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Geheim por VampireDark

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Notas del capitulo:

Hola, no tengo mucho que decir, solo disfruten del capitulo. Yo no tuve el lujo de disfrutarlo mucho. A leer!

Baekhyun no podía dejar de observar fijamente aquella pulsera que Chanyeol acababa de entregarle, estaban solo los dos en la sala ya que Kyungsoo había subido rápidamente a  la habitación ignorando por completo la escena que se estaba presentando allá abajo.

—¿Y bien? —La mirada de Chanyeol fija en él le hizo carraspear un poco mientras mordía su labio con suavidad—. ¿Te gusta?

—¿Por qué me da esto? —fue la única pregunta que salió de los labios de Baekhyun, mientras aún mantenía su mirada completamente fija en el pequeño objeto que se notaba era fino.

—Quería… disculparme por lo que había ocurrido ayer… —mordió suavemente su labio—. Sé que no estuvo bien, de hecho, se que desde que eras pequeño no he hecho nada bien contigo… por eso quise regalarte esto, es como una manera de hacer… las paces… iniciemos de cero. ¿Si Baekkie?

Trago saliva al escuchar la manera tan infantil en que Chanyeol lo llamaba y levanto su mirada para observarlo fijamente a los ojos, la mirada del mayor fijamente clavada en sí mismo, le hizo pensar un poco en cómo había sido la relación que él había tenido tanto con él, como con Kyungsoo.

Tal vez era la hora de dar su brazo a torcer un poco, después de todo eran ellos quienes le estaban prestando su casa, y aunque Kyungsoo no se había mostrado verdaderamente contento de tenerlo allí, tampoco había hecho nada para sacarlo o alejarlo de Chanyeol. De hecho, el único que verdaderamente estaba poniendo las barreras entre el mayor y él, era él mismo.

—¿Cómo supo que me gustaría? —pregunto colocando una pequeña sonrisa en su rostro, mientras sacaba la pulsera e intentaba ponérsela alrededor de su muñeca.

—Es algo así como tú estilo, o al menos eso pensé —mintió Chanyeol, no podía arriesgarse a que su hijo la rechazara solo porque la había escogido el otro chico—. Y todo parece indicar que no me equivoque.

Le quito la pulsera a Baekhyun de las manos y le ayudo a colocársela, rozando de manera delicada la piel ajena, haciendo que Baekhyun se quedara paralizado. A pesar de que el contacto era muy efímero lograba dejar al menor totalmente atontado.

Y la verdad, es que la situación no era muy diferente para el mayor, el cual, al terminar de colocar la pulsera al chico, se quedo mirándolo fijamente a los ojos, con una pequeña sonrisa en su rostro, sin que sus manos soltaran la pequeña y delicada muñeca de su hijo.

—Creo que ya puedes soltarme —dice Baekhyun después de un rato, carraspeando suavemente—. Mañana… saldré a buscar mi moto, tal vez cuando llegue del trabajo yo no este.

El mayor asiente a lo que le dice mientras suelta suavemente su muñeca, levantándose después para dirigirse hacia las escaleras.

—Intenta no volver muy tarde, que sea fin de semana no significa que puedas andar volando por toda la ciudad. Quiero pasar tiempo contigo —las palabras de Chanyeol, aunque sencillas dejaron descolocado al menor, el cual apenas logro reaccionar antes de que el alto empezara a subir las escaleras.

—En verdad… muchas gracias por este regalo… —dice justo antes de que el mayor se pierda de su vista, sin poder evitar sonreír de manera estúpida y, sin saber que Chanyeol también sonreía de la misma forma durante todo el camino a su habitación.

 

 

 

 

 

Aquella noche resulto siendo verdaderamente tranquila para Baekhyun, no hubo ruidos desagradables, ni problemas, ni pesadillas, ni tristezas nocturnas por pensar en Kai. Simplemente pudo dormir plácidamente, con la pulsera que recién le habían regalado y una sonrisa en su rostro.

Al final, no despertó sino hasta casi entrada a tarde, con su mente bastante adormilada, pero con una idea clara en su cabeza.

Ese día dejaría las peleas con Chanyeol de una vez por todas, aún tenía una deuda con él, aún el contrario se merecía un castigo, pero eso no era el mayor problema, tendría su venganza, eso sí, pero luego de ello aprendería a llevarse bien con él, después de todo, sus sentimientos hacía Chanyeol le demostraban que no sería difícil perdonarlo. Si es que realmente no había perdonado ya el abandono de Chanyeol hace algunos años.

Con ese pensamiento miro, casi automáticamente, la pulsera que el día anterior le había regalado y no pudo evitar sonreír antes de quitársela para poderse entrar a bañar y arreglar.

No tardo mucho en arreglarse, pero aún así, cuando salió de su habitación totalmente listo ya estaban entradas las horas de la tarde. Suspiro un poco, cuando escucho a su estomago gruñir, prácticamente rogándole por algo de comida, así que abandono cualquier otro plan que tuviera  en ese momento y se encamino a la cocina.

Lo primero que vio al momento de bajar, fue a Do Kyungsoo viendo cualquier cosa en la televisión, prácticamente recostado en el sofá y con su mirada algo adormilada. Al verlo fijamente, logro que la mirada del contrario también se posara en él.

—Buen día, Byun… —dice Kyungsoo con tranquilidad y sin ningún tipo de molestia en su voz—. Prepare algo de desayuno, está en la cocina. Del almuerzo si deberá encargarse, porque yo ya casi debo salir a trabajar.

La verdad era que el menor no sabía cómo reaccionar a esas palabras, estaba totalmente acostumbrado a las muestras directas de desprecio por parte del bajito, a menos claro, cuando Chanyeol no estaba, sin embargo, en aquel instante el otro lo trataba de una manera que para nada era irrespetuosa. Hasta le había hecho el desayuno…

Y la verdad era que, si Baekhyun quería mejorar sus relaciones con Chanyeol, eso incluía mejorar sus relaciones con la pareja de este, aunque solo pensar en el hecho de que el contrario tuviese una pareja hacía que en su interior se instaurara una pequeña molestia. Pero al fin de cuentas, si Kyungsoo estaba dando el primer paso era justo que él también intentara llevar las cosas a un mejor nivel.

—Buen día, Dr. Do… —suspiro suavemente y se dirigió a la cocina—. Yo voy a salir ahorita, pero apenas llegue preparare algo…

Busco el desayuno que, efectivamente, estaba servido y listo para ser devorado, además de que se veía realmente delicioso. No dudo en empezar a comer con una gran sonrisa en su rostro, que evidente jamás le mostraría al contrario, al menos por ahora, pero es que la maldita comida estaba exquisita.

Cuando termino de comer salió de la cocina observando que Kyungsoo ya no estaba en la sala, no le tomo importancia y simplemente subió rápidamente para poder terminar de arreglarse y poder salir a buscar su preciada moto.

Una vez en su habitación, y ya con prácticamente todo listo para salir, se quedo observando fijamente la pulsera que Chanyeol le había regalado la noche anterior. De algún modo quería colocársela, después de todo le encantaba, y probablemente si Chanyeol lo veía sin ella iba a sentirse mal, pero por otro lado, temía perderla, ya que podía enredarse con cualquier otra cosa en la moto.

Suspiro suavemente cuando tomo su decisión, y se encargo de tomar el resto de sus cosas para salir rápidamente de la habitación. Impresionándose un poco al notar como Kyungsoo estaba prácticamente saliendo de la casa, el cual al verlo observo rápidamente la muñeca del menor y sonrío.

—¿Ya va a salir, joven Byun? —pregunto Kyungsoo con amabilidad, mientras terminaba de abrir la puerta y le daba el campo al menor para salir.

—Sí, entre más rápido me vaya más rápido llegare… —suspira suavemente—. ¿Y usted? ¿Su turno no inicia sino hasta dentro de unas horas más?

 —Ya sabe como es la vida de un medico —dijo Kyungsoo sin poder evitar reír un poco—. A veces los horarios son eternos… y bueno, el haber descansado ayer trajo sus consecuencias en el turno de hoy… necesitan ayuda temprano, y soy yo quien debo brindarla.

Baekhyun asintió y no dijo nada más, termino de salir de la casa, se despidió y prácticamente se fue corriendo. Mientras tanto Kyungsoo se quedo cerrando la puerta, sonrío cuando vio que el menor estaba lo suficientemente lejos e hizo una corta llamada, ahora su plan por fin podría entrar en marcha.

 

 

 

 

 

Botaba algunas cartas de póker, absolutamente al azar, sobre su cama. Realmente estaba completamente distraído, metido en sus pensamientos, y no notaba ni siquiera lo que estaba haciendo.

La tarde anterior, la situación con Baekhyun, le tenía totalmente perdido, pensativo. Él no quería siquiera imaginar que en verdad podría estar perdiendo a su amigo, pero al parecer era un hecho que lo estaba haciendo, tal vez ni siquiera había una forma de recuperarlo.

Sus manos prácticamente se congelaron con ese último pensamiento, ¿En verdad no abría forma de recuperar a su mejor amigo? ¿En verdad Baekhyun había decidido que lo mejor que podría hacer era alejarse de su vida?

Gruño molesto y boto absolutamente todo lo que tenia encima de su cama, con frustración y enojo. Él no podía permitirse perder a su mejor amigo, no tanto por él mismo, sino porque al final del día, Baekhyun estaba completamente solo, y él era la única persona que le quedaba en el mundo. Y, sin importar que, jamás abandonaría a su amigo. Y eso le tendría que quedar totalmente claro a Baekhyun.

La puerta de su cuarto sonó con unos suaves golpes, sabía perfectamente que se trataba de su madre, por lo que ni siquiera se tomo la molestia de contestar, simplemente se quedo recostado en la cama, pensativo.

—JongIn… hijo. Por favor, ábreme… —escucho la voz amortiguada de su madre al otro lado, la notaba triste y vaya si eso no lo ponía mal a él, pero debía ser fuerte. Él simplemente no iba a perdonarla tan fácil—. Hijo… no puedes seguir ignorándome toda la vida, tenemos que hablar… Que Baekhyun ya no quiera ser tu amigo no es el fin del mundo, incluso, a la larga podría llegar a ser algo demasiado bueno… tienes que entenderlo.

Y definitivamente la mujer tampoco hacía meritos para ser perdonada. Al principio, JongIn creyó que en verdad la mujer estaba arrepentida porque sus actos habían llevado a Baekhyun a quedarse solo.

Sin embargo, con el paso del tiempo la mujer solo demostró que el dolor, si es que alguna vez lo tuvo, le duro demasiado poco, y ahora veía la partida de Baekhyun como algo bueno para ellos.

No supo que fue lo que tomo en sus manos, pero simplemente lo lanzo con fuerza contra la puerta, haciendo que el parloteo de la mujer, al cual hace rato había dejado de prestarle atención, se detuviera de repente, y que al final la voz, molesta en exceso, por parte de su madre se dejara escuchar de nuevo, como en un ultimátum.

—Si sigues así vas a acabar tan solo como él… Y tú sabes bien que no vale la pena destruirse por un pandillero de quinta, tú vales mucho más que eso, Kim JongIn.

Después de esas palabras, el moreno escucho como los pasos enfurecidos se alejaban de su habitación y simplemente suspiro con fuerza. Maldito el día en que todo lo que tenía que ver con Baekhyun se había salido de sus manos.

Su celular sonó insistente en el gran silencio que se había formado en su habitación y simplemente lo tomo en sus manos, maldiciéndose suavemente al ver que el remitente era nada menos que el Dr. Do. Y era casi lógico que significaba esa llamada.

Contesto y simplemente escucho de manera atenta todas las indicaciones que el mayor le daba, preguntando solo algunos datos para asegurarse de que tenía todo claro y correcto. Y, una vez colgada la llamada, suspiro y se quedo observando su celular con un toque de molestia y miedo.

¿El realmente quería hacer lo que el Dr. Do le estaba pidiendo? Era evidente que no quería. ¿Era obligatorio que lo hiciera? Maldición, no. A pesar de que el tipo sabía donde vivía Baek, él estudiaba con él, y de seguro podría encontrar la manera, tarde o temprano, de saber donde se estaba quedando el idiota de su mejor amigo.

Pero claro, el imbécil del doctorcito lo tenía en sus manos, ya que si era verdad que el idiota de Baekhyun estaba metido en cosas turbias, sabía que ese maldito no dudaría en denunciarlo si él no seguía su estúpido plan… Sin duda, estaba acorralado.

Al final simplemente suspiro y se dirigió a uno de sus cajones, sacando una cajita en la que se encontraban las dos cosas que el mayor le había dado unos días antes, para que pudiera cumplir su plan con éxito. Y así mismo estaba la bolsita de aquello que él había tenido que comprar con anterioridad, otra cosa que sería parte del plan.

Se sentó en su cama y observo esas tres cosas con insistencia, suspirando con fuerza, ¿Realmente quería hacer esto? Era evidente que no, y entre más veía todo menos le gustaba lo que estaba a punto de hacer. ¿Realmente lo haría? Bueno, al final no tenía ninguna otra opción ¿Verdad?

Se maldijo internamente y tomo las cosas junto a su celular, donde estaban guardados todos los datos importantes de lo que tenía que hacer, y sin dudarlo dos veces, salió de su casa, directamente a cumplir con el maldito plan.

 

 

 

 

 

El día había pasado de manera extremadamente lenta para él, había estado esperando todo el maldito día para poder volver a casa. Ya que, cuando había salido su hijo aún estaba dormido, y él no quería esperar más para poder verlo y pasar tiempo con él.

Su mente lo traiciono en ese momento, mostrándole la imagen en la que le había tenido a  su merced, besándole con deseo mientras el chico estaba prácticamente desnudo. Tuvo que sacudir su cabeza para desviar esos malditos pensamientos que, seguramente, le harían acabar con una erección indeseada.

Por suerte para él, justo en ese momento marcaban las cuatro de la tarde, su hora de salida. Suspiro aliviado y con una pequeña sonrisa en su rostro, mientras lograra mantener sus pensamientos indeseados controlados aquella tarde seria simplemente perfecta, eso lo tenía casi asegurado.

Entrego el informe a su jefe, el cual simplemente lo dejo en su escritorio para poder revisarlo más adelante. Y salió de la oficina con una sonrisa, encargándose de quitarse el uniforme para poder salir rápidamente de allí, despidiéndose de algunos compañeros y prácticamente ignorando a algunos de sus subalternos que le rogaban porque analizara unos expedientes antes de salir de allí.

Cuando por fin pudo salir de la estación, respiro con alivio antes de tomar un taxi que lo pudiera llevar a su casa. Definitivamente, debería comprarse un auto para él mismo, sino quedaría como el único en la casa que realmente no tenía un vehículo en que transportarse, ahora que Baekhyun recuperaría su moto.

Y si, su mente nuevamente había viajado hacía el menor haciendo que una sonrisa se posara en su rostro y que se pusiera algo más ansioso, no podía esperar a poder llegar al fin a su casa.

Y fue por eso que cuando el taxi parqueo frente a su hogar, una gran sonrisa se poso en su rostro, pago rápidamente y salió hacia el lugar mientras alistaba sus llaves para abrir la puerta. Y allí fue donde se encontró su primera sorpresa de la tarde.

Al mirar la puerta en si lucia totalmente cerrada, pero al introducir la llave pudo notar que está realmente no estaba asegurada. Cosa que se le hizo verdaderamente extraña, ni Kyung ni Baek hubiesen salido sin dejar la casa con seguro ¿Sería posible que se les hubiese olvidado? Por supuesto que no… esas son el tipo de cosas que simplemente no se olvidan. ¿O sí?

Saco su pistola, que por suerte siempre mantenía a la mano, y abrió la puerta con una suave patada, mientras apuntaba dentro de la casa, arriesgándose a lucir verdaderamente patético si es que solo estaban siendo imaginaciones suyas.

Sin embargo, el fuerte olor a marihuana que inundo sus pulmones en ese momento hizo que retrocediera unos pasos. Al principio no noto a que se debía el maldito olor, pero entonces un recuerdo llego a su mente, la primera vez que se encontró con Baekhyun, él estaba cargando con droga.

Gruño al siquiera pensar que Baekhyun se hubiese estado drogando en la casa, lo mataría, en verdad lo haría si es que la cosa era así. Nuevamente decidió entrar al lugar con el maldito olor invadiéndole, claro que todo eso paso a segundo plano en cuanto observo su sala.

—Mierda… —fue lo único que salió de sus labios mientras observaba todo a su alrededor—. ¡Mierda y más mierda!

Definitivamente estaba demasiado ofuscado, pero es que, maldición. Su sala estaba totalmente destruida, vidrios rotos, restos de la droga por el suelo. Y sus cosas, algunas completamente destruidas, como el maldito sofá, otras simplemente no estaban. El televisor de la sala, algunas de las decoraciones costosas, algunos de los premios que Kyungsoo había ganado como médico, simplemente no estaban.

Robar a un policía… esto tenía que ser una jodida broma de mal gusto.

Empezó a recorrer todo el primer piso, la cocina, el baño, la biblioteca y el estudio. Todos estaban en las mismas condiciones, con algunas cosas totalmente destruidas y otras que simplemente no estaban, eran pocas las cosas que podía decir realmente habían sobrevivido a la catástrofe.

Y cuando subió al segundo piso no se encontró con un panorama mejor, su habitación estaba totalmente revuelta, con varias cosas destruidas. Empezó a buscar en algunos cajones dándose cuenta que la plata que tenia ahorrada había desaparecido, cosa obvia si se ponía a pensar, y en general muchas cosas de su habitación estaban en la misma condición que en el resto del lugar, desaparecidas.

Su enojo iba en aumento y simplemente salió completamente molesto de su habitación, dirigiéndose a la de su hijo para ver cuales podían ser los daños en esta. Al menos podía agradecer que ni el chico, ni Kyungsoo hubieran estado en la casa en aquel momento, sino quien sabe que pudieran haberles hecho.

Cuando estaba a punto de entrar al cuarto de su hijo algo mucho más importante llamo su atención. Su oficina, a la cual nadie además de él tenía acceso en esa maldita casa, tenía la puerta abierta, y se alcanzaba a ver un poco del desastre que había dentro.

Simplemente salió corriendo hacía ese lugar, olvidando por completo la habitación del menor, y es que, no es como que realmente tuviera algo de valor en aquella habitación, pero gran parte de sus avances en investigaciones las tenia guardadas ahí, y haber perdido algo de eso, podía ser también el perder su trabajo.

Cuando llego, observo como la chapa estaba rota, eso explicaba cómo era que habían podido entrar a ella, y cuando entro pudo de alguna manera suspirar de alivio. Aunque estaban varias cosas tiradas y desorganizadas, no pudo percibir ningún papel roto ni destruido.

Sin embargo no podía estar tranquilo por completo, no podía asegurar que no hubiera alguna perdida. Debido a ello empezó a recoger todo el desorden que pudiese haber hasta que, de reojo, pudo observar algo que brillo suavemente, enredado en una de las manijas de uno de los estantes alejados. Se acerco lentamente para mirar que era lo que podría ser y cuando pudo observarlo bien lo tomo en sus manos estupefacto, era evidente que esa era la pista principal de quien era el ladrón, pero aquello solo lo hizo gruñir con demasiado enojo.

Dejo los papeles sobre la mesa y salió de la habitación marcando al celular de su esposo, mientras aún mantenía en sus manos el maldito objeto.

—¿Si? ¿Chan que pasa? ¿Estoy ocupado en este momento? —la voz del otro lado sonaba algo fastidiada por la interrupción en su trabajo, nada fuera de lo normal—. ¿Chan?

—Necesito que pidas permiso y te vengas ya para acá… —dijo intentando mantener la calma lo más que podía

—¿Qué? Chanyeol sabes que no puedo hacer esas cosas, no puedo darme esos lujos, tú crees que...

—¡Kyungsoo! —el grito molesto de Chanyeol hizo que el otro se callara inmediatamente—. Te necesito ya acá es urgente, y no aceptare un no como respuesta, maldición. O apareces ya acá o yo mismo me encargo de ir y traerte.

El menor quiso mandarlo a la mierda en aquel momento, pero Chanyeol se escuchaba realmente alterado por lo que simplemente suspiro mientras veía a su jefe acercándose a lo lejos.

—Estaré allá en media hora.

Cuando colgó, Chanyeol apretó con fuerza el objeto en sus manos y de manera inevitable empezaron a salir algunas lagrimas de sus ojos.

 

 

 

 

 

Baekhyun detuvo su moto en un parque cercano a la casa de Chanyeol, él día había sido demasiado largo para él. Había ido por su moto y al final tuvo que mandar a pintarla también, ya que de tanto esperarlo en el taller se había desgastado un poco.

Luego de ello simplemente decidió dar algunas vueltas por la ciudad volviendo a disfrutar del sentir el viento chocar contra su piel mientras conducía a toda velocidad.

Ahora solo debía llegar a la casa, eran las cinco pasadas, por lo que Chanyeol desde hace un buen rato debería haber llegado y este quería pasar tiempo con él. Sonrió imaginando que cuando llegara podría disfrutar de la expresión de Chanyeol por su pequeña venganza, y después de ello y ya estando a pases podrían continuar con su tranquila vida como familia. Se encargaría de hacer las cosas bien de ahora en adelante, al menos con ellos.

Sonrío de nuevo, y volvió a arrancar su moto, para poder llegar rápidamente a la casa de los mayores, cosa que realmente no le costó más de unos cuantos minutos. Sin embargo, al momento de llegar con lo primero que se encontró fue con la casa con la puerta y todas las ventanas abiertas.

Se rio un poco, ya que pareciera como si quisieran eliminar algún olor molesto de la casa, cosa que sin duda le hizo divertir inevitablemente, mordiendo un poco su labio con picardía.

Guardo su moto y entro a la casa, notando como pareciera que estaba en remodelación debido a que todas las cosas estaban apiladas como si las estuvieran arreglando, y algunas de por si no estaban, por lo que una sonrisa de medio lado se poso en su rostro.

Cuando se disponía a gritar el nombre de Chanyeol, vio a Kyungsoo asomarse desde la biblioteca llegando hasta la sala, sin observarle directamente.

—¿Qué se supone que haces tú aquí? ¿No deberías estar trabajando? —le miro curioso haciendo que el otro al fin le mirara, pero la molestia y el odio eran evidentes en ese momento.

—Tu padre te está esperando… esta en tu habitación —le dijo destilando odio y se encargo de arreglar algunas cosas en la sala mientras Baekhyun le miraba molesto por aquella actitud con él.

Sin embargo, decidió simplemente ignorarlo y subir a su habitación para ver porque era que Chanyeol lo necesitaba.

Cuando entro en esta pudo observar como el mayor se encontraba sentado en su cama, la cual estaba un poco desordenada, como definitivamente él no la había dejado, e incluso el resto de su habitación tenía algunas cosas tiradas por el suelo, aunque no parecía nada demasiado grave.

—Buenas tardes… —dijo al ver que Chanyeol ni siquiera se dignaba a mirarlo, sino simplemente mantenía su cabeza gacha—. ¿Acaso vamos a mudarnos? Digo por qué todo está hecho un caos en la casa.

—¿Te parece que es momento para chistes, Baekhyun? —Respondió Chanyeol al fin mirándolo a los ojos, haciendo que por fin el menor notara el enojo que se mostraba en sus ojos, haciéndolo retroceder un poco—. Maldición… no puedo creer que fueras capaz de hacernos esto.

—Créeme que aunque quiero entender no sé de qué mierda me estás hablando… —le dijo Baekhyun extrañado, sintiéndose como un conejillo de indias siendo atrapado por su cazador, vulnerable.

—¿No lo sabes? —la mirada llena de odio y lagrimas contenidas le hizo tragar saliva a Baekhyun—. ¿En verdad no lo sabes, Byun?

Baekhyun iba a contestarle, estaba nervioso, demasiado asustado por la actitud que estaba tomando Chanyeol. Sin embargo, antes de poder decir cualquier cosa volvió a verse interrumpido por la voz del mayor.

—Yo quería pensar que podía ayudarte… qué podía hacerte cambiar si te daba todo lo que alguna vez te falto —se levanto mirando fijamente a Baekhyun—. Pensaba en que podría redimirme, ser un buen padre… y ayudarte a ser una buena persona… pero tú… tú no tienes remedio, tú ya estas podrido y nadie podrá ayudarte a salir de allí, donde estas metido.

Baekhyun retrocedió otros dos pasos al escuchar eso, maldición, había dolido demasiado esas palabras, más ahora, cuando lo único que tenía en su mente era cambiar, ser una mejor persona… por Chanyeol… ¿Y ese idiota le salía con eso?

—No sé de qué mierda me hablas… pero realm…

—¡No lo sabes! —esta vez fue un grito de parte de Chanyeol lo que lo hizo callar y encogerse un poco, asustado—. Hoy cuando llegue a casa descubrí que nos habían robado… y al parecer mientras los malditos lo hacían estaban consumiendo marihuana, porque la casa estaba oliendo como la mierda a eso, y tenía rastros por todas partes.

Baekhyun trago saliva, cuando vio que Chanyeol saco de su bolsillo la pulsera de oro que este mismo le había regalado la noche anterior.

—Esta mierda… estaba en mi oficina privada… a cual también estaba vuelta una mierda, Baekhyun… y tú y yo sabemos muy bien que esto no tendría por qué haber estado ahí en primer lugar… —vio fijamente a Baekhyun temblar y su enojo se hizo más evidente.

—Acaso estas… maldición Chanyeol. ¡Yo no te robe! ¿Cómo puedes pensar siquiera que yo haría algo así? —le miro dolido, molesto y asustado—. Los ladrones pudieron haberse robado la pulsera y se les pudo haber caído mientras estaban requisando tu oficina…

Chanyeol negó repetidas veces de manera lenta, mientras posaba una sonrisa triste en su rostro.

—Revise tú cuarto Baekhyun, estaba algo destrozado también así que pensé en tú teoría por un momento, aunque no estuviera ni la mitad de acabada que el resto de la casa. Maldición Baekhyun, todas tus cosas están acá… incluso tú maldito dinero está intacto… Al menos debiste ser un poco más inteligente si pensabas robarme y quedarte como si nada.

Los ojos de Baekhyun temblaron por las ganas de llorar, tenía que ser un mal chiste todo eso que estaba pasando. Un mal y jodido chiste, y mataría al idiota que le estuviera jugando esta broma.

—No lo sé… puede que alguien estuviera requisando mi habitación y otros tu oficina… y al darse cuenta que eras policía simplemente decidieron salir corriendo y no revisar más…

Dijo sin él mismo poder creerse esa teoría, era estúpida y sin algún tipo sentido. Y cuando vio negar a Chanyeol supo que él pensaba lo mismo.

—Si así fuera tú pulsera no debería haber estado en mi oficina…

—¿Y si es otra pulsera igual? —Dijo ya derrotado, con su voz entrecortada y sus lágrimas a punto de salir—. ¿Y si el ladrón simplemente tenía otra igual y se le quedo mientras estaba robando?

—¿Un ladrón cualquiera con una pulsera tan fina? Lo siento Byun, pero no suena creíble… —se volteo al escuchar a voz de Kyungsoo, que le miraba con demasiado odio desde la marco de la puerta.

—Kyung… no te metas en esto por favor —dijo la voz de Chanyeol de manera tranquila, casi rogándole porque saliera de la habitación.

—No Chanyeol… es también mi casa y mis cosas… esta vez no solo se trata de tu hijo… —suspiro y se acerco al mocoso, viendo como algunas lágrimas caían por su rostro—. Intente ser bueno contigo, intente cambiar contigo, Chanyeol intento ser un buen padre contigo… ¿Y así nos pagas?

Baekhyun negaba repetidas veces, ya no sabía qué hacer para que e creyeran. Maldición es que si él estuviera en el lado de ellos tampoco se creería una mierda.

—Si en verdad es otra,… ¿Entonces donde está la tuya, Byun?

—Yo… yo no me la puse, para no perderla en la moto… —dijo y corrió a uno de los cajones—. Yo la deje guardada aquí…

Los otros dos observaban fijamente mientras el menor buscaba desesperado en el cajón sin encontrar nada, era obvio para ambos que solo estaba intentando convencerlos de que sus palabras eran reales, pero ellos no eran tan idiotas y no caerían tan fácilmente.

—Kyung por favor vete… —le dijo al más bajo, Chanyeol. Y aunque el otro quiso pelear, al final solo asintió y salió de la habitación—. Baekhyun…

—Yo te juro que la deje aquí, Chanyeol… lo juro —su voz sonaba entrecortada, y Chanyeol sintió ganas de abrazarlo. Pero él no podía ser débil, Baekhyun había traicionado su confianza.

—Baekhyun… ya deja de mentirme… todo concuerda. La droga…

—¡Yo no soy un drogadicto! —grito molesto y frustrado, ya no sabía que mas hacer.

—¿Te recuerdo que cuando nos encontramos por primera vez tenías drogas en tu poder?

—Eran de esa maldita chica… yo solo saque cosas al azar de su bolso y entre esas estaba eso… lo juro... —Chanyeol negó suavemente y Baekhyun se sintió morir, el mayor, sin importar lo que él hiciera, no iba a creerle.

—La droga… el robo. Tú eres un ladrón, y eso no puedes negármelo… —le mira con tristeza.

—¡Yo jamás cometería errores tan estúpidos como dejar mis cosas o perder mi pulsera! —Definitivamente estaba entrando en crisis.

—Baekhyun… tú eres solo un ladrón promedio. De cosas pequeñas, insignificantes… apuesto a que nunca has robado una maldita casa… —suspira suavemente—. Es normal que cometas errores tan básicos.

—Cállate… no es así… yo no tendría porque hacerte daño a ti…

—Me dijiste que buscarías vengarte de mí… y esta era la venganza perfecta…

Baekhyun negaba con fuerza, rogándole con la mirada a Chanyeol que le creyera… pero este parecía totalmente reacio a creer en sus palabras.

—Chanyeol, puedo entender que todos desconfíen de mí, quien sea… pero no tú… por favor… —su voz sonaba perdida, desesperada y dolida. Él en verdad necesitaba que Chanyeol pudiese creer en sus palabras, y eso a Chanyeol le estaba partiendo el alma.

—Kyungsoo tiene razón cuando dice que yo me dejo manipular muy fácilmente por ti… —suspira y mira a Baekhyun quien le observa demasiado dolido—. Descansa, estas demasiado mal en este momento, mañana hablaremos bien… y ojo con intentar escapar… si lo intentas no dudare en poner el denuncio, y yo mismo en ser el encargado en buscarte.

Las palabras salieron frías, pero es que no tenía otra manera de hablarle a Baekhyun en ese momento. Simplemente le tiro la pulsera a su hijo para que cayera a su lado, e inmediatamente después salió de la habitación y la cerro con seguro para que su hijo no pudiera escapar por allí, mientras se dirigía a lo que sabía seria una larga charla con Kyungsoo.

Mientras tanto Baekhyun se dejo caer  al suelo mientras agarraba la pulserita y la aferraba contra su corazón, el cual latía rápidamente a pesar de sentirse destrozado. Porque nunca pensó que pudiese dolerle tanto, pero ahora que experimentaba lo que era que Chanyeol lo odiara, no podía sentirse más miserable.

Notas finales:

Bueno… no sé ni que decirles. Me afecta demasiado esta situación. No me gusta, poner a Baekhyun en situaciones tan tristes… Pero bueno, espero que ustedes no quieran matarme ahora.

En fin, que opinan ¿Baekhyun es el culpable? Sino… ¿Quién podría hacerlo? ¿Como llego la pulsera a ese lugar?

En fin, la verdad estoy de afán y no puedo decir mucho debido a ello, pero espero que disfruten el capitulo.

Quiero agradecer los pocos pero significativos reviews que tuve, los contestare mañana, creo. En verdad, créanme que con solo llegar a una persona ya me siento realizada.

Muchas gracias y mucha suerte a todos. Besos.


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