-Tú ya me diste el cupón de un fin de semana contigo.- volvió a poner mi brazo en sus hombros. Vaya, aun sigue diciéndome qué hacer.
-Puedo hacer otro.- susurré girando en una esquina para ir hacia la casa de Taemin. Noté en un parque que estaba Key con Sungmin, afilé la mirada, ambos estaban riendo, parece que se divierten.
-Qué rápido olvido a Jonghyun hyung.-
-No lo olvidó.- susurré sin dejar de verlos. –Es su mecanismo de defensa.- pero no puedo hacer nada, porque A él me lo pidió, B, me gané un viaje a Jeju y C, si le digo afectaría el trascurso natural de las cosas.
-¿Y tú apruebas que esté saliendo con alguien más?- dejé de mirarlo porque si seguía parecería a la niña del exorcista.
-Claro.- contesté. –Key está probando nuevas sensaciones y emociones. Aunque es un poco torpe en ello.-
-¿Por qué lo dices?-
-Key es como ese pajarito enjaulado, que piensa que los otros pájaros están enfermos por volar tanto, tan lejos y alto. La jaula de Key se llama Jonghyun y su enfermedad tiene el mismo nombre.- no sé si me expliqué.
-¿O sea que Key y Jonghyun hyung siempre han sido pareja?- creí que lo sabía. –¿Y ahora que no están juntos Key no sabe qué hacer?- asentí dándole la razón. –Qué loco.-
-Ni tanto. Es como tú.-
-¿Cómo yo?- preguntó extrañado o lo que le sigue. –¿Por qué?-
-Eras un pajarito enjaulado, y tu jaula era Niel. Mirabas a los otros y pensabas que estaban incompletos porque a ellos no les golpeaban.- Taemin desvió su mirada pero no sé si apenado, molesto o melancólico.
-Tengo algo qué decirte.- Nicky llegó a mi mente y todo se paralizó. –Pero no aquí. Tampoco me lo pidas, te lo diré cuando crea es el momento.- pasé saliva asustado. –Prométemelo.- me miró a los ojos, noté la súplica en ellos que sólo asentí.
-Te lo prometo.- quizá sean las tres palabras más agrias y pesadas que he dicho en mi vida.
-Vamos por la maleta, ya casi es hora de irnos.- sonrió pero no lo noté completamente feliz, sino algo preocupado. Suspiré cansado, papá, ayúdame. Si es algo malo no dejes que reaccione como lo hice la última vez.
Caminé hacia la casa de Taemin porque él ya había entrado, tomé aire y fuerza para entrar, porque si está su madre vendrá a mi cabeza el paquete de condones que ya alistó.
-¿Ya se están preparando?- temblé por completo al escuchar la voz de la Sra. Taeyeon. –¿Ya casi es hora de zarpar, ¿cierto?- sin que lo notara tomé una bocana grande de aire y me giré parar mirarla, estaba en la cocina.
-Buenas tardes.- saludé e hice una reverencia. –Ya nos estamos preparando.- sentí que mi rodilla no dejaba de temblar.
-Usa protección, por favor.-
-Claro que la usaremos.- contesté y de inmediato cerré la boca, esos condones que mencionó Taemin me ponen más nervioso.
-El sol estará muy luminoso, no quiero que regresen todos quemados, así que será mejor que sí la usen.- me miró, pro noté la picardía en sus ojos.
-Mamá, ya nos vamos.- volteé hacia Taemin que venía bajando con una gran maleta, así que fui a ayudarlo. –Va a venir YoungMin, él nos va a llevar al puerto.-
-De regreso me llaman cuando estén por llegar para ir por ustedes.- alcé una ceja extrañado, caminé hacia la puerta de su casa para esperar al gemelo. –Ya que no quieres que los lleve.- oh, eso explica algunas cosas.
-Es que YoungMin me dijo que nos llevaba.- Taemin caminó hacia ella, le besó la mejilla, yo desvié la mirada porque es un momento madre-hijo.
Suspiré.
-Se cuidan mucho, por favor. Llámenme cuando suban al barco y cuando lleguen a Jeju. También cuando esté en el hotel y antes de dormir.- volteé por encima de mi hombro parar ver a la mamá de Taemin y él, caminando hacia la puerta, en donde estoy.
-Lo haremos.- dije sonriendo.
-Estaré esperando sus llamadas.- llegó YoungMin y sentí que esta vez sí es enserio. –Cuídate mucho Minho, y descansa. Sino no podrás cuidar de Taemin.- sonreí apenado, pero sí, en cierta manera eso es verdad. –Y diviértanse mucho.-
-Mamá~- me quedé con la boca abierta. –Ya es tarde, no vamos a llegar al muelle.- Taemin tomó mi mano y comenzó a tirar de mí.