Ambos se miraban a los ojos, pero realmente ninguno de los dos tenía su atención puesta en el contrario, Chanyeol mantenía una mirada completamente vacía, su cuerpo estaba presente pero claramente él no lo estaba. Se veía completamente desaliñado, no había comido o dormido en días, estaba sucio y la culpa era la única emoción que invadía su mirada. Pero ¿A caso alguien podría culparlo por eso?
Aquel hospital en el que estaban en aquel instante no era tan bueno como el anterior, pero el hecho de que el otro hubiese quedado casi hecho cenizas gracias a Kris Wu no les había dado precisamente muchas opciones de buenos hospitales que pudieran encargarse de todo el desastre y pacientes necesitados de atención.
Kris Wu por su parte había cumplido su promesa, no se había aparecido por allí desde el día del desastre, aunque se había comunicado unos cuantos días después, a su manera, por supuesto.
Al parecer el profesor sin alma se sentía mal por lo que había pasado con Baekhyun debido a toda aquella situación, por lo que deposito algo de dinero con lo Kai pudiera sostenerse el tiempo suficiente en lo que podía rehacer su vida. Además, le había recordado que el Dr. Do no sería más un problema en sus vidas.
¿Qué irónico no? Al final Kai estaba realmente viviendo de ese dinero, mientras toda la locura pasaba y podía largarse de la ciudad, también, tenía que lograr asimilar que ya no serían Baekhyun y él como los inseparables. Ahora tendría que enfrentar estos nuevos retos solo, pero de algún modo tendría que conseguirlo.
En cuanto a él. Bueno, fuera del dinero que Wu había consignado se encontraba totalmente sin nada. Sin hogar, sin amigo, sin madre, sin Sehun… Bueno, Sehun estaba en aquel mismo hospital, pero su situación no era ni por asomo tan delicada, por lo cual al día siguiente ya le estaban dando de alta, volviendo a su vida normal, una vida sin adolescentes que le engañaran y arruinaran.
La voz de la enfermera llamo su atención interrumpiendo por completo el hilo perdido de sus pensamientos, Chanyeol igualmente levanto la mirada, pero a diferencia de él mismo, su mirada continuaba siendo vacía, casi como si actuara por inercia.
—Señor, Park. El acta de defunción esta lista, necesitamos que venga, firme algunos últimos papeles y cuadremos la fecha para hacer el funeral.
Eso fue todo lo que Kai necesito escuchar para levantarse e irse de aquel lugar, desde pequeño siempre había odiado la idea de la muerte, era curioso que Baekhyun siempre fuera tan adepto a ella.
En muchas ocasiones incluso se había burlado de su cobardía, incluso le había dicho que entre más intentaras huirle más rápido ella te terminaría alcanzando, pero Kai siempre había sido optimista al respecto, pensó que la muerte no le tocaría hasta que fuera un anciano.
JongIn había perdido aquel optimismo en esos últimos días.
Dio un ultimo suspiro y miro aquel hospital que ahora había quedado atrás antes de subir a su motocicleta e irse hacía la casa de Sehun, solía vigilarle sin que el otro lo notara, le gustaba asegurarse que sus heridas estuvieran bien y que pudiera seguir adelante.
Sabía que le habían prohibido bailar por algún tiempo, solo en lo que la herida perdía el riesgo de abrirse de nuevo, pero había notado la mirada de Sehun, no poder hacer lo que amaba, aunque fuera por un corto periodo de tiempo, le había destrozado.
Sin embargo, al momento de llegar a aquel lugar y notar todo tan quieto y silencioso le extraño, conocía la rutina de Sehun, sabía que no tenía familia a la cual visitar, sabia que a esa hora la música debía estar a todo volumen, mientras Sehun veía viejos videos de coreografías, planeando aquellas nuevas que armaría una vez pudiera bailar de nuevo.
Pero no había nada de ello, no parecía sonar nada, como si la casa estuviera desolada, por lo que decidió acercarse más. Ya no le importaba si su madre lo veía, ya no le importaba si Sehun le veía, solo quería asegurarse de que estuviera bien.
—Oh… tú debes ser el joven JongIn. ¿No es cierto? —estaba cerca de una de las ventanas cuando escucho repentinamente aquella voz, por lo que no pudo evitar saltar asustado, mientras volteaba a mirarle, haciendo reír a la anciana—. Tranquilo joven. Sehun me dijo que probablemente vendrías a esta hora, también me comento de tu situación.
JongIn se encontraba impresionado, no entendía que estaba pasando o de que hablaba la mujer exactamente, pero al escuchar el nombre de Sehun no pudo evitar prestar atención con cierto grado de interés.
—Si, soy yo. ¿Qué dice qué Sehun le dijo de mí? —le mira con duda, pero con interés, esperando que la mujer fuera rápida en darle la información que necesitaba.
—Bueno, me gustaría explicarte, pero mi tiempo es realmente limitado, tengo un restaurante que atender —le sonríe tranquilamente y le pasa un papel fina y perfectamente doblado—. Esto lo dejo Sehun, allí de seguro el te explica todo lo que necesitas saber, me tome la molestia de anotar al reverso la dirección del restaurante para cuando decidas ir. Pasa un lindo día.
Y sin mediar una palabra más o esperar una respuesta la mujer se fue del lugar, dejando a Kai con el papel en la mano y mil dudas en su mente. Por esto no lo pensó dos veces antes de abrir aquella nota y leer cada una de las palabras de manera cuidadosa, no queriendo que se le escapara absolutamente nada, pero al final solo pudo maldecir por lo que estaba allí escrito.
Sehun se había ido.
Había decidido continuar su vida en otro país, un amigo llevaba invitándolo a irse desde hace años y ahora había tomado la decisión de aceptar. Se había ido, y al parecer Kai no había sido tan sigiloso como lo había imaginado. Sehun había notado sus visitas cada tarde y había decidido perdonarle.
Claro, si es que perdonarle se podía llamar a irse sin siquiera despedirse.
Y junto a su perdón había decidido que JongIn merecía una segunda oportunidad y lo había recomendado con aquella mujer anciana para que le ayudara con trabajo en su restaurante.
Y Kai se sentía ofendido, él no necesitaba la lastima de Sehun, tampoco necesitaba palabras bonitas escritas en un papel si el maldito igual había decidido irse. Quiso botar el papel al suelo, quiso tomar esa como la oportunidad perfecta para olvidar a Oh Sehun, pero al final simplemente guardo el papel en su bolsillo, subió a su moto y se largó de allí.
Todo había sido extremadamente confuso desde aquel día, cuando se llevaron a Baekhyun lejos de él estaba seguro de que iban a salvarlo, no había otra opción en su mente, no podían alejarlo si no iban a realmente poder verse y estar juntos de nuevo.
El ver los ojitos de su niño cerrarse mientras iba perdiendo la consciencia fue matador, pero el hecho de no volverlos a ver abiertos después de ello fue aquello que termino por destruir el alma del pobre Chanyeol.
Después de que lo alejaran lo llevaron inmediatamente a una ambulancia ya que era malditamente imposible atenderle en aquel lugar, todo fue demasiado rápido, quería acompañarlo, pero al parecer la estúpida enfermera considero pertinente revisar que Chanyeol se encontrara bien antes de que fuera con su hijo.
Peleo, gruño y casi se lanza encima de la ambulancia, pero cuando le amenazaron informándole que no le dejarían ver a su hijo si no lograba calmarse y se dejaba hacer los chequeos pertinentes termino permitiendo, cual máquina, que la enfermera hiciera todo lo que quisiera hacer para poder irse rápido de allí.
Curiosamente, fue JongIn, el amigo de su hijo, quien le espero pacientemente y luego se fue con él hacía el hospital donde ahora se encontraba Baekhyun. Todo había sido un caos, miles de pacientes trasladados por aquí y por allá, los médicos y enfermeras no dando abasto con tanto paciente que estaba llegando. Y ellos sin saber nada del menor por casi más de dos horas.
No fue sino hasta que las malas noticias llegaron que supieron algo acerca de su pequeño. Baekhyun había perdido demasiada sangre y en el maldito hospital no tenían la suficiente para realizarle la trasfusión pertinente. Estaban buscando donantes, pero el mismo doctor casi afirmaba que sería un desperdicio de sangre dársela a un paciente que ya se encontraba prácticamente muerto.
Cuando Kai prácticamente salto informando que podía donar la sangre necesaria fue que Chanyeol cayó malditamente en cuenta, él era su jodido padre, por supuesto que él podría donarle a Baekhyun sin ningún problema.
O al menos eso era lo que él había creído en ese momento.
La donación de Kai fue rápida, el chico había logrado realmente ser compatible y ayudar a Baekhyun, aunque fuera con lo poco que podía ofrecerle en ese momento. Pero Chanyeol no pudo.
No solo el tipo de sangre no era el mismo, sino que era jodidamente incompatible, cuando a Chanyeol le entregaron los resultados fue casi imposible de creer para él, tuvo que sentarse para no caer y poder asimilar todo.
Chanyeol solo tenía el maldito 1% de compatibilidad con Baekhyun, solo había el 1% de probabilidad de que él fuera su padre.
El mundo de Chanyeol cayó en todas las mentiras que había vivido hasta ese momento, la maldita mujer le había engañado durante todo ese tiempo, se había acostado con otro, le había hecho creer que Baekhyun era su hijo cuando realmente no lo era.
Y peor aún, cuando supo que la relación entre Baekhyun y Chanyeol no era algo precisamente normal, le amenazo con denunciarlo y hacer que su hijo le odiara, hasta tal punto que prácticamente le había hecho salir corriendo detrás de Kyungsoo. Alguien que si pudiera tener sin ningún maldito problema.
La relación de ambos… esos recuerdos habían prácticamente martirizado la vida de Chanyeol desde siempre, y es que todo había cambiado desde esa noche, esa noche en la que Baekhyun con sus simples doce años y creyendo que ya se encontraba dormido había dejado un casto beso en sus labios.
Había intentado convencerse por días, semanas enteras de que aquel acto solo había salido de la inocencia de su hijo, decidió ignorarlo, olvidarse de aquella situación y el hecho de que ya estuviera en una especie de “algo sin nombre” con Kyungsoo era perfecto para ignorar aquellas cosas que empezaban a ocurrir.
Pero fue en aquel cumpleaños numero trece, en que aquella mujer estaba desaparecida quien sabe dónde, mientras Baekhyun y Chanyeol celebraban de manera tranquila que se dio cuenta que no podía seguir ignorando aquella situación. No cuando Baekhyun decidió besarlo justo después de apagar la velita del pastel diciendo que aquel había sido su deseo.
Las cosas nunca fueron más allá, Chanyeol seguía intentando convencerse de que estaba mal y continuaba empujando aún más la relación con Kyungsoo a algo más serio, algo que le ayudara a frenar el revoltijo en su mete y corazón. Aunque no ayudaba el hecho de que prácticamente todas las noches llegaba a compartir una sesión de besos tiernos e inocentes con su hijo.
Nunca entendió como la mujer termino descubriéndolo todo, pero recuerda muy bien como le insulto, aunque realmente poco le importaba que una mujer como ella le tratara de enfermo o de pervertido, a pesar de que aquellas mismas palabras él solía repetírselas en las noches, mientras pensaba en lo que hacía con su hijo.
Y, cuando el cumpleaños numero catorce llego y Baekhyun quiso ir más allá, fue que Chanyeol se dio cuenta de que debía parar, la mujer les encontró en una situación no tan agradable para ella, aunque Chanyeol realmente intentaba, sin mucho esfuerzo, detener a su pequeño.
Todo eso fue suficiente, las amenazas de la mujer, los problemas y confusiones que eso traería a Baekhyun, él aprovechándose de su hijo y la propuesta de Kyungsoo para irse a vivir juntos. Allí fue cuando decidió que era lo mejor que podía haber hecho.
Ahora, viendo todo lo que había pasado, lo que Baekhyun había vivido con su madre y Kyungsoo, su relación, el hecho de que no eran realmente padre e hijo, era que se preguntaba si realmente había sido una acción inteligente.
Pero ya era demasiado tarde para cambiar, a pesar de que todo aquello le había estado destrozando la cabeza por aquellos días.
El amigo de Baekhyun igualmente había estado por ahí, dando vueltas por un lado y otro, curiosamente pendiente de Chanyeol y que estuviera bien, al parecer el consideraba que esa había sido la peor noticia que le hubiesen podido dar a un padre.
Tal vez era así, tal vez cualquier padre estaría molesto al enterarse de aquello, pero ese sin duda no había sido su caso, se había enojado si, por la clara mentira y manipulación de la mujer, pero de alguna manera aquel resultado hubiese sido positivo para ambos, al menos en otras circunstancias.
Cuando escucho la voz de la enfermera hablarle le siguió de forma tranquila, ignorando por completo el hecho de que el adolescente estuviese yéndose de nuevo, siempre a la misma hora.
Le entregaron el acta y suspiro mientras firmaba los papeles correspondientes que acreditaban la muerte de Do Kyungsoo, Minseok, el policía que le había perseguido mientras había intentado huir y que vio como fue consumido por las llamas había firmado como oficial, a él le tocaba el papel del familiar, aunque de alguna manera odiaba la idea de ser tratado como tal ahora.
Cuando termino con aquel molesto papeleo se dirigió a la habitación donde se encontraba su hijo, no tenía idea de cómo, pero JongIn había conseguido que un montón de malditos desconocidos quisieran ayudar y donar, así como varios de sus compañeros oficiales, y todo había sido lo suficientemente rápido como para que su hijo pudiese salvarse.
Sin embargo, varios días después aún no había despertado, el médico, tan optimista como siempre, afirmaba que era posible que la falta de sangre hubiese logrado que Baekhyun se indujera en un coma del que podría jamás despertar.
Pero a diferencia de lo que el hombre sonrisas decía constantemente, él tenía fe en que su pequeño despertaría. Y no dejaba su lado ni un solo instante, a pesar de que las enfermeras o doctores le pedían que se fuera a duchar y dormir, que si algo ocurría le llamarían.
Para Chanyeol era un claro y rotundo no, el quería estar allí, quería ser lo primero que Baekhyun viera al despertar, quería que supiera que no estaba solo, quería que supiera que le amaba y que sin importar que siempre podría contar con él.
Incluso podría afirmar que el propio JongIn le miraba extraño, podría jurar que el chico había perdido completamente la esperanza de que su amigo despertara, gracias al amable y comprensivo doctor que les había tocado para Baekhyun, pero de algún modo no lo culpaba, aunque él jamás fuera a perder la esperanza.
—¿Dónde… dónde estoy? —la voz le sobresalto y le hizo bajar su mirada, notando la algo soñolienta, cansada, pero a la vez burlona mirada de Baekhyun, y no pudo evitar quedar en shock—. ¿Qué? Por cierto… Chanyeol ¿Sabes que te ves horrible? Parece que no te has bañado en…
No lo pensó dos veces, simplemente interrumpió a Baekhyun dándole un simple y tierno beso en sus labios, estaba feliz, estaba dichoso, se sentía lleno de vida, después de todo su hijo estaba ahí, estaba con él, estaba parloteando como siempre intentando burlarse de él, estaba bien.
—Puaj, Park. Aléjate, hueles inmundo —dice intentando alejarlo, aún sin mucha fuerza que poder hacer.
—Lo siento, lo siento… —ríe suavemente sintiendo como las lágrimas se acumulaban en sus ojos—. Es que estas aquí, estas conmigo… Y ahora estarás castigado por darme el susto de mi vida, oíste jovencito.
—¿De qué mierda hablas ahora, papá? —le mira con una ceja alzada y lanza la última palabra más como una burla que cualquier otra cosa, pero los labios de Chanyeol vuelven a dejarlo perdido.
—Chanyeol… solo Chanyeol…
Seis meses después
Baekhyun acababa de colgar la llamada que tenía con Kai, de alguna manera estaba triste, extrañaba demasiado a su amigo, y la decisión de tomar rumbos diferentes fue algo realmente duro para ambos, aunque Chanyeol probablemente diría que era un maldito exagerado ya que se estaban viendo cada jodido fin de semana.
Si, exactamente con esas palabras.
Las cosas durante esos meses se podían decir que habían estado bien, había conseguido aclarar un montón de cosas con Chanyeol y de alguna manera habían… logrado iniciar de cero.
Por supuesto, no todo podía simplemente ser sencillo, las peleas estaban a la orden del día y prácticamente todas eran culpa suya, si, era lo suficientemente hombre para admitirlo.
Pero es que debía admitir que no había momento más interesante que en el que empezaba a notar como Chanyeol comenzaba a salirse de sus casillas y sabía que debía prepararse para huir por su vida.
¿Qué decir? Aún era un jodido amante de la adrenalina.
Por ello su primera pelea surgió en el momento en que decidieron mudarse de la ciudad para poder iniciar una nueva vida, sin nadie que los conociera o pudiera juzgar de cualquier manera.
Y es que Chanyeol había escogido el lugar más solitario, abandonado, aburrido y con nada que pudiera hacerte gritar al menos un poco durante el día. Un lugar jodidamente Chanyeol, por supuesto, quien se encontraba más que dichoso con lo que había escogido. La única ventaja era que no era un lugar realmente lejano, por lo que prácticamente cada fin de semana podía volver para visitar a Kai en su trabajo con la señora Lee.
La mujer era la señora más dulce que Baekhyun hubiese podido conocer alguna vez, tenía un encanto natural y una sonrisa fácil que lograba que cualquier persona a su alrededor pusiera una también, por lo que realmente les iba muy bien en las ventas del restaurante a pesar de ser algo pequeño.
Y con ello Kai por fin estaba empezando a tener su independencia, vivía en un pequeño apartamento y estaba pagando sus clases de baile como siempre lo había soñado, y si seguía de la manera en que iba pronto alcanzaría la beca que tanto había soñado.
Él por su parte había esperado tener que repetir el maldito año escolar, pero por algún motivo extraño y una curiosamente agradable carta de recomendación del antiguo profesor Wu logro graduarse justo antes de que la mudanza se realizara.
Después de todo las cosas estaban tomando un buen camino y, aunque sabía que quedaba un largo camino por recorrer para que todo su pasado lograra quedarse atrás, por lo menos todo estaba mejorando.
—Hey… —sintió un suave abrazo por su espalda y no pudo evitar sonreír de manera tranquila—. ¿En qué tanto piensas que me andas ignorando?
—Estaba pensando en todas las cosas que a partir de hoy dejan de ser ilegales en mi vida, podría incluso armar una lista de deseos con ellas ¿Sabes?
—Muy gracioso —rueda los ojos algo divertido y se aleja dejando un beso en su mejilla—. Más bien apúrate que la vela se derrite.
—Oye, déjame disfrutar el ser mayor de edad… además, es mi cumpleaños, no puedes tratarme así hoy, Park —le saca la lengua burlón para acercarse y pedir su deseo apagando aquella vela, tal vez era un poco infantil, pero que importaba, era su primer cumpleaños con Chanyeol en mucho tiempo.
Aunque no lo esperaba, tampoco fue una sorpresa el sentir el pequeño beso que Chanyeol le había dado en sus labios justo después de eso, haciendo que le mirara con algo de burla.
—¿Qué? Estoy seguro de que acabo de cumplir tu deseo.
—Bueno… mi deseo tiene más relación con el club de striptease nuevo que abrieron en el centro, pero no me molesta esto tampoco.
Siente como Chanyeol le lanza una almohada y no puede evitar reír burlón mientras se acerca intentando contentarle a punta de besos.
Bien, la relación si estaba mucho mejor de lo que cualquiera de los dos se habría podido imaginar seis meses atrás, pero no es mentira que llegar hasta ese punto costo muchos enojos, insultos e incluso amenazas absurdas de un lado y del otro.
La presencia de Do parecía imborrable incluso en los primeros meses a pesar de su muerte y la actitud estúpida de Chanyeol que lograba sacarle de quicio en más de una ocasión, pero poco a poco aprendían a convivir como una pareja y eso, para Baekhyun, era lo más importante.
Al final Baekhyun no tardo mucho en terminar empujando a Chanyeol a la habitación, empezando a besar su cuello una vez ya estaban acostados en la cama.
—¿Sabes? Creo que ya sé que es lo que quiero estudiar, Channie…
—¿A sí? —dice intentando no maldecir a Baekhyun por andar sacando un tema como aquel mientras hacía algo como eso—. ¿Y qué es?
—Piloto de carreras… creo que es eso lo que realmente quiero hacer con mi vida… —sonreía mientras baja su mano lentamente, acariciando suavemente el miembro ajeno sobre su pantalón.
—Pero… no dan eso en la universidad de la ciudad… —maldice por las acciones de Baekhyun e intenta concentrarse en sus palabras.
—Bueno… podemos irnos a otro lado, ¿Qué más da? Igual ya estas a costumbrado a cambiar de vida a cada nada…
Cuando siente como Chanyeol le tira de encima suyo y se levanta es que se da cuenta de cómo pudo interpretar sus palabras, por lo que, en lugar de preocuparse acaba riendo con fuerza.
—Channie… ven… lo siento —dice entre risas observando como le mira con molestia.
—Esto no es de ninguna manera gracioso, Byun…
—Ya lo siento, lo siento —intenta calmar su risa, fracasando inevitablemente, pero al notar como Chanyeol se da media vuelta dispuesto a irse de la habitación, toma su mano evitando que se vaya—. Duerme conmigo, por favor duerme conmigo Chanyeol.
Observa la mirada sería de Chanyeol fija en él, como si estuviera pensando en algo y entonces le observa darse media vuelta, de manera tranquila.
—No tengo otra opción, ¿verdad? —las palabras de Chanyeol calaron en su sistema dejándole impresionado, más al ver la sonrisa que había puesto en aquel instante. No esperaba que él lo recordara.
—Tienes muchas… —le siguió el juego, colocando también una pequeña sonrisa—. Pero en verdad me gustaría que, entre todas ellas, al menos por una sola vez, yo fuera la opción escogida.
En aquel instante Chanyeol se acerco dejándose caer sobre Baekhyun, sosteniendo sus manos sobre su cabeza, mientras acercaba sus labios a los ajenos mirándole fijamente a los ojos, con una sonrisa feliz y tranquila adornando su rostro.
—Siempre, sin importar que, vas a ser mi opción elegida, Baekhyun. Porque te amo, te ame, te amo y siempre te amare —dice antes de sellar su promesa y el inicio de aquella maravillosa nueva vida juntos con un suave y amoroso beso.
Fin