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Enamórame por Fullbuster

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Notas del capitulo:

Llegamos a la cuenta atrás, sólo quedan nueve capítulos jeje.

Gray Fullbuster POV


 


Cuando hoy me desperté, lo primero que pensé fue en que tenía que arreglar este maldito problema de la herencia. Quizá podría decir simplemente que no quería la herencia y ya está, pero no, no quería tomar el camino fácil, principalmente porque nos habíamos ganado el derecho a tenerla, teníamos un padre al que todos preferíamos tal y como estaba ahora, muerto, pero teníamos derecho después de todo lo que nos hizo pasar desde que nacimos, a tener acceso a su dinero, nos lo merecíamos, nos lo debía, así que no podía simplemente negarme, era algo nuestro y desde luego, iba a pelear por ello.


Sentí los brazos de Natsu agarrarse a mi cintura y no pude evitar sonreír al notar sus labios besar con suavidad mi cuello poniéndome la piel de carne de gallina. Me encantaban sus caricias, siempre conseguía hacerme temblar de placer, siempre conseguía lo que se proponía, provocarme.


~ Natsu… hoy tengo un día muy liado – le dije.


~ Si, conmigo –me dijo sonriendo – porque te recuerdo que hoy no está Romeo en casa


~ ¿Qué pasa? ¿Te molestaba?


~ Es un encanto de chico, pero que lo tenga su madre – me dijo sonriendo mientras me besaba el cuello haciéndome reír a mí – yo no quiero niños hasta… después de las once, cuando te haya hecho mío – me aclaró haciendo que me riera.


Me giré para besarle y es que Natsu tenía cada idea… mira que decirme que nada de niños hasta las once… ni que pudiera tirar de casa a los niños hasta que él quisiera, menos mal que no teníamos pensado tener ninguno en bastante tiempo y Romeo se había marchado con Jellal, porque así podía aprovechar con Natsu todo lo que quisiera.


~ Me quedaría todo el día contigo en la cama – le susurré a Natus y éste volvió a besarme con suavidad.


~ Hazlo entonces – me dijo sonriendo – pospondremos esa reunión para más adelante.


~ No puedo, es importante, lo sabes – le comenté.


~ ¿Qué vas a hacer al final? – Me preguntó – no puedes casarte, no con esa chica, que puede que sea simpática pero no soy yo – me sonrió.


~ Lo sé, sólo voy a hablar, te lo prometo.


~ Vale – me dijo volviendo a besarme.


~ ¿Me acompañarás al bar? – le pregunté sabiendo que hoy no trabajaba.


~ Si quieres – me dijo sonriendo y acercándome más a él para volver a besar mi cuello y mi oreja.


~ De verdad Natsu… que no puedes estarte quieto – le comenté


~ ¿Contigo en mi cama? Jamás – sonrió.


Ambos jugamos un rato en la cama aunque realmente no hicimos nada, nos vestimos, desayunamos y salimos hacia el bar dónde había quedado con Juvia. Cuando llegamos allí, aún no podía ver a Juvia, así que pedimos un par de cafés y nos sentamos una de las mesas a esperar. Estaba aburrido, supongo que yo había llegado pronto y puede… que ella se hubiera perdido un poco también, porque no llegaba.


Estaba tan aburrido viendo a Natsu tomándose su café mientras leía las noticias en el periódico, que no pude remediar que se me ocurriera algo, como sacar el pie de la zapatilla y colocarlo sensualmente y con delicadeza sobre el miembro de Natsu mientras movía mi  pie en él.


Se sobresaltó un poco Natsu, pero al verme tan tranquilo sentado y con una sonrisa juguetona, empezó a reírse dejando el periódico a un lado mientras me miraba y metía una de sus manos hacia mi pie acariciando mis dedos, aunque yo seguía moviendo el pie dándole placer a él.


~ De verdad que no puedo sacarte de casa – me dijo sonriendo - ¿No ves que pueden pillarnos?


~ ¿Y? – le pregunté con una sonrisa - ¿No te excita más eso?, si no quieres que nos pillen… no gimas muy alto – le sonreí y él me sonrió a mí.


~ El que va a gemir de los dos, eres tú, Gray – me comentó y me sorprendí cuando noté como abría un poco su bragueta y colaba los dedos de mi pie por ella tocando así su miembro.


~ ¿Vas enserio? – le pregunté


~ Tú eras el que quería jugar – me sonrió – pues hagámoslo


No podía creerme que Natsu aceptara tan rápido, de verdad que se estaba volviendo incluso más juguetón de lo que yo era y eso ya era decir… porque yo hablaba de estas cosas con mi hermano y creo… que mi hermano no había nada que no hubiera hecho.


Al fintal, tras tanto juego en la mesa, acabamos en el servicio empotrándonos sin mucho control por las paredes. Natsu hasta había empezado a quitarme la camiseta. Diría que fue él, pero es que para cuando él me estaba quitando la camiseta, yo ya hacía unos segundos que se la había quitado y es que… me apetecía mucho hacerlo con él, me daba igual si era el servicio de un bar y que cualquiera pudiera entrar, más morbo habría por la intriga de si alguien nos pillaba o no.


De verdad… que creo que la influencia de Jellal no era nada buena, ¡pero era divertido! Desde que hablaba con él o me iba a tomar cafés a su casa ¡porque para algo era mi hermano! Yo me había vuelto algo más impulsivo, quizá había empezado también a sacar algo de carácter que antes no tenía, pero no me quejaba absolutamente ni un poco, porque aunque sabía la mala influencia que era Jellal, era un gran hermano.


Sentí las manos de Natsu sobre mi trasero impulsándome para subirme en la encimera del lavamanos sin dejar de besarme el cuello. Envolví mis dedos entre su cabello sonriendo, cogiéndolo con fuerza para separarle del cuello y me miró sonriendo. Le besé con pasión y es que creo… que quizá me excitaba también un poco eso de dominarle en algunas ocasiones, de conseguir que hiciera lo que yo quería ¡Jellal era una mala influencia! Quedaba claro ahora.


Natsu seguía acariciándome la espalda, seguía acariciando mi pecho y aunque aún tenía cogido su cabello entre mis dedos, se impulsó hacia delante para besar y lamer mi torso, para saborear mis pezones mientras yo gemía y le pedía que no se parase y es que, me encantaba que lo hiciera, me encantaban sus besos suaves por mi abdomen y mi pecho, en realidad de él me gustaba todo.


Sus ágiles manos ya estaban quitando el cinturón de mi pantalón mientras yo intentaba devolver mi respiración a la mayor normalidad posible. La mano de Natsu se colocó en mi pecho empujándome para que apoyase la espalda contra el espejo mientras bajaba un poco mi pantalón y metía mi miembro en su boca lamiéndolo con tal maestría, que me fue imposible no jadear.


Estaba tan concentrado en ello, que cuando la puerta se abrió de golpe, nos sorprendimos los dos al ver a una chica de cabello azul mirándonos demasiado asombrada hasta para moverse, se había paralizado y se estaba poniendo roja como un tomate al ver a Natsu con mi miembro en su mano y mirándola.


~ Lo siento – dijo de golpe saliendo y cerrando la puerta tras ella.


~ ¿No era esa la chica de la fotografía? ¿Esa con la que habíamos quedado? – me preguntó Natsu.


~ Sí – le dije – joder, pues empezamos bien – le comenté a un Natsu que empezó a reírse sin poder parar.


~ Bueno… creo que le acabo de dejar claro, que Gray Fullbuster tiene dueño.


~ ¿Qué crees que soy? ¿Un objeto al que utilizar? ¿algo que puede tener dueño?


~ Sí – me dijo Natsu - ¿Tengo que marcar mi territorio para que nadie se te acerqué o salimos a hablar con la pobre chica? – me preguntó besándome con dulzura.


~ Salimos –le dije.


Nos volvimos a vestir y salimos hacia nuestra mesa donde estaba la pobre chica sentada, esperando y con la cabeza agachada por la vergüenza y es que… claro pillarnos así no creo que hubiera sido algo que se olvidase fácilmente.


~ Hola, Gray Fullbuster – le dije tendiéndole la mano aunque ella dudó si aceptarla o no, al final lo hizo – él es Natsu Dragneel – Natsu le saludó desde la distancia con una sonrisa.


~ Juvia Loxar – me dijo con una suave voz y no parecía para nada… mala chica, aunque a mí me sonaba mucho esa chica.


~ ¿Nos conocemos? – le pregunté, porque de verdad que me sonaba y ella pareció alegrarse.


~ Claro que sí Gray – Sama –me dijo de golpe y aluciné por la forma en que me llamaba – íbamos juntos al colegio, usted siempre iba solo y se pasaba el día estudiando, quizá por eso nunca se fijó en mí.


~ Oh… lo siento entonces, pero no lo recuerdo, toda esa etapa de mi vida la tengo bastante confusa – me disculpé – bueno… ¿Estabas informada del trato?


~ Algo así – me comunicó – Silver hizo ese acuerdo con mi padre cuando pensaron en fusionar las dos empresas.


~ ¿No hay forma de poder obtener las herencias sin tener que casarnos? – le pregunté


~ Me temo que no, lo planearon así.


~ Verás, no tengo nada en tu contra, eres una chica preciosa y pareces muy simpática, con un carisma único, pero es que no puedo casarme contigo, estoy enamorado de otra persona – le comenté.


~ Lo sé, lo he visto – nos comunicó cuando Natsu intentó disimular la risa por la escenita del baño.


~ ¿Qué podemos hacer? Necesito la herencia.


~ En realidad mi padre también me está utilizando un poco y aunque siempre he sentido algo por usted, me alegro de que encontrase a la persona adecuada a quien amar, porque siempre parecía muy sólo y triste cuando vivía en Estados Unidos – me comentó – quizá tenga un plan para poder arrebatarles las empresas a nuestros padres.


~ Si tienes un plan, me gustaría escucharlo, porque estaría dispuesto a cualquier cosa con tal de obtener esa herencia.


Juvia me contó su brillante plan y es que al parecer, ella tampoco estaba nada conforme con la decisión de su padre ni de cómo llevaba la empresa. Ella había estudiado negocios y quería llevar la empresa, pero su padre no la soltaba, así que al final, acabamos teniendo el mismo objetivo, arrebatarles las empresas y haríamos lo que hiciera falta, aunque Natsu al escuchar el plan dudó un poco sobre él.


 


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