pequeño terrorista, casi nadie había visto a ese Miyagi adulto, porque él se preocupa que nadie se preocupe por él, porque no le gustaba ver a nadie preocupado por nada, él era un experto consejero, y como cualquier consejero; nunca seguía sus propios consejos, no tenía consejos para problemas como los suyos.
-he… ¿profesor Miyagi?-dijo no muy seguro de hablarle.
-no me digas profesor, estamos fuera del trabajo-le dijo Miyagi seriamente-bueno… ¿quiere que le cuente el problema, o solo mis dudas?
El castaño se sorprendió, el pelinegro era muy maduro, su voz tan seria y cargada de experiencia y tristeza le tomo desprevenido, rápidamente se recuperó y le dijo:
-desde el comienzo sería bueno, para saber de qué hablamos y poder ayudarle de forma correcta, Miyagi…
-solo Miyagi, Hiroki.
-bueno, Miyagi.
-bueno, hace más de una semana, creo que cumpliremos ya dos semanas… fue un lunes, el único lunes nublado de este mes, yo me levante más tarde que de costumbre, el sol no se veía, y me iba a ir a bañar, hace unos meses Shinobu había estado con un caso complicado, y lo tenía absorto, por eso no lo desperté, ya en camino hacia el baño sonó el teléfono de la casa, corriendo llegue hacia él, cuando iba a preguntar quién era, una voz ronca, de hombre necesitado sexualmente dijo esto: “siga llevando así, de esa forma tan maravillosa el caso, siga desvelándose por el caso, y podremos repetir lo del otro día, mi sensual y caliente abogado… Takatsuki”… Quede en shock en ese momento, como un sonámbulo cuando llegue hacia el baño, me golpearon las palabras con todas su fuerzas… sabes Hiroki, lo único que me llego a mi mente cuando estaba bañándome fue: “¿desde cuándo Shinobu me engañaba?, ¿o acaso no había querido decirme que alguien lo acosaba de esa forma? O ¿no me había querido decir que el ya no me quería?” eso fue lo que yo pensé…
Su compañero estaba impactado con lo que su compañero le estaba diciendo… quería gritarle que no hablara con esa frialdad en su voz, cuando varias veces en su relato su voz le amenazó con romperse… pero no porque le molestara que se hiciera fuerte, sino porque a él le dolía que se torturara diciendo que el parecer su novio le estaba engañando, incluso él se sintió con el estómago apretado al solo pensar que Nowaki le hiciera eso…
-…cuando salí de la ducha, me acerque a él con una idea que usted puede considerar fría, digno de un asesino, o de alguien que no tiene corazón… Me acerque a él y le dije en voz un poco alta: -“Ne, Shinobu, Despierta…” ni se movió, por lo que pensé: ‘bueno, hora de comprobar mi última duda’… Con lujuria fingida en mi voz, le susurre en el oído a Shinobu: -“Hey, mi sensual y caliente abogado…” tal y como lo dijo el tipo del teléfono… Mi Shinobu en su cama se removió y susurro: “-déjame descansar, maldito pervertido, no me dejaste descansar en toda la noche…- y siguió durmiendo.” ¿Imaginas lo que sentí en ese momento Hiroki?... ¿puedes siquiera pensar en cómo me sentí, Kamijou?...-pregunto el pelinegro con su garganta apretada.
-Miyagi… -susurro el aludido, con su voz cargada en tristeza, veía a aquel hombre que siempre admiro, frente a él, con su voz baja pero firme, pero a pesar de ello, sus ojos estaban brillantes y por sus mejillas dejaban surcos silencias lágrimas, demostrando así que el de verdad se sentía triste.
-me destrocé, Hiroki, mi corazón estaba lacerado, roto en mil pedazos, Shinobu me había engañado, el ser a quien más amo en este mundo me engaño, y yo no sabía que hacer… estaba… destrozado, roto… me había vestido antes de salir del baño, así que tome mi portafolios con la esperanza de al llegar tratar de aclarar la situación, esperando que mis ideas fueran erradas y que lo que escuche fuese una broma de algún compañero de él, pero todo mi mundo se destrozó en menos de un segundo, cuando al salir le escuche levantarse exaltado… cuando iba a cerrar la puesta del departamento le escuche decir, claramente: “-¡mierda! Ya llamo… por favor que no le haya contestado Miyagi… no estoy preparado para decirle nada.”…
-¡Miyagi!... no, el no pudo…-dijo el castaño, atónito por lo que escucho, eso era una prueba demasiado dolorosa, incluso para él.
-Nada, Hiroki, solo en ese momento todo me pareció tan irreal, no lo pude creer, pero es verdad y nada se le puede hacer, ¿no, Hiroki?
El aludido lo miro, sin decirle nada, esos ojos negros que alrededor de tantos años lo había visto tan alegres cuando le decía “My Honey” con tanta alegría… ahora estaban fríos y ocultando tanta tristeza…
-¿Qué piensas que debo hacer, Hiroki?... si él se va… yo moriré de tristeza, él es mi vida, después de sensei yo no quería volver a enamorar… pero él lo logro, y ahora destrozo mi corazón, ¿Qué hare?
Kamijou no sabía que decirle, toda la historia que le conto Miyagi le parecía irreal, el no conocía al chico, pero le parcia imposible que después de tanto que le dijo el pelinegro de su pareja, él le hiciera algo así.
-Miyagi-le dijo finalmente, sabía que podría sonar cruel e insensible, pero no sabía que otra cosa podría hacer su compañero-yo creo que debería hablar con él.
-pero… ¿y si me dice que ya no me ama?
-Tendrás que afrontarlo… sé que suena duro e insensible, pero somos adultos, y debemos afrontar lo que se nos venga por delante, Miyagi.
-si sé que esa es la única solución, soy un estúpido por atrasar tanto este momento, pero… tenía la esperanza de que Shinobu-chin se arrepintiera y se acercara de nuevo, y me dijera que me amaba, y que el destino es el que nos unió… suena estúpido, ¿no? Alguien de mi edad diciendo esto, como si fuera un adolescente.
-no tienes por qué no parecerlo, eres bastante llamativo aun, además; ¿Quién dijo que los adultos no nos podemos enamorar tan perdidamente de otra persona, sea adulto o joven?
-tienes razón, Hiroki… pero yo dudo de que me vuelva a enamorar.
Así pararon tomando el resto de día, Miyagi en su propio infierno… Mientras tanto el castaño pensaba y pensaba en su novio, con la historia de Miyagi le había entrado un poco de miedo, ya no se sentía tan seguro… y aunque le molestaba dudar de él o de su pareja… no pudo evitar decirse que le demostraría en cuantas ocasiones pudiera cuanto amaba al de orbes azules y sincera y deslumbrante sonrisa.
Miyagi en tanto se puso a tomar mucho, cada vez se sentía y más ebrio, empezó a pensar en el problema cada vez de manera más intensa y recordó unas conversaciones que tuvo con el peli miel, no recordaba de cuando eran, pero a juzgar porque no se veían muy viejas, pensó que no había pasado mucho tiempo, y aunque él aunque no se acordara claramente, pensó por lo que recordaba que tal vez el tuviera un poco de culpa de que Shinobu tenga un “amante”…
Cuantas consecuencias tiene el no decir “te amo”, “eres importante” o simplemente “eres mío”…