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Strings & Piano por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola. 

Les traigo un nuevo capitulo de esta historia. No se porque pero practicamente se escribe sola XD bueno, esto espero que lo disfruten...

Muchas gracias por los RR me hizo muy feliz que leyeran este fic y comentasen espero que esta vez reciba mas RR

Capítulo 3 Príncipe arrogante…

 

Me preguntó qué fue lo de hace un momento... No quiero pensar que por primera vez alguien me trata con condescendencia, pero aquella clara reacción de rechazo fue muy real… Umino Iruka… parece un chico algo interesante, aunque no estoy seguro de definirlo así.  Sí realmente rechazo mis buenas intenciones ¿Por qué lo hizo? No recuerdo habérmelo topado antes de hoy…

Al verlo de reojo me doy cuenta que mi primera impresión fue exagerada, no es más atractivo que yo, sin embargo tiene cierto aire de encanto, pero pensar que el mundo adquiría color cuando venía hacia mí fue excesiva, bueno eso sólo prueba que no puedes juzgar a alguien por su fachada tan fácilmente ¿Verdad? Siendo yo el vivo ejemplo ¿Cómo pude dejarlo pasar? Quizá si dejase de fruncir el ceño y parecer incomodo se vería mejor, o al menos me habría engañado por más tiempo. Ah˜ ojala que no se tome mucho tiempo esta reunión, tengo que practicar una nueva pieza, sin embargo ¿Por qué intenta alejarse de mí tan obviamente? ¡Ni que quisiera que se acercara tampoco! Pero ahora empiezo a enfadarme por esa actitud ¿Le habré hecho algo? ¡No lo creo!

*

Pensamientos como esos ocupaban la mente del pelo plata mientras miraba el reflejo de Iruka a través de la ventanilla del auto. Apoyaba su mentón sobré su palma extendida hacia arriba. No obstante, esta era la primera vez que alguien se mostraba frio cuando él le hablaba, no es que le importará pero era una novedad ¿Quizá era tímido?

Lentamente se giró sobre si para poder hablarle una vez más, sería interesante ver qué pasaba si le hablaba de nuevo, de todos modos debía al menos intentar tratarle por el bien de su reputación.

*

Intentaré llamarlo una vez más, si eso no resulta, entonces será la prueba de que me equivoque con él, y sólo me deje llevar por su apariencia… Tiene que ser la mejor actuación que haya hecho hasta ahora, veremos que tanto me equivoque contigo Iruka.

-Iruka…- Le llamé con dulzura en la voz y mirada desencantada, este gesto era imposible que pudiese fallar. El mencionado sólo me miró de reojo con reticencia y regresó la vista al frente con  lo que se podría calificar como un gesto de  insolencia, ¡Cálmate Kakashi! Todavía no cedas, aunque es claro que eso de ahora no era para nada timidez, lo intentaré una vez más y si no funciona entonces lo dejare por la paz. Que no funcione sólo significará que al igual que los demás es una pérdida de mi tiempo…

– Oye… - Dije un poco más afectado, como si su actitud anterior me hubiese afectado- ¿De casualidad te he hecho algo?  - Él me miró con sorpresa aunque no respondió.- No sé si son imaginaciones mías pero siento que no te agrado, si te he hecho algo podrías decirme ¿Que fue? – Seguí hablando con aparente congoja, vi como lentamente arqueó una ceja con sospecha. –Sí fue porque decidí llamarte por tu nombre y eso te disgusto, me disculparé… Vivías en Japón hasta hace poco ¿Verdad? Supongo que tus costumbres aún…

-¿Podrías dejar de actuar así?- Me dijo claramente fastidiado en voz baja, interrumpiendo lo que decía al instante yo sólo lo miré con desconcierto- No necesitas aparentar nada conmigo…

-¿Que? ¿De qué hablas? – Intenté decir pero él me ignoro y volvió su mirada al frente.

¡¿Qué rayos le pasa?! ¿Aparentar? ¿Se refiere a mí? No sé por qué pero está empezando a fastidiarme pensé antes de girarme de nuevo hacia la ventana guardándome la molestia bajo una fachada de decepción, tengo que calmarme antes de que lleguemos al restaurante…. No puedo revelar mi verdadera personalidad, no con Kushina-san presente… No debo… ¡Olvídalo! ¡Estoy molesto! ¡Solo es un idiota más! ¡Que decepción!

-Tsk…- Chasqueé la lengua sin poder evitarlo, y mis ojos orbitaron inmediatamente a Kushina-san para ver si lo había notado, sin embargo ella iba atenta al camino y a nada más, un suspiro aliviado salió automáticamente al verla.

*

A partir de ese instante ninguno de los dos menores se dirigió nuevamente la palabra. Kushina y Minato podían sentir la tensión que se cernían entre ellos. Kushina incapaz de poder soportarla decidió encender el estéreo, para llenar el incómodo silencio.

-¡Minato-kun! ¿Tienes algún CD por aquí? –Preguntó ansiosa sin saber muy bien porque. El rubio la miró de reojo e igual de ansioso respondió con una risita forzada.

-¡Ah! ¡Sí, en la guantera!- La joven se apresuró a poner uno relajándose cuando el sonido inundó el auto.

Tras media hora de camino, llegaron al fin a su destino, Kakashi bajo junto con su mochila de la escuela y se paró en una postura relajada en la cera mientras esperaba a que el resto le alcanzara, Minato encontró curioso que bajara con todo. Y le dijo.

-Kakashi, ¿Porque no dejas tus cosas? Al fin y al cabo volveremos juntos- El menor le miró con una expresión de indiferencia disfrazada de despiste tan natural que no pudo evitar pensar que era un chico con mucho talento para la actuación ¿Cómo podía hacerlo? Se preguntó realmente curioso mientras el menor sacaba su celular y billetera, posteriormente con una sonrisa traviesa le lanzo la mochila al rubio quien apenas la atrapó, pues por más que viera ese comportamiento en el menor no se acostumbraba más bien lo asustaba, sobre todo porque ese comportamiento podría sólo significar una cosa… ¡Kakashi se había enojado! Y la mirada fría que le dedicó por apenas un segundo sólo hizo que tragara en seco ¡La pubertad asustaba! Apenas pudo hablar dijo.

– ¡Mínimo tráela hasta aquí!- Reprochó fingiendo que no lo había notado.

-Minato-san  fuiste quien dijo que la dejará – Devolvió el pelo plata con voz serena y su impecable sonrisa. Minato tragó en seco más atemorizado aun y volvió a pensar con pánico ¿Por qué esta tan molesto? ¿Es mi culpa? ¿Al fin se dio cuenta de que lo traje a la fuerza conmigo?

-Sí, si ya sé…-  Dijo intentando sonar irritado en respuesta, aunque el leve temblor en su voz le delató.

-Eh… Pareces algo pálido Minato-san ¿Estás bien? –Preguntó Kakashi con un tono inesperadamente afable y preocupado. El rubio simplemente sonrió nervioso en respuesta. Y el pelo plata se encogió de hombros en un gesto de que él no tenía remedio sin que su sonrisa gélida abandonase su rostro.

Kushina e Iruka observaron el intercambio con aire curioso, la peli roja sonrió genuinamente por la “ligereza” de Kakashi al tratar a Minato, ¡Esos dos se llevaban muy bien! Pensó contenta. E Iruka quien se percató del falso comportamiento del pelo plata, se limitó a mirarlo reprobatoriamente.

-¡Es cierto!- Intervino de repente la joven- Minato-kun debo ir a la librería que esta al final de la calle se pueden adelantar al restaurante yo volveré en seguida.- Anunció comenzado a caminar. Minato aventó la mochila del menor al auto cerro con llave la puerta y caminando en un trote hasta la chica consiguió alcanzarla. ¡Era su oportunidad de poner distancia con su primo! Al menos hasta que su humor mejorará y dejará de actuar tan terrorífico... Los  dos menores se quedaron de pie en la acera sin decir ni siquiera una palabra.

Al ver a la pareja alejarse, la sonrisa que aparentaba amabilidad y paciencia en Kakashi se borró de su cara automáticamente, y sus ojos se tornaron fríos como el hielo sin disimulación alguna de su parte, Iruka lo miró por un segundo ofuscado por el contraste de ese simple gesto y se quedó congelado, era como si aquellas perlas negras hubiesen lanzado un maleficio sobre él impidiéndole dar un paso. Pareció una eternidad pero en realidad fue sólo un segundo lo que permanecieron en contacto sus ojos.

-¿Cuánto más vas a quedarte ahí parado?- Preguntó con acritud. Iruka dio un respingo y comenzó a caminar tras él cuándo le vio darse la vuelta para ir a la entrada del restaurante. Así que había dejado de aparentar lo que no era, pensó el moreno con duda. No lo esperaba.

***

Entraron al restaurante, y hasta Iruka tuvo que reconocer que la belleza de Kakashi era lo suficientemente impactante como para que todas las personas del lugar se girasen a verlo. Las caras sonrojadas, y las miradas perdidas de todos mientras Kakashi se desplazaba por el pasillo eran obvias, parecía un príncipe, su elegancia y apariencia eran impresionantes al grado de que los murmullos que se escuchaban a su paso lo confirmaban

- ¿Ya viste que guapo?- Dijo una chica que parecía de universidad sentada con su grupo de amigas que sonrojadas asentían al comentario.

-Trae uniforme debe ser un estudiante apenas.- Comentó otra de esas chicas. Cuando Kakashi paso a su lado las miró de reojo y dejo ver una sonrisa lobuna que incluso de perfil Iruka pudo ver perfectamente. El grupo de mujeres chilló abrumadas por recibir una sonrisa de parte del menor.

- ¡Su sonrisa es como la de un ángel! – Escuchó el moreno que decían cuando Kakashi estaba lo suficientemente lejos de su mesa.

Iruka sintió un pequeño tic en su ceja ¿Un ángel? Esa sonrisa a sus ojos parecía más bien la de un playboy o algo así, ¡Idiota arrogante!

La camarera se nos acercó al tiempo que Kakashi se dirigía a la mesa que había elegido justo al lado de la ventana. Sin embargo con la mesera su trato fue distinto…

-Bienvenido, Permítame escoltarle…- Dijo la chica con un fuerte sonrojo con forme Kakashi se acercaba a ella, el menor la paso de largo sin siquiera mirarla, la chica lució afectada por un momento y agacho la cabeza abatida.

¡Era el colmo! Se dijo Iruka. Acaso porque era una empleada del lugar su trato con ella era distinto, a las universitarias de hacia un rato las había mirado y sonreído con presunción ¡Que cruel! No pudo evitar sentir irritación al ver su actitud, aunque no podía hacer más que acercarse a la chica y decir.

-Gracias…- La joven le observó con sorpresa, y él le sonrió gentil mientras hablaba- Nos sentaremos en esa mesa. Aún faltan dos personas, así que ordenaremos hasta que lleguen.- La chica asintió con inseguridad después de darle una breve mirada de reojo a Kakashi que ya estaba sentado para después alejarse sin más. ¡Que raro!

Las mesas eran semicirculares o más bien en forma de “U” rodeaban las paredes del local dejando los espacios amplios en el pasillo, fácilmente se podían acomodar perfectamente hasta seis personas en una. Kakashi se había sentado hasta quedar al medio de la mesa, Iruka quedó justo al lado derecho lo más lejos posible de él, resultaba un poco incómodo pero no quería acercarse al otro más de lo necesario, todavía estaba molesto por su actitud.

***

No sé por qué pero no puedo evitar que mis ojos orbiten hacia su figura, puedo admitir que es irresistiblemente guapo ¡Pero! Que se recline con esa postura tan estilizada, mientras su cabello plateado se ondea con cada movimiento y sus ojos se concentran en las páginas del libro que sacó de su chaleco, sumado al hecho de que las personas a nuestro alrededor no dejan de mirar hacia su mesa.

¡Es tan frustrante! ¡Todos ustedes no deberían engañarse! ¡Lo que ven es sólo una ilusión! ¿Eh? ¿Irresistiblemente guapo? ¿Porque pienso en algo como eso? ¡Rayos! Sí que se me está fundiendo un foco, ¡Cálmate Iruka! Únicamente es una breve confusión mental por estar tan cansado. ¡Sí eso es! Ahora que lo pienso ayer estaba tan nervioso que no pude dormir muy bien… Ah˜ ojala Minato-san y Kushina-san no tarden mucho…

-…………….- Kakashi se puso a leer sin prestarle atención a ninguno de los presentes, era plenamente consciente de que era muy hermoso y esas reacciones eran comunes en su día a día, lo que no era común era su acompañante en ese momento ¿Porque hacia tantos gestos? No podía creer que estaba en la misma mesa que ese chico imposible, pasaba sus emociones en su rostro con una velocidad impresionante a diferencia de él su porte y elegancia eran por mucho al nivel de la más fina aristocracia, las caras y gestos raros que expresaba el moreno a su lado jamás las haría en público. Siempre había pensado que era casi un privilegio que todos esos plebeyos se regodearan con su figura y perfección. Sin embargo, ¿Porque el chico a su lado parecía despreciar todo eso? ¿Qué problema tenía con él?  Y pensándolo mejor ¿Por qué seguía dándole vueltas a ese asunto?

Lo cierto era que no entendía porque parecía desagradarle al castaño, no recordaba haberle tratado antes e incluso si hubiese sido así, jamás transgredía a nadie de la escuela, prefería llevar las cosas en paz, y las personas jamás se mostraban frías con él. Lo que le hacía preguntarse porque de repente este chico le trataba tan displicentemente de buenas a primeras, otro en su lugar buscaría incluso sacarle información o aprovecharse de quedar a solas con él. Alan por ejemplo, hablaría de cosas que ni le van ni le vienen por el simple propósito de charlar con él. Kate, se acercaría a él hasta invadir su espacio personal tocándole el brazo o riendo nerviosamente cuando él la mirará, pero Iruka parecía no ser como ellos lo cual era tal vez la razón de su aparente arrobamiento por el moreno. Lo mejor era aclarar todo de una vez antes de que los dos mayores volvieran, probablemente fuese una pérdida de tiempo nuevamente pero era mejor dejar las cosas claras de una buena vez.

 

-Oye… - Dijo con solemnidad sin apartar la vista de su libro.  Iruka volteó a verlo por inercia sonrojándose sin querer ante el perfil del pelo plata ¡Rayos! ¡Realmente era muy guapo!-  ¿La pregunta que te hice antes puedes responderla?

-¿Eh?-  Articuló confundido el moreno- ¿De qué hablas?

-Te pregunté ¿Sí hice algo que te molestara?- Repitió mirándolo de reojo moviendo su cabeza de forma tal que sus cabellos cubrieron parcialmente su cara haciéndole ver muy sexy. Iruka sintió un palpitar fuerte en el pecho y se giró bruscamente apartándose de él. Kakashi frunció el ceño irritado ante el gesto- ¿Al menos dime porque te desagrado?

La pregunta desubico al castaño que perturbado por el palpitar de su pecho y sin querer mirar de nuevo al chico a su lado respondió.

-Yo…- Tragó en seco y continuó - Yo no soporto a la gente de tu tipo. – Declaro sin mirarlo.- Desprecias a las personas por su aspecto… Como antes cuando esas chicas de la mesa de la entrada te coqueteaban les sonreíste pero en cambio cuando la mesera se te acerco la ignoraste. ¿Crees que porque es una empleada puedes tratarle tan indiferente? Hiciste sentir mal a esa chica. Los tipos como tu realmente son de lo peor.- Kakashi afiló sus ojos claramente enfadado pero no dijo nada volvió su mirada al libro y su largo flequillo ocultó su rostro. Iruka decidió entonces volver a mirarle de frente y por un segundo el semblante de Kakashi lució apesadumbrado a sus ojos, ¿Habrá dicho demasiado? No, todo lo que dijo era verdad.

-¿Crees que me conoces?- Preguntó glacial el pelo plata, haciendo que Iruka tragará en seco algo expectante.

 

Kakashi por su lado contaba hasta diez para tranquilizarse, no permitiría que ese comentario lo afectara. Aunque contar no estaba ayudando, ya que llegó a nueve y percibió que aún estaba irritado siguió de largo la cuenta ¿Los de su tipo dijo? ¿Qué diablos quería decir? ¡No habían más como el! ¡Bueno no al menos en ese país! ¡Daba igual! Inclusó así ¡Él era único! ¡Perfecto! ¡Guapo! ¿Qué rayos trataba de decir con “tipo”? ¿Qué era cruel? ¡En todo caso porque metía a la mesera, esa tipa se merecía su trato, debería agradecer que al menos esté dispuesto a respirar el mismo aire que ella!

Después de haberle causado tantos problemas unos meses atrás era lo menos que se merecía, esa bruja con cara de mosquita muerta. Seguramente este tonto cree en su numerito de mártir, ¿O es demasiado ingenuo o muy estúpido? Pero qué caso tiene advertirle sobre esa chica, allá él si quería ser arrastrado por las mentiras de esa mujer, después de lo que le había dicho seria su venganza por levantarle falsos. ¡Decidido! ¡Ese chico no valía para nada la pena! ¡Que se arreglará como pudiera! Se sentía idiota por mostrar tanto interés. De todas formas después de ese día no pensaba topárselo más, aun si Kushina- san quisiera que se llevase bien con ese chico era obvio que sería imposible.

Ojalá que esto no me afecte en el concurso, lo menos que quiero es perder el apoyo de Kushina-san en el concurso que está por venir. Sólo ella puede acoplarse perfectamente a mi música, quizá por su amplia experiencia o quizá porque también ha acompañado a Minato-san en sus presentaciones, no lo sé, pero dudo poder encontrar otra pianista tan buena como ella. Y si se diera el caso, tendré que conformarme con el pianista general que asignan durante el concurso. En cuanto a Mia, esperaba que por su bien se mantuviese alejada de la mesa ese día. Lo último que quería era lidiar con esa arpía mentirosa.

 

Teniendo en claro todo eso, cerro su libro de un sopetón lo dejo sobre la mesa y aflojándose la corbata para poder desabrochar los primeros dos botones de la camisa dijo.

-Entonces eso hace la conversación más rápida…-  Iruka le miró expectante.- Te haré una advertencia, la mesera a la que tanto proteges de mi crueldad no necesita para nada que lo hagas. Te convendría mantenerte alejado de ella…

-¿Ahora de que hablas? No digas cosas sin sentido, esa chica realmente parecía afectada…- Respondió fastidiado Iruka.

-Luego no digas que no te lo advertí- Dijo Kakashi sonriendo de lado de forma arrogante apoyando su mejilla en su mano extendida hacia arriba y el gesto molesto al moreno. Kakashi pensó entonces que ya no importaba tratar de llevarse “bien con él”.

-Además no tengo porque ser atento con alguien que no soporto. – Dijo con gesto desdeñoso – Y ya que tan desenvueltamente decidiste entrar en esa categoría, tampoco tengo que serlo contigo. No me importa lo que pienses o creas de mí, mientras no arruines mi imagen ante Kushina-san llevaré la fiesta en paz contigo.- Iruka lo miró confundido y Kakashi tras soltar un suspiro le explicó.

- Ella me pidió que nos lleváramos bien, pero ya que no “soportas a los de mi tipo” y me has fastidiado también, lo mejor será evitarnos mutuamente.- Una sonrisa cruel a los ojos de Iruka se instaló en sus labios al ver como la cara del moreno pasaba de la sorpresa a el enojo y volvía a la sorpresa nuevamente al pensar que no quería que Kakashi lo rechazara de esa forma cuando ese pensamiento cruzó por su mente instantáneamente se quedó en blanco ¿Porque?

- Y si no se puede evitar, al menos aprende a disimular, Kushina-san se preocupará si ve tus reacciones… Y yo no quiero tener que explicar estupideces. La diplomacia es necesaria aún entre los enemigos… ¿No estás de acuerdo Umino-kun?

Por un momento la apariencia de Kakashi le pareció a Iruka tan distinta, seguía siendo dolorosamente hermoso pero había cambiado algo en su aura, se había tornado oscuro… Intimidante… Frío… Como si hubiese desechado su alma y sólo quedara el vacío que sus ojos en ese momento le mostraban. ¡Tan cruel! ¡Tan temible!

Debía hacer algo, decir algo, ¡Lo que fuera! Sólo debía recordar cómo se suponía que debía hablar.

-¡Yo…Nunca haría algo que incomodase a Kushina-san!- Exclamó de repente sin convicción alguna pero no se dejaría intimidar sin luchar al menos- Kushina-san… ¡Ella es una persona muy especial para mí!- Y molesto añadió- ¡No sé por qué me comparas contigo, pero no me pongas a tu nivel!

-¿Qué quieres decir? –Inquirió molesto por su implicación, afilando los ojos en una mirada llena de frialdad.

- ¡Yo no miento! ¡Ni tampoco aparento lo que no soy! ¡Como…! – Se calló, estaba perdiendo el control las personas empezaban a mirarles de nuevo. Sin embargo Kakashi mal interpreto esto como si se retractara de lo que diría así que completo con un siseo bajo.

-¿Cómo yo? –Sin poder evitarlo Iruka pensó que su voz a pesar de sonar amenazante tenía cierta tristeza que traslucía y se contradecía con su rostro enfadado y su actitud gélida, cosa que le confundió al instante por no ser capaz discernir la diferencia.- Para tu información Umino-kun, en este momento no estoy fingiendo nada, la persona que tienes ante ti es lo que soy… Es lo que nadie quiere ver. Lo que las personas siempre han querido es mi apariencia, mientras mi cara sea asi de atractiva, no les interesa  conocer lo que hay aquí…- Dijo señalando su pecho- Así que hazme un favor y deja de pensar en que el mundo es de color rosa.

-Yo no…- Intentó articular pero sentía la garganta seca y Kakashi sin miramientos le tomó de la muñeca con fuerza impulsado por un arrebato de fría rabia, acercándole a él hasta quedar a escasos centímetros de su rostro. Sin querer un leve sonrojo se apodero de las mejillas del moreno, podía sentir la respiración del pelo plata chocar contra su rostro.

-¿Tú no quisiste decir eso? No me hagas reír Umino-kun- Dijo con voz moderada pero claramente furiosa, Iruka trago una vez más un poco fuera de lugar, el roce de su aliento lo estaba mareando, no podía concentrarse hasta que sintió la presión cernirse sobre su muñeca.

-¡Suéltame! –Imperó intentando zafarse del pelo plata, sin éxito. - ¡Te digo que me sueltes! ¡Cruel! ¡Me lastimas! ¡Bruto!

-¿Bruto?- Repitió indignado Kakashi soltándolo de la mano y alejándose de él. Había perdido la razón por un segundo -¿Dime que tienen de malo ser lo que los demás desean? Si quieren que sea amble, que tiene de malo que lo sea…

-¡Eso no es amabilidad! ¡Lo que tú haces es engañar a todos a tu alrededor! –Reprochó indignado -Te portas agradable, pero en realidad no quieres estar con nadie. Dices que Kushina-san te pidió que me trataras bien y por complacerla tú estabas dispuesto a hacerlo aun si no quisieras.- Mientras Iruka hablaba de cierta forma Kakashi percibió algo más en la voz del moreno, era algo más que un simple reproche su voz escondía otro tipo de sentimiento más que la mera forma del desagrado. Era como…- ¡Eso sólo lastima a las personas!

Para Kakashi esta era la primera vez que alguien le insultaba de esa manera ¿Qué tenía de malo sonreírles a las personas que se le acercaban? Tal vez fuese algo hipócrita, pero esas personas ¡También lo eran! Todos se acercaban a él porque era muy apuesto. ¡No porque quisieran estar con él! Lo hacían porque ser amigo de Kakashi se traducía en popularidad. ¡Ese niño no sabía de lo que hablaba! Si él era hipócrita los demás a su alrededor lo eran tres veces más.

-A ninguno de ellos les importa ¿Porque a ti sí? ¿Acaso te crees mejor que yo por no hacer amigos a diestra y siniestra? ¡Que estupidez! – Hablo resentido. Iruka se tensó ante su comentario y antes de que pudiese decir nada los dos mayores volvieron.

*

Para ambos mayores fue obvio que haberles dejado a solas había sido mala idea, Minato ya había notado que Kakashi estaba furioso aunque su ira fuese aun fría, sin embargo a hora el rictus en su boca y su ceño fruncido eran la señal de que estaba llegando a su límite. Debía mejorar su humor para que pudiesen comer tranquilos. Era una ayuda que el restaurante fuese de hamburguesas. Kakashi adoraba ese platillo y en ese lugar las especialidades eran en su mayoría diferentes tipos de hamburguesas.

Tomó asiento junto a Kakashi mientras que Kushina se sentó justo al lado del Iruka, que estaba serio y parecía ausente. Una mesera distinta de la primera que fue rechazada por Kakashi cuando llegaron se acercó a tomar su pedido, al principio se mostró muy interesada en Minato que parecía amigable y sonriente a primera vista, pero sus ojos orbitaron sin demora a Kakashi que había adoptado también un semblante serio mientras leía el menú, sonrojándose al instante cuando por casualidad el pelo plata levanto la vista chocando su mirada de lleno con la joven. Minato pidió por todos y se dispusieron a esperar.

-“¿Qué le ve?”- Se preguntó con disgusto Iruka y su conciencia le dijo “lo mismo que tu” pensamiento que lo llevo a sonrojarse involuntaria mente. Si, tal vez fuese un poquito más guapo de lo normal, ¿Pero que era esa actitud de “príncipe arrogante” que se mandaba?

***

Tras un momento la atmosfera se sentía menos tensa. Y al fin Minato pudo relajarse.

-Así que este es el famoso Iru-chan- Comentó contento el rubio, haciendo que el menor se sonrojara al llamarlo de la misma forma en que su amiga lo hacía.

-Sí, ¿No es adorable?-  Respondió orgullosa la muchacha. Minato asintió de acuerdo mientras el moreno se encogía de la pena en su lugar. Kakashi no mostro señales de escucharles aunque en su mente pensó

-“¿Adorable de dónde?” - Y continúo sumido en su libro. Iruka no pudo evitar pensar que era muy presuntuosa la forma de actuar tan estoica del pelo plata y se enfadó sin saber porque exactamente.

-Parece ser muy tímido, se ha puesto muy rojo con tan poco- Dijo Minato  malinterpretando el motivo real de su sonrojo, a Kushina quien asintió con una sonrisa.

-Cuando lo conocí apenas pudo hablar coherentemente, se puso muy rojo y me gritó “¡Tocas excelente el piano!”- Conto la Uzumaki en su muy particular estilo de hablar.

-¡Eh! Así que algo como eso paso- Respondió el rubio.

-¿Por favor, podrían dejar de reírse de mí?- Pidió tímido el moreno.

-Lo siento – Se disculpó Minato- Pero es la primera vez que conozco a un adolecente que se sonroje tanto como tú. Kakashi se la pasa leyendo y ¡No actúa para nada lindo! ¿No crees que es un desperdicio? – Objetó con un puchero en la cara señalando la cara indiferente del aludido.

Iruka simplemente atino a reír nerviosamente, ¡No quería responder preguntas como esa! No importaba cuan bello fuese el chico a su lado, él no podría decirlo en voz alta ¡¡Jamás!! Y su conciencia le dijo “así que al fin admites que es bello” y un nuevo sonrojo se apodero de sus mejillas.

La comida llego después de eso. Kakashi se limitó a comer en silencio, en algún momento Kushina se levantó para ir al baño y Minato le siguió segundos después, dejando a ambos menores en la mesa. Iruka seguía comiendo, mientras que Kakashi había terminado hacía ya un rato y se dedicaba a su libro de nuevo.

Minato y Kushina se habían ido voluntariamente, para dejar que los chicos se conocieran, querían que congeniaran sin sentirse obligados por ellos, pero era obvio que había salido mal, estaban más tensos que en el auto. Y Kakashi parecía incluso menos accesible que de costumbre ¿Qué habrá pasado? Se preguntaron entre ellos. Al volver de la biblioteca con Kushina se había dado cuenta de que nuevamente se habían peleado o algo parecido ya que le extrañó que Kakashi se estuviese portando como de costumbre, no estaba guardando las apariencias para nada. Y antes en el auto había perdido los estribos aun si se controló por poco era evidente que no le agrado que Iruka se mostrara tan cortante. Y ahora que volvían del baño tras apenas unos minutos aquella sensación de tensión seguía rodeándolos. ¿Por qué será?

-Tal vez sea su primera vez lidiando con alguien así…-  Se dijo en voz baja. Kushina a su lado simplemente le observó confundida y sin más sonrió con aquella sonrisa que muchas veces Kakashi le dijo que detestaba. Volvieron  a sentarse en su mismo lugar cada uno, era ahora o nunca se dijo Kushina justo antes de comentar.

-¡Por cierto! Kakashi-kun- Llamó Kushina al menor fingiendo que no había notado el ambiente al igual que Minato y sonriendo dijo- Minato-kun me dijo que participarías en el certamen de Viena este año también.- El menor asintió-  ¿Piensas ganar el primer lugar de nuevo?

Kakashi levantó la vista interesado y sencillamente asintió en respuesta de nuevo. Kushina le miró sin saber que decir. Minato se dio cuenta y decidió salir a su rescate.

-Papá dijo que este año será muy reñido- Comentó el rubio- Él será uno de los jueces principales esta vez.

-¡Oh, ya veo! – Convino la muchacha- ¡Por cierto! Ya que estamos hablando del certamen, Kakashi-kun con respecto a lo de tu acompañante. Me temo que no podré ayudarte esta vez. –Kakashi arqueó una ceja especulativamente.- Debido a mi edad ya no calificó como acompañante para el certamen, lo siento.

Kakashi había olvidado ese detalle, tanto los participantes como los acompañantes deben cumplir con un mínimo de edad en este caso hasta los veinte Kushina-san cumplía veinte y uno este año así que ya no era apta para el puesto, lo había olvidado por completo. Parecía que de todas formas tendrá que conformarse con el acompañante general de la competencia. ¡Una lástima! Kushina-san era una excelente pianista y muy experimentada.

-Entiendo… No se preocupe Kushina-san me las apañare con el acompañante de la competencia…- Empezó a decir amable. Pero la mayor le interrumpió.

- ¿No me digas que no sabes? Este año todos los concursantes deben llevar a su propio pianista porque no haya manera de que un solo panista pueda acompañar a todos los que no lleven.

-¿Qué?- Fue su elocuente respuesta

- ¡El año pasado hubo muchas dificultades debido a eso, así que lo cambiaron esta vez! –Explico ella con ademanes- ¡Por eso pensé en presentarte a Iru-chan!- Ante el comentario Kakashi arqueo con incredulidad la ceja- Él está estudiando piano ahora mismo, realmente aprende muy rápido y puede obtener mucha experiencia de este concurso. Creo que harán un excelente trabajo- Decía la chica en su ya rápida forma de hablar sin tomar en cuenta las reacciones del Kakashi en ese momento. Hasta que su mano golpeó estruendosamente la mesa haciendo que la chica dejase de hablar inmediatamente.

-Kushina-san… No creo que sea una persona tonta ni nada parecido, al contrario creo que es una señorita muy inteligente…- Dijo Kakashi con aparente tranquilidad. Minato frunció el ceño en disgusto al escuchar la condescendencia de lo que el menor decía-  Por eso haré como que estos últimos sesenta segundos no existieron y que usted no sugirió que entrará en el certamen de Viena con un aficionado al piano.

-Kakashi-kun…-Susurró la joven afectadamente por el comentario del menor. Por Minato sabía que Kakashi se portaba diferente en presencia de ella a cuando solo eran los dos, así que esta era la primera vez que podía ver un poco de su verdadera personalidad.

-¡Kakashi! ¡Eso fue demasiado! - Reprochó Minato enfadado- ¡No puedes llamar aficionado a Iruka-kun si no lo has escuchado tocar!

El mencionado ni siquiera lo miró de vuelta, simplemente se limitó a ver con el ceño fruncido al moreno que no había dicho nada hasta el momento.

-Será mejor que no te atrevas a creer que te aceptaré como acompañante. Yo nunca haría el ridículo en el concurso por alguien como tu.- La acidez del comentario fue una puñalada al corazón de Iruka que del shock momentáneamente no supo que decir.

*

Sentía que se desmayaría desde el instante en que Kushina había sacado el tema del certamen, se puso muy nervioso hasta el punto en que sus manos se enfriaron, después de haberle dicho en su cara a Kakashi que no le agradaba era obvio que no tomaría bien la noticia de ser compañeros en el certamen. Pero de eso a que lo llamará “aficionado” era otra cosa, era cierto que tenía menos de dos meses tomando lecciones de piano como se debía pero siempre se había tomado enserio el piano. ¡No puedo dejar que me menosprecie! Pensó determinado.

-Tal vez…- Dijo inseguro el castaño atrayendo la atención de todos a él, tenía los puños apretados sobré su regazo y la cabeza baja por el coraje pero dijo con decisión- Tal vez no sea un experto en el piano pero no perderé ante ¡Ti!

-¿Ah? No se trata de perder o ganar- Refutó Kakashi con frialdad- Se trata de que no participaré en un certamen tan importante con un amateur únicamente para hacer el ridículo.

-¡Kakashi! – Regaño Minato.

- ¡Que! ¡¿Enserio creen que un aficionado como él que jamás a estado frente a una audiencia podrá con esa presión?!- Inquirió Kakashi ya harto- Tanto los participantes como los acompañantes practican sin tregua todo el año, para intentar llegar a la última ronda, ¿Cómo esperan que este chico sin experiencia y sin práctica podrá seguir el paso? ¿Son idiotas? – Ninguno de los mayores se atrevió a decir nada, Kakashi tenía razón en eso, Iruka no podría soportar la presión de la competencia que se sentía en el certamen de Viena. El nivel de los músicos era muy alto. Y el nivel de la competencia podía hacer que muchos cayeran por su propio pie. Un simple error significaba la descalificación.  

-Si no puedo encontrar alguien capacitado para ser mi compañero, simplemente no participaré…

-Pero Kakashi mi papá no se pondrá contento al saberlo- Advirtió Minato preocupado. Kakashi cerró los ojos sopesándolo y al abrirlos dijo cortante.

-Al menos es mejor que hacer el ridículo…- Se levantó del lugar y de un salto salió de la mesa. – ¡Me voy no puedo seguir con ustedes! ¡Minato págame!

 

El rubio se quedó viendo la mano del menor que se extendía ante él y frunciendo el ceño le dijo.

-¿Pagarte? ¿Estás loco?- Kakashi lo miro aburrido y suspiro.

-¡El loco eres tú! ¿No eres muy joven para andar olvidando las cosas?- Minato lo miró extrañado -¿Ya se te olvido que te gane una apuesta? ¡Quiero volver a casa y necesito dinero para un taxi! –Dijo con arrogancia ya sin aparentar absolutamente nada de cortesía.

-Sí, te quieres ir por tu cuenta no me importa pero ¡No te daré dinero para un taxi! ¡Toma el subterráneo!-  Dijo molesto el rubio, debía al menos darle una lección por ser tan grosero con Kushina y Iruka. Kakashi le miro con frialdad y guardo sus manos en sus pantalones, donde descubrió su billetera y sin más salió del local.

Kushina lo observó irse preocupada después de todo el subterráneo era un lugar peligroso para dejar que alguien como Kakashi anduviera solo.

-¿Estás seguro de no darle para el taxi Minato-kun? – Inquirió preocupada. El rubio la miró y dijo.

-¡Esta bien! No creo que se vaya a ir por su cuenta, seguramente nos esperara en el auto, ese chico es demasiado engreído para irse en el tren- Declaró con convicción. Kushina no quedó muy convencida pero Minato conocía más a Kakashi así que probablemente tuviese razón.

Iruka por su parte se sentía muy molesto y humillado, había sido llamado aficionado, principiante y amateur por la misma persona en los últimos cinco minutos. ¡No podía permitirlo! ¡No si podía hacer algo al respecto!

-¡Minato-san! ¡Tengo algo que pedirle!- Dijo con determinación. ¡Ya verás Hatake Kakashi haré que te arrepientas de haberme subestimado! ¡Tú estúpido príncipe arrogante!

 

Continuará….

 

Notas finales:

Bueno ahi esta. Ya vere para cuando les pongo el que sigue espero que les haya gustado.

Bye....


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