-Es justo y necesario.- cerré los ojos divertido porque me pasó gateando hasta que llegó a la almohada en donde recostó su cabeza.
Bien, venga a mí frustración sexual.
Me senté en la cama para recomponerme, sacudí mi cabello y me levanté, como que me estoy acostumbrando al movimiento del barco. Me giré sobre mis talones para mirar a Taemin, estaba ya cubierto con la cobija hasta la barbilla, y la manera en la que se aferraba a ella no me gustó.
Es como si tuviera miedo o se estuviera protegiendo.
-¿Qué ocurre?- hace unos segundos tuviste una insinuación sexual y ahora estás asustado.
-No es que…- susurró. –Tengo miedo.- alcé una ceja.
-¿A qué?-
-A que cuando regresemos te portes indiferente conmigo.- bajé la mirada pero el sentimiento de no sé, culpa y tristeza me llenaron. –No quiero eso.- lo miré, me di cuenta de lo herido que aun estaba por cómo se ocultaba de mí.
-No soy un monstruo.- susurré, pero cuando cerró sus ojos y escurrieron lágrimas me di cuenta de que tal vez, sí lo soy.
-Tengo miedo de disfrutar algo que tú odies.- negué lento y estiré mi mano para secarle algunas lágrimas. –De que esto sea una despedida.-
-¿Por qué dices eso?- susurré incluso quitándole el cabello de la frente para mirarlo mejor.
-Eso pasó la última vez que fui a Jeju. Regresé y no te reconocía.- tuve que morder mi labio para no soltarme a llorar. –Tengo miedo de que dejes a Minho allá y regrese con una persona extraña.-
-Yo también tengo miedo.- bajé la mirada un poco asustado. –A que todo esto esté mal.- sonreí nostálgico. –A que te ame con tanta intensidad que no pueda, es decir…- vamos dilo, vamos dilo. –Que sea el único que ame de los dos.-
-Minho…-
-No, lo que quiero decir es que. Siento que he comenzado a amarte con locura y tengo miedo de que sea el único que sienta eso.- terminé limpiando una lágrima de mi mejilla derecha.
-Minho.- negué con mis manos, él se sentó en la cama y tomó mis manos.
-Lo siento, es una tontería.- reí un poco, me quería levantar pero las manos de Taemin hicieron presión para que no lo hiciera.
-Minho, no es una tontería.- soltó una para tocar mi mejilla. –Yo también te amo con locura.-
-Siento que tú tienes un amor loco por mí, mientras yo te amo con locura. No sé si puedas entender mi perspectiva.- solté su mano para limpiar mis mejillas.
-Quizá tengas razón.- rió tomando mi mano y jalándome hacia él, no me pude oponer por lo que terminé de cara en la cama. –No tienes que tener miedo, Minho.- me acomodé mejor a su lado, él también se acostó.
-Hoy me encontré con Nicky y me dijo algo. No sé, la última vez que él abrió su boca tenía razón, tengo miedo de que sea igual y de poder lastimarte. De que todo esto de Jeju sea un terrible flash back que viviremos.-
-La última vez Nicky tenía razón porque lo sé, pero esta vez confía en mí.- me miró a los ojos, tuve que desviar mi mirada. –No he hecho nada. Te lo juro. Lo único que pasó fue que en Club Sándwich me encontré con Kris y me disculpé con él. ¿Te acuerdas de cuando en el karaoke? Era él quien estaba cantando así que le agradecí por haber hecho esa burbuja en la que estábamos. Sólo eso ha pasado.- cerré los ojos.
-No necesito que me justifiques ni expliques qué haces.-
-Lo sé, pero… siempre cuando ese Mago Barato aparece tengo que hacerlo.- algo dentro de mi cabeza hizo clic.
-Taemin.-
-¿No tienes sueño?- abrí los ojos para mirarlo, estaba bosteando así que también lo hice. –Yo sí.- pasó saliva y se acurrucó contra mi pecho. Su respiración sólo me tranquilizaba y hasta arrullaba. –Estoy ansioso por llegar a Jeju.-
-Perdóname.- susurré cerrando los ojos, me está dando sueño. –Sé que Nicky tiene sentimientos por mí y eso me afecta cuando habla de ti.- bostecé y sentí la cabellera de Taemin pegarse más a mí, además de sus manos pasar por mi pecho hasta la espalda. Abrazándome.
-Eso yo lo sé.- susurró. –Lo sé muy bien.- intenté abrir los ojos pero ya no pude, ni levantando las cejas, creo que tengo mucho sueño.
End Pov’s Minho
Pov’s Taemin
Me acerqué más a él para abrazarlo y darle mi calor.
De menos así se quedará dormido.
Escuché que comenzó a suspirar, luego pasó saliva y se quedó dormido. Esperé al menos diez o quince minutos, luego salí de sus brazos. Lo acomodé bocarriba en la cama y lo cobijé con el cobertor de la cama vacía. Sonreí mientras le quitaba el cabello de la frente y besé sus labios.
-Yo te cuidaré.- susurré sonriendo. –También te cuidaré bien.- sonreí suspirando.
Después de dejarlo dormido salí de la habitación cerrando la puerta con cuidado.
Necesito un vaso de agua.