Después de haberles soltado a todos los presentes quienes eran sus padres, Draco se encontraba muy satisfecho. A ninguno de los dos les había dado un infarto por lo que supuso que era seguro soltarles más verdades.
-Soy el primogénito de la familia Malfoy.- sonrisa.- y soy el mayor de tres hermanos. Mis dos hermanos pequeños van en segundo año de Hogwarts y son de la misma casa que mi papá (para infarto de Lucius).
Los del futuro tenían una sonrisa de oreja a oreja y esta se amplió más a causa de un grito que venía de la mesa de los Gryffindor.
-¿CÓMO QUE TE CASASTE CON MALFOY, LUNÁTICO? ¿CUANDO? ¿CÓMO? ¿DÓNDE?.- decía un exaltado pelinegro sentado a un lado de Remus.
El susodicho no sabía ni que decir, estaba muy impresionado por lo que acababa de decir Draco.- Me caso con Malfoy.- lo decía Remus sin creérselo aun.
-¡cálmate, Sirius!.- decía una pelirroja de ojos verde esmeralda.- Lupin aún no se casa con Malfoy ni con nadie.
-ME ESTAS PIDIENDO QUE ME CALME, EVANS? UNO DE MIS MEJORES AMIGOS SE CASO CON UNA SERPIENTE.- sirius lo decía despectivamente.
-Pues yo que él, mejor no hablaba, ¿verdad?.- susurraba la chica pelirroja con ojos grises a sus amigos. Obteniendo el asentimiento de todos y muchas sonrisas.
- Y LO PEOR DE TODO, PARECE SER QUE NO LE IMPORTA, MÍRALO.- señalo Sirius a Remus, y los leones lo voltearon a ver.- ESTA TODO SONROJADO Y EMANA ALEGRÍA POR TODOS SUS MALDITOS POROS. ¡JAMES DILE ALGO!
James Potter, un chico de cabello negro, con lentes que cubrían sus ojos color café claro, se encontraba convertido en piedra (literal).
-¿Cornamenta? ¿James? ¿Hermano estas bien?.- decía sirius pasándole una mano en frente de su cara sin percatarse de ningún movimiento por parte de James.
-No creo que vaya a decir algo.- sonreía Lily.- creo que el shock de saber que Remus se va a casar en un futuro con Malfoy lo dejo frio.
En la mesa de los Slytherin pareciera que estuvieran todos congelados mirando a cierto rubio platinado que se encontraba aun con la boca abierta.
-Lucius, ¿estás bien?.- decía un chico de ojos negros con cabello color azabache.
-Malfoy, reacciona.- un chico de ojos grises y cabello negro también lo llamaba.
-Creo que lo hemos perdido.- decía un chico alto de cabello rojo intenso.
-Bueno no es de asombrarse.- decía una chica rubia con una sonrisa sincera en los labios.- se enteró de que él y Lupin se casaran en un futuro y tendrán no solo uno, sino tres hijos. Es para volverse loco. Supongo que nuestro compromiso está roto, Lucius.
Los amigos de Lucius empezaron a reír a lo bajo.
-No es gracioso Narcissa, mejor guarda silencio.- decía Lucius a sus amigos, este acababa de salir del letargo en el que se encontraba.- Y no voy a permitir que ninguno de ustedes se siga burlando de mí.- al decir eso, regreso a ver a la mesa de los Gryffindor, siendo recibido por un par de ojos color miel.
-Los Malfoy somos todos unos caballeros y siempre nos hacemos responsables de nuestros actos.- Lucius se paró y camino a la mesa de los Gryffindor, dejando a sus amigos asombrados por su arranque.
-¿De qué habla?.- pregunto Narcissa.
-Ni idea.- decía el chico de cabellos azabache.
-Creo que se volvió loco de la impresión, Severus.- decía el chico de ojos grises.
-Sin duda alguna, Regulus.- decía Severus.
Remus al ver que Malfoy se acercaba se puso muy nervioso y bajo la mirada. No sabía lo que el rubio le iba a decir. Quizás venía a decirle que todo esto era un error y que nunca se iba a casar con un mestizo como él.
-Lupin.- llamo Lucius.- Lupin.- volvió a llamar pero Remus no se atrevía a alzar la vista. Esto era vergonzoso y no iba a permitirle verlo llorar. Porque a pesar de todo lo dicho por ambas casas y sobre todo por sus amigos, él había estado enamorado de Lucius desde cuarto año.
Todos estaban presenciando la escena, unos se encontraban nerviosos, otros enfadados, unos estaban llorando y otros sonreían.
-¡REMUS!.- Lucius alzo la voz y Remus al escuchar su nombre salir de la boca del rubio platinado, inmediatamente alzo la vista asombrado.
-Bien.- Lucius dio una gran bocanada de aire y se dispuso a hablar.- Sé que esto es raro y absolutamente bizarro. Yo soy un sangre pura y tu un mestizo. Y ni en mi más extraño sueño hubiera pensado en casarme con un mestizo.-al decir esto Remus rodo los ojos, era de suponerse que Malfoy diría eso.- Pero, por lo que dice ese joven llamado Draco, nuestro hijo.-aun no podía creer que estuviera diciendo esto, pensaba Lucius.- Me encuentro en un feliz matrimonio contigo. No sé en qué momento surgirán estos sentimientos de amor pero si de algo estoy seguro es que eres la persona más hermosa que he visto en mi vida y que solo tú eres lo suficiente maravilloso para estar al lado de mi increíble persona.
-Quiero vomitar.- decía Sirius, ganándose una mirada de advertencia por parte de Remus.
-Malfoy, yo….- decía Remus.- ¿estás seguro de esto?
-Un Malfoy siempre está seguro de todo.- decía con arrogancia.- Por lo que sin más que decir, vengo a decirte que desde este momento eres mi novio y no permitiré que me engañes ni qu…
Remus se le lanzo encima a Lucius cortando lo que iba a decir este, y lo beso, delante de todos. Ganándose los aplausos y vitoreo de algunos, y llanto de otros.
-WOOO tu papá sí que es lanzado Draquito.- decía Blay con una sonrisa.
Draco solo sonreía, porque sabía que a pesar de todo lo que había dicho su padre, él amaba a su papá más que a nada en el mundo. Y ese amor había nació desde su cuarto año en Hogwarts, cuando lo vio dormido junto al lago con un libro en mano. Pero eso era algo que solo ellos conocían y tenían derecho a saber.
-Me pregunto cuando se enterara el señor Malfoy que quien mandara en su casa será el profesor Lupin.- decía sonriendo el chico moreno.
Eso era lo mejor de todo. Ya que la persona que mandaba en la casa era su papá Remus, pero eso, era algo que ellos tendrían que averiguar con el tiempo.
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Después de unos emotivos minutos (lleno de besos y un Sirius vomitando), Lucius Malfoy se encontraba sentado en la mesa de los Gryffindor con Remus Lupin a su lado.
Dumbledore sonreía, quizás este era el paso que se necesitaba para que las casas vuelvan a ser armoniosas entre ellas.-Bien, ¿Quién es el siguiente?.- pregunto el director.
Debería esconder aunque sea un poco lo divertido que se la está pasando, pensaban los chicos del futuro a la vez.
El gigante del grupo pasó al frente. Algunas chicas y chicos de las cuatro casas no pudieron ocultar su interés en él. Suspiraron al verlo, ya que era muy guapo. Tenía el cabello largo de color rojo fuego el cual mantenía recogido en una coleta, sus ojos eran de un verde esmeralda, sus facciones no eran muy bien apreciadas, ya que toda su cara se encontraba manchada de negro. Pero lo que más resaltaba en él no era su estatura, si no su cuerpo. Era un adonis, se notaba que hacia ejercicio. Si, era todo un sex simbol.
-Tiene a todos enamorados.- decía un divertido y sexy moreno.
-Pues a mis hermanos esto no les gustara nada, Blaise.- decía Ron.
-Lo bueno es que no están aquí.- sonreía un chico bajito de ojos aceitunados.
-Totalmente de acuerdo contigo, Neville.- sonreía el ojiverde.
Todo el Gran Comedor se encontraba a la espera de esta nueva revelación.
-Hola a todos, es un placer estar aquí.- algunos de los presentes suspiraron enamorados, aparte de guapo era muy educado.- Me llamo Rabastan Lestrange II.
La casa Slytherin volvía a estar en shock total, otra de las serpientes más cotizadas de la casa se iba a casar. Y de nuevo la interrogante fue ¿Quién sería la o el afortunado?
Algunas chicas y chicos se estaban mordiendo las uñas por los nervios, deseaban ser ellos quienes se casaran con Rabastan, y ser el papá o mamá de Rabastan ll.
-Mi casa es Ravenclaw.- decía este con una sonrisa.
-¿QUEEEEEE?.- se escuchó la voz de Rabastan.- Ningún hijo mío será un Ravenclaw, he dicho.- decía enfurruñado Rabastan.
-Hermano, no creo que sea eso por lo que te debas alterar.- comentaba un joven de ojos verdes oscuros, parecido a Rabastan, con la única diferencia en el tono de su cabello, el cual era de un rojo oscuro.
-Pero, ¿que no has oído de que casa es mi hijo? Rodolphus.
-Mi tío tiene razón, padre. Aparte mamá está muy feliz de que pertenezca a Ravenclaw.
-¿Mamá?.- pregunto Rabastan.
-O si, perdónenme todos, se me olvido decirles el nombre de mis padres.- sonrió.- Como ya todos saben, mi padre es Rabastan Lestrange y mi madre es la persona más hermosa del mundo, inteligente y amable. Su nombre es Lily Evans y es una estupenda Gryffindor.
Todos quedaron nuevamente en silencio, bueno, no todos.
-¿TU TAMBIÉN?.- se escuchaba el grito de Sirius por todos los pasillos de Hogwarts.
Continuara...