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-Casado con el mismo hombre- por Monnyca16

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Notas del capitulo:

Tuve muchos problemas con la pc y tareas finales. Igual no tengo perdón.

Este cap es muy importante. Habla de las fotografías y de lo significativas que pueden llegar a ser.

En este cap pasa algo que nadie se espera, que quizá sientan que debí cambiarlo, que no era lo indicado, pero he querido hacer esto. Puse una conversación entre Oliver y Nicolás que en verdad es muy importante.

Personas piensan que ya volví a Nicolás como una mujer y no es así. Este cap explica un poco sus deseos para el futuro. Nico se tiene que enfrentar a muchas cosas y aquí vamos a ver que sus lágrimas son inevitables.  El apoyo de pareja es importante y los deseos que tengamos también.

Que Nicolás se embarace no significa que sea feliz todo el tiempo. él es un adolescente y tiene deseos propios.

Quizá puedan ver este cap muy ficticio, pero son situaciones que realmente pasan, que le pueden pasar a cualquiera.

 

Capítulo 26


“Fotografía con vida”


 


La noticia para Noah había sido muy escandalosa. Estaba embarazado y Frank no se miraba muy feliz a pesar de haberlo felicitado. Oliver era el más dichoso de los tres y para el pelirrojo era muy hermoso verlo contento y emocionado. Nicolás también estaba feliz, pero también estaba temeroso.


Sus mellizos ni siquiera habían cumplido un año y ya estaba esperando bebé nuevamente. Además seguía siendo un adolescente, sin contar los riesgos que podían existir por supuesto. ¿Qué demonios haría con 3 hijos a sus futuros 18 años?


—¿Estás listo para hacerte la ecografía? —Frank sonaba un poco preocupado. Nicolás suponía que era malo volverse a embarazar en tan poco tiempo después de haber tenido a Domi y Berit. Si las mujeres tenían riesgos en el embarazo había más probabilidad de que Nico tuviera problemas. 


Sin dudarlo, Nico asintió y se levantó de la silla para salir cuanto antes del consultorio. Oliver sujetó su mano para apretársela, besándole la frente a la vez. —Muchas gracias por esto, bebé —murmuró cerca de su oído, depositando un beso en su mejilla —. Te amo.


Nico sonrió, llevando una de sus manos a su vientre para acariciarlo por sobre la ropa. No podía creer que a pesar de todo estaba embarazado. Quería saber qué sería, si niño o niña, si sería como él o como Oliver. De pronto una alegría enorme le calentó el pecho, acelerándole aún más el corazón. Estaba demasiado feliz y quería brincar mucho, pero mucha gente lo veía y no evitó ponerse rojo como tomate.


—Recuéstate y ponte cómodo —Frank guió a Nico hasta el lugar indicado y cerró la puerta tras de sí. Nico obedeció, descubriéndose la barriga y desabrochándose un poco el pantalón para que Frank tuviera más acceso. Oliver se sentó junto a Nico, viendo el proceso. Se sentía muy bien recordar viejos tiempos.  


Fueron pocos segundos los que Frank utilizó para verterle el gel a Nico y comenzar a pasear el aparato por su vientre plano. Nicolás era excesivamente delgado, pero aun así podía notarse algunas estrías y piel suave de su antiguo embarazo.


Luego de pasar varias veces el aparato por toda el área húmeda y de hacer algunas anotaciones en la computadora, Frank arrugó la frente, alarmando a Oliver. Éste podía ver el rostro preocupado del ginecólogo y le alarmaba verlo de esa forma; lo menos que quería Oliver era que algo anduviera mal con Nicolás y con el embarazo.


—Se puede visualizar  un saco y…—movió gentilmente su mano para tener una mejor toma —, dos embriones. 


—¿Dos embriones? —Vociferó el chiquillo, abriendo mucho la boca y los orbes —. ¿Son esos dos puntos que se ven ahí?—Apuntó la pantalla grande y se levantó de su lugar, logrando que Frank apartara el aparato de su barriga.


Oliver se quedó estático. Frank vio con el rabillo del ojo al pelirrojo para volverse y verlo directamente cara a cara.


—El riesgo es ese, Nicolás. Este embarazo es múltiple igual que el anterior  —dijo Frank. Nico cerró la boca de golpe, negándose. No tenía nada en contra de los bebés, pero ya tenía dos y si llegaba a tener otros dos serían  entonces cuatro hijos. Tenían un esposo que lo apoyaba, buen nivel económico y una casa para ofrecerles, pero el número de hijos era significativo para su edad y más que nada para su salud. No había sido fácil amamantar a sus mellizos ni tampoco el desvelarse. ¿Cómo demonios le haría para cuidar a cuatro? Eso era una locura.


—¿Entonces este embarazo es de alto riesgo? —Oliver inquirió, acariciándole la espalda a Nico y tratando de acostarlo para que Frank siguiera monitoreando.


—Un poco, sí, es necesario que Nicolás tome suplementos y progesterona —comentó, volviendo a poner el aparato sobre la barriga de Nicolás y moviéndolo —. Tendrán prohibido tener relaciones sexuales para no causar ninguna infección y Nicolás deberá guardar mucho reposo —prosiguió, viendo la pantalla que arrojaba los datos—. Veo que están creciendo muy bien, ambos miden 2 centímetros a sus 8.4  semanas. —Sonrió, preparando las bocinas para que los corazones comenzaran a escucharse, primero poniendo los latidos de uno y luego los del otro —. Sus latidos se escuchan bien y están en el peso y tamaño promedio.


—¿De verdad? —Los azules ojos de Noah brillaron, sonrientes.


—Sí —Frank también sonrió. Para él era sorprendente ver un segundo embarazo múltiple saludable. Nicolás siempre lo impresionaba con su evolución —.Todo da a indicar que son gemelos idénticos gracias a que comparten la misma bolsa, sólo faltaría saber el sexo. Aunque debemos esperar unas semanas más para estar completamente seguros. Nicolás cuenta con  8.4 semanas de embarazo y sus estudios muestran buenos niveles hormonales. Su matriz ha estado recuperándose del pasado embarazo, pero con el suplemento y la progesterona estaremos más seguros de su resistencia —dicho eso, apartó el aparato y sacó las fotografías de la ecografía.


Oliver le limpió al pequeño el gel con un poco de papel y lo ayudó a levantarse.


—¿Y es normal que no tenga ningún síntoma? —Nico preguntó, sintiendo que Oliver lo abrazaba por la espalda y que sus grandes manos hurgaban en su vientre. 


—Sí, todos los embarazos son diferentes, no hay de qué preocuparse, pero no te confíes, a lo mejor los síntomas vienen en las próximas semanas. Recuerda que hace meses tuviste cesárea y la herida puede doler cuando la barriga comience a crecer. Si no te llegan entonces tendrás mucha suerte —rió, entregándole las fotitos y la receta médica —. Procura no cargar a los mellizos en tu estado, también procura ya no darles pecho por más que te pidan.


—De hecho ya no les estoy dando.


Frank asintió.


—Cuídate mucho, Nicolás. Y no te asustes, por lo visto todo está bien, de igual modo no te confíes y ven cada semana si es necesario.


Oliver se separó un poco y abrió la puerta, dejando a Noah salir primero. Antes de retirarse también, le extendió la mano a Frank, agradecido.


 


*


Durante el camino para salir del hospital, Nico lloró en silencio como un tonto. Lloraba de felicidad y de mortificación al mismo tiempo. Oliver lo observaba de vez en cuando, dándole su espacio. Ambos sabían que una noticia así era muy escandalosa. Oliver podía esperar un bebé, pero dos era como si reviviera el embarazo pasado. Para Nicolás no era fácil hacerse a la idea de pasar por un cuidadoso estado prenatal como antes.


Luego de subir a la camioneta, Oliver, desde su asiento se movió para besar al pequeño. Nico sonrió como loco, capturando los labios de Oliver con los suyos, y aparándose con las manos  las lágrimas que todavía seguían cayendo.  —¿Crees que estamos yendo demasiado rápido con eso de tener familia? —Nico se separó un poco para preguntar.


Oliver lo observó detenidamente, contestando:


—Yo no lo creo así, ¿tú cómo lo ves?


—Ni siquiera tengo 18 años, tengo dos mellizos y estoy esperando otros dos bebés. Ningún embarazo fue planeado y además Domi y Jordy todavía están pequeños. Tengo mucho miedo. Si sigo embarazándome así no podré acabar con el cuerpo de mujer que tengo. No me desagrado, pero me gustaría ser el Nicolás de antes. Tú sabes bien que juego y me visto femenino para aprovechar que tengo senos y buenas curvas, y que amo los tacones y esas cosas, pero lo que va más conmigo es la representación masculina. Quiero que los bebés comiencen a ver que tienen a dos padres hombres y no a un padre que cambia de aspecto simultáneamente —murmuró, respirando entrecortado, inflando y desinflando su pecho.


—También estoy de acuerdo con eso. —Oliver lo besó de nuevo, acariciando su nariz con la de él —. Después de que nazcan los bebés que vienen en camino puedes comenzar a tratarte para que tus senos desaparezcan.


—Deseo darles pecho unos tres meses, si no me medican por supuesto, y ya luego comenzar a tratarme. ¿O si se da la oportunidad de estar sano para otro embarazo…quieres que vuelva a quedar? —Oliver se quedó pensando un poco —. Si en este embarazo todo sale mal y los perdemos yo desearía volver a quedar.


—Tenemos a Kellen y a Berit, no te preocupes por eso. Todo va a salir bien, ya lo verás.


—Oliver…sólo quiero que me digas si cuatro hijos son suficientes para ti.


Los grisáceos ojos de Oliver reflejaban confianza.


—No se trata de eso, se trata de si estás bien o no. Tenemos a Kellen y a Berit esperándonos en casa, incluso tú y ellos dos son suficientes para mí. Si los que vienen en camino se logran bien entonces tendremos cuatro y mientras estés bien, todo lo demás también lo está. ¿Por qué? ¿Tú cuántos hijos deseas tener?


Nico prosiguió apartándose las lágrimas que se le escapaban sin permiso, sintiendo que todo su cuerpo temblaba descontroladamente. Luego de tomar una bocanada de aire le contestó:


—De hecho estaba pensando en sólo cuatro, por eso te preguntaba si esa misma cantidad es lo que tú también esperas de mí.


—Yo sólo espero que estés bien —repitió, besándolo justo en el pómulo derecho.


Nicolás cerró los ojos, logrando que varias lágrimas más cayeran y terminaran por llegar hasta sus labios. —Mierda,…te amo demasiado —se rió, abriendo un poco los ojos y acariciando con sus dedos la barbilla de su esposo.


 


***


Fue de ese modo que pasaron varios días, en los cuales Kelle consiguió la ropa indicada para vestir a Nico de colegiala. Tomás también estaba presente al igual que Oliver. Ambos estaban esperando a que Nicolás apareciera en la sala mientras Domi y Jordy dormían.


—¡Ay no! Me veo como una prostituta —soltó Nico, dirigiéndose a la sala con una sábana puesta para que nadie pudiera verlo.


—Ya, pasiva… es como si fueras a una fiesta de disfraces —protestó Kelle, siguiendo al chiquillo.


—Nunca iría a una enseñando totalmente las piernas —contraatacó él,  haciendo un mohín.


—Ni se te ve nada, además tienes que guardar recuerdos para cuando comiences  a dejar tu aspecto femenino por el de antes.


—Sí, Nico —opinó Tomás—, dijiste que dejarías los tacones, los sostenes y la ropa de mujer próximamente. Al menos tienes que tener fotos que te recuerden lo bien que te veías totalmente femenino. ¿Verdad, Oliver?


Con la vista fija en las propuestas de la junta de la semana pasada, el pelinegro respondió:


—A mí no me metan en esto.


—Ándale, Wolff…Sé que quieres verlo en pocas prendas así como todos nosotros, sólo dile que se quite la sábana y que nos deje tomarle fotos de recuerdo.


—Si él no quiere no lo voy a obligar —prosiguió, revisando los documentos semanales de la empresa.


Nico bufó, sabía que Oliver se moría por verlo y se le hacía de mal gusto que en esta ocasión le pusiera más atención a su trabajo. —¿Entonces no me quieres ver? —Cuestionó, dirigiéndose hasta su marido hasta parársele al frente. Oliver levantó la vista, encontrándose con un bonito pelirrojo con rostro angelical —. ¿Ni un poquito?


—Yo sé que quieres, Wolff… uff si Nico anda con todo —canturreó la mujer, zangoloteando a Tomás y viendo que el pelirrojo se descubría muy lentamente.  En eso, la sabana cayó en los pies de Nico, dejándolo su atuendo de colegiala a la visión de los presentes. Nicolás llevaba un bonito Jumper ajustado rojo de cuadros y bastante corto, una corbata negra y unas medias bucaneras blancas con unos moños negros decorándolas en la parte superior. Todo su atuendo iba combinado con unos bonitos y altos tacones negros.


Inmediatamente Tomás fotografió, tomando todos los ángulos que pudo. Kelle por su parte se detuvo a pensar en que sería estupendo una sesión de fotos ahí mismo. Oliver en esos momentos acababa de llegar del trabajo y llevaba su corbata puesta, lo que significaba que…


—Haré una sesión de fotos y el tema será: “La candente alumna castigada por el maestro de matemáticas” ¿o qué materia quieres impartir, Wolff? ¿Quizá Literatura?


—Me gustan las matemáticas —Oliver compuso, poniéndose cómodo en el sillón, diciendo de ese modo que estaba de acuerdo con la sesión.  Nicolás le dio un puñetazo en el hombro, terminando por sentarse en sus piernas para sentirse un poco más cómodo. El jumper estaba demasiado corto, cualquier movimiento le descubriera las nalgas y no quería. 


—Oh, estás perfecto ahí, pero sitúate de lado y mostrando tus bonitos y pálido muslos —ordenó Kelle, sonriendo en grande y moviendo a Nico  para que las posiciones se vieran altamente profesionales —. ¿Sabías que tomé un curso de fotografía? —Le preguntó a Nico, acomodándolo en las mejores posiciones, y por supuesto arriba de su esposo.


—Vas a muchos cursos…—Nico y Tomás dijeron al mismo tiempo, en unísono.


Kelle se rió.


—Ahora… se vería bien que le agarraras un muslo, Wolff —apresuró a pedir, tomando la mano de Oliver y llevándola hasta la pierna descubierta de Nico —. Si se te antoja apretársela pues quedaría mucho mejor en la foto, digo.


Nico se escondió en el pecho de Oliver, avergonzado. Anteriormente había pasado por una sesión de fotos y eso había sido en Francia, pero esta vez su vestimenta era demasiado sexy, y no quería que vieran cuando Oliver lo tocaba. Pero a la vez se sentía muy afortunado por tener amigos lo suficientemente alivianados y que tomaban su estado civil como lo más normal del mundo.


Kelle a pesar de ser una loca le daba mucha seguridad para hacer lo que quisiese, para mostrarse como realmente era. En todo caso esa sesión de fotos sería un bonito recuerdo porque estaba embarazado. 


—Esto se ve muy bien, la verdad es que son unos excelentes modelos —propinó el rubio, viendo que Kelle sólo daba instrucciones y que los modelos simplemente cooperaban. Tomás sonrió en grande para sí mismo, orgulloso de que su mejor amigo estuviera de nuevo esperando y que disfrutara de estar casado. 


Porque a pesar de que Kelle tuviese ideas locas y algo vergonzosas, siempre lograba que Nicolás se arriesgara y formara recuerdos que jamás olvidaría.


La cuestión no era que al día siguiente Nicolás viera simples fotografías, sino fotografías que lo hicieran recordar a cada persona que estuvo a su lado ese día, recordar que había hecho cosas que otros no se atreverían y que estaba con las personas que conformaban su familia.


Nicolás tendría fotografías que lo harían reírse al recordar que sus amigos eran unos ocurrentes de lo peor y que su marido les seguía el juego solamente para molestarlo.


Tomar fotografías era más que simplemente ver a la persona retratada. Una fotografía tenía una historia.

Notas finales:

Que Nicolás esté de nuevo embarazado es mi deseo, y de gemelos más. Me gustaría que su familia creciera y que fuera un padre ejemplar.

Nicolás dice algo muy importante, y es el hecho de ya tener un aspecto fijo, como lo es el masculino. Eso es demasiado importante. Kelle como siempre cambiando la forma de ver de todos. Mi personaje es motivante y me gusta mucho.

Algunas veces cuando la vida te quita algo te da el doble de lo que te falta, y es lo que pasa con Nicolás. Las cosas pasan por algo y aunque no es mujer en su totalidad, está casado con un hombre que lo ama, que lo apoya, que lo valora y tiene la suerte de tener embarazos múltiples. Recordemos que él no tuvo una madre que lo aconsejara, y miren cómo son las cosas... él ahora podrá cuidar y amar a sus hijos, algo que su madre nunca hizo con él.

Algunas veces lo que carecen siempre se refleja o se da. A mí padre le pasa igual, él nunca tuvo nada, y ahora que nos tiene a nosotros, todo nos quiere dar, nos quiere dar lo que nunca tuvo. En Nicolás es semejante, porque ha tenido la bendición (no de ningún santo, sino la de la vida misma) de procrear y dar el amor que siempre necesitó.

Así es la vida y estos son algunos aspectos que quizá nadie enlaza, pero que están presentes.


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