Solo aclaró que en el lugar donde jugaron había duchas, por lo que Yamamoto se baño antes de la cita, y el partido fue en la mañana.
~.~.~.~.~.~.~.~.~.
Después del partido, tal y como Tsuna lo había prometido se encontró con Yamamoto.
Yamamoto: estas listo, ¿te parece si vamos a comer algo y de ahí al parque de diversiones?
Tsuna: n-no hay-y pro-problema-.
El pequeño castaño estaba muerto de nervios, no sabía qué hacer era su primera cita.
Yamamoto: Bien, en ese caso conozco un muy buen restaurante por aquí cerca, que te va a encantar. Sabes te veías muy lindo vestido de porrista.
Tsuna quedó de piedra al oír ese comentario.
Tsuna: N-no se de-de que ha-hablas.
Yamamoto: A lo mejor tienes razón y me confundí, pero sabes el rojo y negro te favorecen, y con el traje de las porristas te verías magnífico.
Tal como Yamamoto le había dicho, le llevo a un restaurante cercano, Tsuna se sentía muy nervioso, y no sabia que hacer, el silencio era levemente incomodo.
Yamamoto: Tsuna, desde que te vi, he pensado que eres alguien maravilloso.
Tsuna: y-yo tam-también cre-creo que eres ma-maravilloso, eres mu-muy amable, y si-siempre sonríes. Me-me gus-gusta tu sonrisa.
Yamamoto: ahora que sé que te gusta, sonreiré más seguido.
Después de eso ninguno dijo nada más, sin embargo ambos tenían motivos diferentes. Al terminar de comer se dirigieron al parque de diversiones.
Yamamoto: ¿En cuál quiere subir primero?
Tsuna: hace mu-mucho que n-no ve-vengo, no se.
Yamamoto: entonces qué tal..., la montaña rusa, es uno de mis favoritos.
Después de la montaña, fueron a la casa del terror, en ese momento Yamamoto aprovechó para abrazar a Tsuna, que se encontraba muy asustado.
La tarde pasó rápidamente, pero antes d marcharse decidieron subir a la rueda de la fortuna.
Yamamoto: Tsuna, hoy a sido el mejor día de mi vida, me he divertido mucho a tu lado.
Tsuna: yyo ta-también lo pase muy bien.
Después de esa pequeña conversación decidieron ir al restaurante de la familia de Yamamoto.
Yamamoto: viejo ya llegue, traje a alguien conmigo.
P.Yamamoto: es lindo, ¿es tu novio?
Yamamoto: no-esto puso un poco triste a Tsuna-aún no, pero en muy poco tiempo será sólo mío, ya estoy trabajando en eso.
P. Yamamoto: solo te recuerdo una cosa Takeshi, yo crié a un caballero, si te atreves a lastimarlo olvídate que soy tu padre, te mataré.
Yamamoto: no debes preocuparte por eso, si algo llegase a pasar yo mismo me mataría.
Tsuna: n-no digas eso.
Tsuna acababa de descubrir un nuevo tono de rojo después de oír semejante conversación. Y a cada segundo su rostro iba enrojeciendo más y más.
La merienda en el restaurante de sushi pasó sin mayores contratiempos. Al finalizar de comer Yamamoto acompañó a Tsuna hasta el edificio en donde vivía.
Yamamoto: Tsuna, sé que esto tal vez te suene repentino, pero en verdad me gustas creo que eres muy lindo, y quisiera que me dieras una oportunidad de ganarme tu corazón.
Tsuna: en-en verdad m-me agradas Yamamoto, pero nunca he tenido novio antes y me da miedo salir lastimado.
Yamamoto: ya oíste lo que le dije a mi padre, yo nunca jugaría contigo, no te pido que seas mi novio ahora, pero sí que me des una oportunidad de ganarme tu amor.
Tsuna: y-yo lo pensare.
Yamamoto: lo tomaré como un sí. Ya veras haré que te enamores de mí, y después me aseguraré que seas muy feliz. Sé que no podría darte todo lo que te mereces, sin embargo me esforzaré para que nunca te falte nada.
Tsuna: Yamamoto...
Yamamoto: Takeshi.
Tsuna: ¿qué?
Yamamoto: llámame por mi nombre, eso me haría muy feliz. -se acerca y le da un beso en la mejilla-. Hasta mañana que descanses.
Y sin decir más Yamamoto se fue a su casa. Pero ninguno se dio cuenta del demonio rubio que los había estado espiando. Ya mañana se darían cuenta que él no estar alertas puede tener graves consecuencias.
~.~.~.~.~.~.~.~.