Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The Reason por Itachi Uchiha Girl

[Reviews - 265]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno! Pues ya vi que el fan fic tuvo muchisima aceptacion y eso me hace infinitamente feliz! Jamas crei leer tantos comentarios tan alentadores como los de ustedes! Los que ya han leido mis historias saben que lo normal que tardo en actualizar es dos o tres dias, pero a veces demoro mas por problemas laborales o falta de tiempo. En fin! Aqui les dejo lo que sigue, sin mas, disfrutenlo!

Thor se había quedado petrificado ante la intromisión de Loki, mientras que Tony por su parte sonreía por lo bajo ante lo que ya sabía era una inminente despedida por parte del dios del trueno.

  – ¿Piensas quedarte aquí después de haber escuchado eso? – Cuestionó el rubio mientras enarcaba una ceja, intentando desviar el tema de la conversación.

  – ¿Hay algo de malo? He sido exiliado a la podrida Midgard, supongo que vivir con un poco de comodidad no me vendría mal, ¿O acaso quieres que me pudra en algún otro lugar, tan solo para qué estés tranquilo ante mi sufrimiento, Thor? – Duras, crueles, así eran las palabras que brotaban de los labios del pelinegro quien intentaba mantener su mejor mascara ante la situación. – Vete a coger con tu estúpida humana, Thor, a mi déjame en paz  – Finalizó el pelinegro antes de darse la media vuelta para darle la espalda a los ahí presentes.

  – ¡No me interesa en lo absoluto lo que te pase! ¡¿Me oyes?! – Agregó furico el dios rubio mientras sujetaba el Mjolnir fuertemente en su mano derecha. – Por mi puedes pudrirte donde más se te plazca  – Finalizó antes de observar como el menor de los dioses se daba la media vuelta y en tan solo unos segundos, se posicionaba delante de él para poder estampar la palma de su mano en la mejilla de Thor.

  – ¡Maldito gorila inútil! – Exclamó el dios pelinegro mientras las lágrimas hacían acto de presencia en su rostro.  Thor tan solo reaccionó por inercia, como solía hacerlo, sin pensarlo, devolviendo el golpe casi de inmediato y haciendo que Loki cayera al piso ante el golpe, sosteniéndose la nariz que parecía estar rota debido al impacto.

  – Mas te vale que te vayas de mi casa, ricitos  – La voz del multimillonario enfundado en su armadura de hierro había interrumpido la escena, mientras sostenía con fuerza el brazo de Thor quien al parecer aún no se daba abasto con sus emociones desbordadas.

  – Esto es entre él y yo …  – murmuró por lo bajo Thor mientras observaba a Tony con ojos de mil demonios.

  – Le vuelves a poner la mano encima y te aseguro que te mando de regreso a tu tierra de ensueño y ponis de un solo golpe  – Sentenció el castaño mientras de reojo observaba la figura de Loki que yacía tendida en el piso, observando la escena un tanto sorprendido.

  – Haz lo que quieras con este inútil  – Sentenció el dios rubio antes de deshacerse del agarre del hombre de hojalata y darse la media vuelta para salir cuanto antes de ahí.

  – Lo siento cuernitos, no debí haber deja…  – El castaño se interrumpió a sí mismo al notar como el pelinegro se ponía de pie y salía del lugar a grandes zancadas en dirección hacia la habitación más cercana, cerrando la puerta tras de sí. Anthony tan solo soltó un gran suspiro antes de quitarse el casco de su armadura y seguir al pelinegro, colocándose justo al otro lado de la puerta y tocando sutilmente esta.

  – Déjame en paz, hombre de hojalata  – La voz de Loki se escuchaba al otro lado de esta, acompañada con leves sollozos apenas audibles para el multimillonario.

  – Creo que necesitas atención medica  – Replicó Tony mientras recargaba su hombro derecho en la puerta de madera.

  – No necesito de tu lastima, Stark  – Respondió Loki mientras se llevaba la diestra hasta la hemorragia de su nariz, deteniéndola a momentos, mientras se mordía el labio inferior para evitar hacer sonido de dolor alguno.

  – ¿Por qué supones que es lastima? –

 Silencio….

  – Jarvis, abre la puerta por favor  –

En par de segundos, la puerta cedió ante la máquina que controlaba gran parte de la vivienda, haciendo que las esmeraldas de Loki se toparan de nueva cuenta con la mirada chocolate del multimillonario, quien tan solo lo observaba preocupado ante tal escena.

  – ¿Por qué carajos no puedes simplemente dejarme en paz? – Cuestionó el pelinegro exasperado mientras le daba la espalda al otro.

  – Siempre escondiéndote detrás de una máscara….  – Murmuró el castaño mientras se acercaba hasta Loki, sujetándolo sutilmente del brazo derecho para darle la vuelta y hacerle frente  – Solo déjame ayudarte…  – Murmuró el castaño mientras las mejillas del moreno se tornaban de un tono carmesí ante la cercanía del rostro ajeno.

  – ¿Por qué lo haces entonces? – Cuestionó aturdido el menor, resintiendo el golpe y comenzando a marearse ante la situación.

  – Primero iremos a ver a un doctor y después te cuento  – Finalizó el castaño mientras sujetaba de la cintura al pelinegro y lo sacaba del lugar en dirección al ala médica de la torre Stark.

Sinceramente, ¿Por qué lo hacía? Ni el mismo podía responder esa pregunta a ratos. Se podía ver reflejado en aquellas esmeraldas, podía ver lo agonía del dios que se le presentaba ante él. El rechazo de Thor, los celos hacía Jane, la soledad de un alma que gritaba desesperada en el interior de aquel bello ángel de piel de porcelana. Aquel sentimiento no podía compararse siquiera con lo que había vivido con Steve… Si, su amado Steve. Aquel idiota que había desaparecido un día sin dejar rastro. Steve, Steve, Steve. Un sueño del que había despertado por completo tan solo para poder admirar la nueva oportunidad que se le presentaba.

Aquel bello dios asgardiano, ¿Por qué él?  ¿Por qué sentía una devoción ante Loki completamente irracional? Al fin y al cabo era el loco de los cuernos que estuvo a punto de destruir la tierra. Pero todo tenía un motivo. Aquel amor mal correspondido. Pudo percibirlo desde la primera vez en que Loki había cruzado la mirada con Thor. Lo supo desde aquel momento. Desde aquel momento los celos ardieron en su interior. Desde aquel momento en la nave, cuando Thor lo había arrancado de sus brazos y lo había llevado a la colina más cercana. Celos, irracionales celos que no tenían fundamento alguno, al menos no hasta el momento.

  – Estará bien, solo necesita tomar algunos analgésicos para el dolor  – La voz del médico lo había hecho salir de sus pensamientos. Tenía rato que ya habían llegado al cuarto médico y Loki había sido examinado por sus doctores. ¿Qué tanto podía perderse dentro de sí? – De cualquier manera, sería bueno que mañana por la mañana viniera a una revisión para vigilar su estado  – Finalizó el hombre de bata blanca antes de salir de la habitación, dejando a un Tony bastante sumido en sus pensamientos, y a Loki, sentado sobre la camilla con la mirada clavada en la nada.

  – Gracias, Stark  – Murmuró Loki mientras se ponía de pie y se disponía a salir de la habitación.

  – Puedes usar la habitación al fondo del pasillo, es bastante amplia y está cerca del ala médica, por cualquier situación. Te veré después  – Respondió el castaño sin darle más tiempo a Loki para reaccionar, saliendo cuanto antes de la habitación.

 

~*~*~

La habitación era bastante amplia, con un gran ventanal desde donde se podía observar la hermosa luna ya asomándose en la bóveda nocturna, la cual anunciaba sin duda alguna el final del día. Loki tan solo estaba sentado al borde de la cama, observando algún punto en el cristal, mientras sus pensamientos comenzaban a ahogarlo una y otra vez. Podía recordar claramente las escenas vividas aquel día. Todo había sido demasiado rápido, la sentencia de Odín, el rechazo de Thor, las acciones sin sentido de Stark. Soltó un hondo suspiro antes de recostarse en la seda blanca de las sabanas, aspirando el aroma de estas, perdiéndose dentro de sí. Recordando, si, aquellos dolorosos momentos de su juventud que había compartido con Thor. Aquellos momentos que le habían hecho confundirse una y otra vez, aquellos momentos que lo habían llevado a tomar la decisión equivocada en todo aspecto, aquellos bellos recuerdos que ahora eran los culpables de que su corazón le perteneciera a alguien que tan solo lo despreciaba.

¿Por qué tuvo que haber pasado? ¿Por qué debía amarlo sin límites de aquella manera? Todo se había distorsionado cuando Padre de Todo le había revelado la verdad sobre su origen. Finalmente sus sentimientos no eran del todo malos, no eran hermanos y un gran alivio había llegado a su corazón. Pero después Thor se había prendado de Jane, la mortal que había llegado a arruinarlo todo. Cuando el bifrost se destruyó y se perdió en la oscuridad de la nada, el único bálsamo que pudo mantenerlo con vida fue aquel estúpido amor que sentía por el dios del trueno. Pero él no le correspondía, él tenía a Foster, y si ella seguía con vida, jamás tendría la oportunidad siquiera de demostrarle a Thor que podía hacerlo muchísimo más feliz que aquella simple mortal. Bien, el plan salió mal gracias a los amiguitos súper buena onda del dios estúpido y ahora estaba ahí, sin poderes, siendo prácticamente igual a Foster, (con una diferencia de unos miles de años), viviendo bajo el mismo techo que uno de los cinco idiotas… Bueno, el que no era tan idiota. El que le daba atenciones, cariños… Se detuvo unos momentos a reflexionar la situación. Stark…. Lo estaba tratando demasiado bien. Aquello no era tan malo después de todo. Podía vivir ahí por un tiempo, ya después planearía como seguir con su vida muy aparte de los tarados de SHIELD, empezando de cero, sin que Thor o cualquier otro idiota interfiriese con su vida. Solo, él y la soledad… Su eterna aliada.

El sonido de la puerta de su habitación abriéndose lo hizo saltar de la cama, tan solo para abrir los ojos como platos al observar la figura de una mujer en el marco de la puerta…

   – Lo siento, me he confundi…   – Jane tan solo se quedó petrificada en el marco de la puerta, mientras observaba la figura del pelinegro que yacía sentado en la cama   – ¡Loki!  – Exclamó la castaña apenas reaccionando mientras daba un par de pasos hacia atrás, aterrada ante la escena.

   – Creo que debí mencionarte de mi invitado especial   – La voz de Anthony se había escuchado detrás de la mujer quien de inmediato se dio la media vuelta para encontrarse con la mirada avellana del castaño.

   – ¡Es un maldito asesino!  – Exclamó furica la castaña mientras observaba al pelinegro que no se había movido ni un centímetro de su posición.

   – Estará en la torre bajo mi supervisión, no es necesario que arme un escándalo, señorita Foster –

  – No pienso trabajar bajo el mismo techo que vive este asesino   – Finalizó Jane mientras se disponía a salir del lugar.

  – Bien, espero que encuentre un lugar donde le paguen mejor que aquí   – Sentenció el castaño sonriendo de lado, haciendo que Jane se parara en seco y le enfrentara de nuevo.

  – De cualquier manera, Thor ha prometido visitarme más seguido, supongo que no podrá hacer nada si Thor lo tiene vigilado al igual que tú, Stark   – Finalizó mientras se acomodaba algunas hebras rebeldes de su melena castaña.

  – ¿Eso es un “si me quedo”?  – Cuestionó Tony mientras se adentraba a la habitación y observaba de reojo a la mujer.

  – Siempre consigues lo que quieres, Anthony   – Finalizó Jane antes de darse la media vuelta y salir del lugar.

   – No creo que se bueno tenerla bajo el mismo techo que yo   – La voz de Loki sonaba melancólica mientras se deslizaba fuera de la cama y clavaba sus esmeraldas en las orbes del multimillonario.

   – No creo que ricitos vuelva a poner un pie en la torre, además, Jane es una pieza clave para mi actual investigación, tendrás que acostumbrarte, al menos solo será por un breve tiempo, lo prometo   –

   – ¿Por qué tanta amabilidad, Stark?  – Cuestionó nuevamente el pelinegro mientras se acercaba con pasos sordos hacia el multimillonario que yacía cerca de la puerta de la habitación.

–¿Por qué no simplemente lo aceptas sin estarme cuestionando por todo? – Respondió mientras observaba de pies a cabeza a aquel hermoso dios de piel de porcelana. Era hermoso, debía admitirlo, ¿Por qué Thor había rechazado una bella pieza de arte como aquella? Suspiró profundamente mientras se acercaba al pelinegro. – Siempre mordiendo la mano que te alimenta, curiosa naturaleza, mi estimado dios, ¿No mereces un poco de paz? – Cuestionó mientras se cruzaba de brazos.

 – No lo acepto porque sé que tienes motivos ocultos, Tony – Sentenció quedándose tan solo a un par de pasos del castaño mientras sonreía de lado – Acaba con esto, ¿Sí? –

 – Bien, ¿Quieres escucharlo? – El tono exasperado del castaño tan solo hizo sonreír aún más a Loki – No podía dormir, no podía comer, no desde aquella vez primera en que nuestros caminos se cruzaron, necesitaba verte una vez más, y en cuanto ricitos te alejó de mí, todo se fue a la mierda, pasé por mucho antes de poder volver a verte, ¿Feliz? – finalizó Anthony antes de darse la media vuelta y salir de la habitación, cerrando la puerta fuertemente detrás de sí y dejando a Loki completamente sorprendido ante la reciente declaración.

 

~*~*~

 

– ¿Así que esta era la gran oportunidad de trabajo que te habían ofrecido? – La mirada zafiro del rubio tan solo observaba la torre Stark que se alzaba majestuosa ante él, mientras que la castaña estaba prácticamente colgada de su brazo derecho.

– ¿No te parece maravilloso? – Cuestionó divertida Jane  – Estarás más cerca de uno de tus amigos, ¿No crees? –

  – ¿Amigos? No te equivoques, Jane…  – Murmuró por lo bajo mientras ladeaba el rostro.

  – Vamos, hay algo que quiero mostrarte…  – Finalizó la chica mientras halaba del brazo al mayor, haciéndolo entrar a la torre sin poder oponerse.

La torre era inmensa, con lujosos aparatos extraños por doquier y pisos enteros llenos de máquinas que jamás había visto, Jane le explicaba las funciones de los aparatos, totalmente perdida en su mundo sin darse cuenta que aquello le valía un pedazo de mierda al rubio.

  – Hay otra cosa que quiero mostrarte…  – La voz de la castaña finalmente había llamado la atención del dios, mientras era llevado de nueva cuenta al elevador.

  – Te recuerdo que debo regresar a Asgard…  – Finalmente habló Thor mientras observaba la extraña maquina hacer sus funciones, después de todo, era la primera vez que usaba un artefacto como aquel.

  – No te robare mucho tiempo  – Respondió Jane mientras el elevador se detenía en el último piso, abriendo sus puertas para poco después mostrar la habitación en donde se encontraba el gran balcón de la lujosa torre.

  – Esto no es nada nuevo….  – Susurró el rubio mientras observaba a su alrededor, asegurándose que no hubiese nadie cerca  – Además, creo que no deberíamos estar aquí… –

  – Solo será unos momentos Thor…  – Musitó con la voz más sensual que pudo mientras caminaba hacia el sillón de color beige con tres asientos, recostándose de inmediato y lanzándole la mirada más lasciva que pudo hacer al dios del trueno.

Thor tan solo sonrío suavemente. Sabía dónde estaba, sabía el peligro que aquello representaba, sabía que Stark podía interrumpir aquella escena en cualquier momento, sabía que “él” también se encontraba en aquel lugar, y las consecuencias se habían convertido en un bello trofeo a ganar.

 

~*~*~

No había usado aquel aparato antes, tan solo había observado como las demás personas habían oprimido los botones de la maquina en ocasiones anteriores, pero no importaba, necesitaba escapar, necesitaba aire fresco. Estaba aturdido por los recientes acontecimientos, si no salía de aquel lugar pronto terminaría por romper una ventana y tirarse al mismísimo vacío. Cuando el aparato finalmente se detuvo, suspiró aliviado, al final no había fallado del todo, que más daba si no era el piso al que quería ir, solo quería estar solo. Pero no, aquel no era el plan del destino aquella noche. En cuanto las puertas del elevador se abrieron, pudo escuchar claramente los gemidos que provenían del centro de la habitación, sus esmeraldas se posaron de inmediato en la pareja que se estaba entregando en el acto de placer sobre aquel sillón de color beige, y más aún, cuando notó que se trataba de su amado dios del trueno y la maldita mortal que se lo arrebataba una vez más.

   – ¿Qué demon…?...   – No pudo terminar la frase, el aire le faltaba, los pies le fallaban. El sonido de las puertas del elevador abriéndose tan solo habían alertado al par de amantes, que se quedaron estáticos al notar al peculiar espectador que ahora tenían.

Por supuesto, el plan de Jane no podía haber salido mejor.

  – Sois unos animales…   – Sentenció el pelinegro mientras las lágrimas lo traicionaban y oprimía los botones del elevador… Cualquier lugar estaba bien. Necesitaba irse, necesitaba… No, no necesitaba nada.

Las puertas del aparato se cerraron en un par de segundos. El pelinegro tan solo se dejó caer al piso. Ya no podía soportarlo. Aquello era demasiado, ese era su límite. Estaba harto de ser herido, estaba harto de todo lo que le estaba pasando. ¿Por qué simplemente su vida no terminaba en ese puto instante? ¿Por qué debía ser testigo de aquellas escenas?  La puerta del elevador se abrió de nueva cuenta, tan solo para notar que se encontraba en el primer piso. Bien aquello era suficiente. Se puso de pie de un solo movimiento, antes de salir corriendo del edificio. La noche era su aliada, la soledad su amiga. No importaba a donde fuera, solo necesitaba huir.

Notas finales:

¿A poco no es toda una telenovela? Jajaja vamos a aclarar que a mi no me gusta verlas, pero amo el drama ¿Okis? jajaj bueno ya saben, todo comentario es bien recibido, al igual que sus criticas, los amo y adoro, y.... Esperen dentro poco lemon :P muajajaja

 

Saludines!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).