Si me preguntan si creo en el amor a primera vista, les contestaría que no. Y quizás hasta me burlaría de quien pregunto.
Qué fácil es para el ser humano decir algo sin antes haberlo experimentado. Como dice el viejo dicho muggle “nunca digas de esa agua no beberé”.
Y eso es justo lo que me pasó a mí. A Sirius Orion Black, cuando lo vi realmente, no como el sujeto de mis burlas y bromas, si no como Severus Snape. Y solo una mirada basto para darme cuenta de ello.
Flash Back
Una sonora carcajada se escuchaba desde uno de los pasillos de Hogwarts.
-jajajaja ¿cómo puede ser que siempre caigas en la misma, snivellus? – se decía un sirius de los más divertido.-
- T…tu estúpido black – decía severus totalmente empapado.-
-Ya deja tus rabietas, ni que fuera para tanto- decía sirius mientras se agarraba el estómago de tanto reír.-
-¿Que no es para tanto? ¿Cuándo aprenderás maldito pulgoso? Ya casi nos graduamos de Hogwarts y tú sigues comportándote como un imbécil.- decía severus mientras recogía sus libros del suelo.-
La sonrisa de sirius se quedó estática por lo dicho por severus. No se había puesto a pensar que solo les faltaban unos escasos 4 meses para que se graduaran. Solo cuatro meses…
-¿y? Pretendo usar muy bien esos meses que quedan para hacer un sin fin de bromas, y ¿sabes quién es el afortunado a quien se las realizare? –decía sirius.
Fue ese el preciso momento en el que ocurrió aquello que cambio mi paradigma acerca de él. Severus que estaba recogiendo sus cosas alzo la vista y me miro directamente a los ojos y lo que vi no fue ni enojo ni resentimiento por todo lo que había hecho y lo que acababa de hacer. Simplemente me veía, con sus ojos negros, tan trasparentes. Los cuales me penetraron hasta el alma y me hicieron dar cuenta de lo que perdería por todas mis estupideces.
-Se…-quise decir, pero él hablo primero.
-Me das pena, Black. –lo dijo aun mirándome directo a los ojos.- Lo tienes todo pero a la vez no tienes nada. Puedes pasarte lo último que nos queda del curso molestándome, haciéndome bromas o lo que gustes. Mi único consuelo es saber que a lo menos yo, vivo para algo más que hacer “bromas”.- Y con esas palabras termino de agarrar sus libros y se fue, dejándome como un idiota a mitad del pasillo con los ojos fijos viendo cómo se alejaba.
Fin del Flash Back
Y aquí me encuentro, sentado en mi cama después de dos semanas de lo ocurrido. Las palabras dichas por Snape resonaban en mi cabeza. James y Remus se habían preocupado por mí, en cuanto les dije que no quería comer hace dos semanas ni mucho menos hacer una broma. Trataron de hacerme cambiar de idea pero simplemente les fue en vano todo lo que me dijeran ya que en mi cabeza solo existía un nombre.
Solo 4 meses en Hogwarts nos restaban y yo me encontraba aturdido y sin saber que hacer acerca de lo que descubrí. Y eso era que, ¡YO!, Sirius Orion Black, heredero de la fortuna black, estaba enamorado de nada más y menos que Severus Snape, mi rival. Aquel por el que he gastado horas en desvelos para idear un plan para mortificarlo. Esa persona con su lengua mortal, aquel que no titubea en lanzarme un hechizo para callarme o devolvérmela por una broma que le hice. Ese que me miro con unos ojos tan negros como la noche, pero a la vez transparentes, que pudieron ver a través de mí.
Quería darme contra la pared. ¿Cómo es que nunca me di cuenta? Claro, porque siempre lo vi como un menos, solo lo veía como aquel blanco de broma. Y ahora que por fin lo notaba, ya era demasiado tarde. Todo lo hecho, lo dicho, había sido suficiente para herirnos más allá de la reconciliación.
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Habían pasado cuatro semanas desde el incidente y, cada día, sirius se sentía más inquieto. No le quedaba mucho tiempo y darse cuenta de la realidad de sus sentimientos solo echaba sal a la herida que por sus acciones se había hecho él mismo.
En ese momento una idea se le vino a la mente
-quizás, esta es mi última oportunidad. -dijo- Lo daré todo o nada. Y si en el destino estaba escrito que no fuera perdonado, lo aceptaría y viviría con las consecuencias de todas sus acciones.
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Severus se encontraba leyendo, sentado a un lado del lago, cuando sintió algo a su lado derecho. Suspiro y volteo a ver que era aquello que lo había interrumpido. Y ahí estaba, una carta hechizada, flotando como un pajarito a la espera de posarse en una rama.
Severus la agarro intrigado, la abrió con sumo cuidado, temiendo que fuera una de las bromas de los merodeadores. Si bien, habían dejado de hacerle bromas pero tener cuidado nunca estaba de más.
Grande fue su sorpresa cuando la abrió y miro su contenido:
Mi Severus:
Cuando has mantenido amor oculto en tu corazón por tanto tiempo, estaremos asustados tanto de alimentarlo como de dejarlo ir.
El corazón es fácil de lastimar por eso vivir es sumamente difícil. Amar es una palabra muy compleja para mí. Pero si amar significa sentir que mi mundo no tiene sentido si no estás en el, entonces estoy enamorado. Porque con tus palabras me he dado cuenta que cuando ya no pueda verte más, será como si mi mundo se hubiera ido.
Fui, soy y quizás seré un idiota toda mi vida, pero de algo estoy seguro y es que quiero ser tu idiota. Decir “perdón” se escucha muy fácil, y quizás pienses que es una broma o tontería de mi parte. Pero de algo estoy seguro y es que te amo.
Te preguntaras como es que te amo e hice toda tu estancia en Hogwarts un infierno, estar molesto y no creerme es válido. Porque es la misma pregunta que yo me hago. ¿Cómo hasta ahora me doy cuenta de mis sentimientos? ¿Por qué él? … La respuesta no la tengo, no lo sé. Las personas somos indecisas, no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
Suena egoísta decir esto pero…. Dame una oportunidad de demostrarte cuanto te amo. Mi vida será tuya, mi amor, único para ti. Porque si de algo estoy seguro en esta vida es de que Sirius Orion Black pertenece a Severus Snape.
Te amo, tu Sirius…
El viento soplaba con fuerza, mientras las nubes pasaban. Sentado junto al lago, un severus contemplaba las nubes tranquilamente, y, en sus manos una carta se encontraba.
-Eres un idiota.-
Fue lo que se escuchó, mientras una sonrisa acompañada con lágrimas se dibujaba en la cara de Severus.
Quizás los errores del pasado siempre te seguirán, pero está en ti aprender a vivir y sobrellevarlos, porque nunca nadie dijo que la vida y el amor fueran fáciles…
Fin.