-¿Me dirás lo que llevo tanto esperando?-
-Primero he de saber, ¿Qué tipo de respuesta es la que esperas?-.
-Una sincera por supuesto-.
Dijo sonriente el chico, sin importarle lo que fuera a decir el hombre, al cual llevaba tiempo acosando…
-Bien…
Aoi sólo estaba un poco triste pero ansioso por escuchar lo que Kyo tenía para decir…
-¿Si? Esto se vuelve muy pesado, termina con esto de una vez…
-No seas impaciente, es sólo que no sé cómo decirte lo que quiero, yo… no quiero que termines odiándome.
-Lo haré si sigues haciendo esto más prolongado
-Bien… comenzaré con la razón número uno…
-¿Sabes qué? Mejor te daré hasta la noche, piensa muy bien tus razones una vez más, si me darás excusas tontas ahora, no voy a escucharlas…
Kyo casi se cae de espaldas al escuchar las palabras tan obstinadas del chico que anteriormente estaba tan ansioso de escuchar, no hubo más conversación por parte de ambos, ni siquiera en el automóvil, Kyo sólo se limitaba a ver al distraído Aoi por el espejo retrovisor sin dirigirle la palabra, sólo observando cómo miraba por la ventana y hacía notar un poco su nerviosismo, enojo, disgusto y tristeza.
Después de haber pasado aquel día distraído en la escuela, Aoi estaba con el mismo humor que con el de esa mañana, algo que Kyo volvió a intentar ignorar, era bastante molesto el simple hecho de que tendría que explicarle lo que le gustaría en una pareja y lo era aún más que tendría que explicárselos a un niño. Ese era un asunto el cual no le hubiese gustado hablar, y ni siquiera nunca había tenido el tiempo o el más mínimo interés para pensar en eso, algo que en ese momento lo hacía sentirse frustrado. La tarde fue incómodamente lenta, entre los tiempos de la comida y que mientras Kyo trabajaba Aoi veía televisión, o cuando Kyo se relajaba, Aoi estaba fastidiándose con sus tareas, todo dentro de la sala en la que ambos al verse disimuladamente molestos se preguntaban a sí mismos por qué tenían que estar soportando es tortura de estarse ignorando… pero sin embargo, Aoi pareció haber adivinado en lo que Kyo pensaba… ya que el chico fue el primero en romper el silencio, pero para el disgusto de Kyo, ya que lo hizo en una manera bastante… molesta y demandante…
-¿Me dirás ya o quieres mejor esperar hasta el viernes?
-Te había dado mi palabra ¿No es así? Pero mientras me ignores y no hables conmigo no te diré nada…
-Pero si te estoy hablando ahora.
-*mierda, tiene razón*
Kyo respiró profundamente volviendo a calmarse mentalmente y después de cinco minutos de incómodo silencio comenzó a decir tristemente…
-Primero ven aquí, esto es algo que no puedo decirte si estas ya tan distante de mí-.
Mientras decía aquello hacia un movimiento con la mano dando a entender al chico que se acercase a él, quien temblorosa y nerviosamente avanzaba lentamente, había esperado ese momento por casi ya tres días, pero ahora no estaba seguro de que si en verdad quisiera escuchar esas posiblemente hirientes palabras que escucharía por parte de la persona a la cual amaba con todo su corazón…
-Bien, dilo rápido, quiero que no me quite demasiado tiempo, necesitaría ese tiempo para pensar…
-No pienso tardarme demasiado, si más no recuerdas solo es una aclaración y las cosas que yo he ideado que almenos debe tener la persona a la cual yo pudiese amar.
Aoi ya cabizbajo y triste sin que hubiese iniciado aún hizo a Kyo ponerse más serio que antes y con más ansias para terminar con eso cuanto antes…
-Bien, chico dramático, la primer cosa que yo quisiese en la persona a la que amaría, es que almenos sea de mi edad, como tú sabes y como no debiste hacerlo público, soy bisexual así que puede ser mujer u hombre, ambos para mí estarían bien, pero sólo para terminar aún más rápido, quiero que esa persona no me trate sólo como su capricho, si es por una confusión suya sería muy problemático ya que yo sería el perjudicado…
Aoi escondió un poco más su rostro para silenciosamente comenzar a llorar, porque el hombre era tan complicado y era más que obvio que le pondría la situación más que difícil… en pocas palabras… imposible. Kyo al notar eso calló un poco y miró a Aoi, quien montaba una escena pocamente conmovedora, pero aun así que le llegó un poco al corazón.
-Mira Aoi, esto no lo hago por hacer que me odies, es sólo que debemos ser un poco cuerdos con respecto a todo esta situación, eres un niño, además eres un varón, mírame, yo soy un viejo que no hizo nada en su vida, dejé la escuela para dedicarme a escribir, tu eres muy pequeño para apenas saber incluso qué es el amor, dudo que incluso te hayas enamorado, para eso debes tener mucha madurez, es por eso que yo no podría amarte, debido a tu edad no puedo aceptar que estés enamorado de mí, podría ser sólo una confusión de tu parte y sobretodo no podrías definir tus preferencias sexuales a tan corta edad…
-¡YO TE AMO EN VERDAD, NO SERÍAS JAMÁS UN CAPRICHO MIO, EN CUESTIÓN DE EDAD, ¿QUÉ IMPORTAN OCHO AÑOS?!... podrías esperarme, y si tengo esa madures, tanto como saber de quién me enamoro y de mis preferencias sexuales, yo ¡TE AMO A TI! ¡POR ESO TE PIDO QUE ME AMES!...
-Aoi, aún no estás seguro de eso, y con respecto a esperarte… enserio que pareces realmente desesperado…
Frotó su cara con un poco de frustración y un poco de gracia…
-Esperarte es práctica y lógicamente imposible…
Aoi continuó llorando, esta vez de una manera un poco más sucia y ruidosa que antes, se levantó despacio y limpiando su rostro le dio las gracias a Kyo, le deseo buenas noches y fue a su habitación, dejando a Kyo solo, serio y con su trabajo, y aunque sólo fuera apenas media hora recordó que también le habían dejado a su cargo un papeleo que debía llenar para el día siguiente, un papeleo que estaba en su habitación. Cuando se dispuso a ir por él, escuchó una voz proveniente de la habitación de Aoi, el chico no tenía la costumbre de hablar solo, así que con algo de curiosidad se quedó a escuchar lo que estaba diciendo al aire…
-No entiendo a Kyo, dice que es bisexual, pero no quiere estar conmigo, que sólo lo engaño con lo que le he estado diciendo todo este tiempo con respecto a mis sentimientos, que necesito madurar y que él es un viejo y yo un niño, ¿Soy yo el que no tiene la suficiente madures como para decirle que enserio lo amo? ¿O es él el que no tiene la madures o incluso la valentía para querer enamorarse?...
Justo en ese momento decidió no escuchar más e ir por sus papeles en los que posiblemente se retrasaría, con la enorme pila de hojas que estaba cargando y con la cabeza perdida en lo que había escuchado hace unos momentos en la habitación de Aoi, tanto que no se percató que el chico salía de su habitación justo cuando el pasaba frente a ella, haciendo que tirara unos cuantos papeles…
-Lo siento Kyo…
-No te disculpes, sólo ayúdame a recogerlos por favor.
-Bien…
Mientras que Aoi juntaba los papeles y los ponía en orden sobre los brazos de Kyo continúo…
-¿Sabes? He estado pensando, este tiempo, puede que en verdad haya sido demasiado poco el tiempo con el que pensé esto, pero… Tal vez si intentamos tener algo tú puedas llegar a quererme…
-Olvídalo, no quiero involucrarme de esta forma contigo…
Kyo comenzó a avanzar sin hacer mucho caso a que Aoi aún continuaba levantando papeles del suelo…
-Por Favor… Yo solo quiero sentir lo fabuloso que sería ser tu pareja…
-Ya te dije que no, eres apenas un niño y no eres realmente muy amable que digamos como para serlo…
-Por favor, aunque sea por una semana… o lo que dure una noche…
-¿P-Pero qué estás diciendo?
Kyo se sonrojó y avanzó aún más rápido, seguido por Aoi, quien trataba de seguir su paso y hablándole, al bajar las escaleras, a tres escalones del piso tropezó dejando caer esta vez toda la pila de hojas, las que se esparcieron por el suelo, y Aoi sin preocuparse terminó de bajar las escaleras para ayudar nuevamente a levantar todo el desastre que se había hecho…
-Debes ser más cuidadoso, y no intentes huir de mí, anda, si aceptas yo…
-¿Tu qué?
-Si mantienes una relación conmigo por dos semanas y no llegas a quererme…
-¿Qué pasará?
-Yo aceptaré tu decisión y no volveré a molestarte con eso…
Kyo abrió los ojos como platos y se quedó paralizado mirando a Aoi, quien parecía que otra vez comenzaría a llorar…
-Aoi yo…
-No digas nada ahora, piénsalo, te daré de aquí hasta el viernes…
Terminaron de levantar y Aoi esta vez ya no salió de su habitación para nada, y Kyo desconcertado aún estaba llenando sus hojas de garabatos y cosas al azar sin darse cuenta, sino hasta el día siguiente cuando recibió el regaño de su editora y los comentarios de burla de sus compañeros de oficina, algo que también le sirvió para darse cuenta de que no era muy efectivo trabajar cuando no tenía la cabeza en su lugar… Así pasó la semana, Kyo desconcertado y no dando una en el trabajo, y Aoi un poco malhumorado, hasta que el viernes por la noche Kyo retomó lo de la conversación que había tenido el día lunes con el chico, a quien estuvo evitando en momentos incómodos innecesarios.
-Aoi, Tal vez no quieras saber, pero… Hipotéticamente hablando…
-¿No quiero saber? Es algo que tarde o temprano te preguntaría, es sólo que parecías incómodo cuando sólo me quedaba en silencio y me evitabas…
En la cabeza de Kyo se vio una pequeña gota de vergüenza y mantenía (o intentaba mantener) una cara que no mostrara culpa. Sin embargo tuvo que romper el silencio.
-Sí, he pensado en eso, pero… Hipotéticamente hablando, si es que aceptara, que aún no sé si hacerlo o no, ya que posiblemente pueda llegar a arrepentirme, si yo acepto y no llego a quererte… ¿Dejarás de molestarme en cuestión romántica y mantendremos una relación profesionalmente amistosa?...
-Si…
Contestó el chico tristemente, a lo que Kyo sonrió un poco e hizo que se tranquilizara un poco y pensara en muchas posibilidades que tendría al haber pasado aquellas dos semanas…
-Y… ¿Por qué no mejor te olvidas simplemente de esta tontería?...
-¡¿QUÉ?! MIS SENTIMIENTOS NO SON TONTOS… sólo quiero esto para saber qué es lo que se siente ser amado por ti, aunque lo aparentes… y si almenos no lo intento no estaré feliz con lo que pase después…
-Lo siento Aoi, hablé mucho y sin pensar…
-Sólo quiero que en este momento me digas que sí o no, sin decir más…
Kyo se vio en un momento terminal, este era el momento de aceptar y después de dos semanas quitarse de encima tantas molestias y estrés o rechazar y verse incómodo al estar con el chico…
-Está bien, acepto… ¿Por cuánto tiempo dijiste que sería?
Aoi se sorprendió al escuchar la respuesta de su amor platónico, el hombre que hasta ahora había sido inalcanzable, lejano…
-S-sólo dos semanas…
-Bien, podré vivir con eso…
En ese momento llegó el auto del desconocido amigo de Aoi y amigo de la vida de Kyo…
-Sólo abrázame ¿Si? Comenzaremos el domingo por la noche, duerme bien Kyo…
Kyo sólo obedeció pensando esta vez en el martirio que viviría a partir del domingo por la noche, y así después Aoi estuvo listo para partir, feliz por la respuesta y que a partir del domingo por la noche estaría teniendo una relación (aunque sea falsa) con el hombre de sus sueños y el que le robaba el corazón con esa estatura, su piel suave y ligeramente bronceada, ese cabello hermosamente negro y largo hasta los hombros sujeto en una cola, sus anteojos cuadrados que resaltaban esos ojos de color café que a cualquiera le quitaría el sueño, el hombre de sus sueños sin duda alguna, eso lo hacía el niño de doce años más feliz del mundo, ni siquiera la felicidad de sus cumpleaños pasados o los regalos de navidad que hubiese recibido lo hacían más feliz que el hombre que tanto amaba en ese momento le hubiese dicho que sí… era una felicidad extrema, más de lo que las palabras pudiesen describir…
CONTINUARÁ...