-Hyung dejó unos papales en el refrigerador.- todos miramos a Jeongmin. –No adentro, pegados con imanes, tiene rotulado el “Importante” supongo que son los informes de CoffeFriend.-
-¿Me los puedes facilitar? Yo traigo los de Club Sándwich.- le mostró un folder amarillo. –Estaré por allá.- apuntó a una mesa afuera.
-Entonces ¿te harás cargo del café?- preguntó KwangMin mirándolo.
-Sólo vengo a cumplir lo que me fue encargado.- eso es un sí.
-Está bien.- susurró.
El resto de los chicos regresaron a sus puestos de trabajo, YoungMin seguía atendiendo a la gente, KwangMin estaba en la cocina junto con Hyunseong y Jeongmin había ido a la bodega a hacer el itinerario.
Yo estaba de pie casi en el centro del café, mirando a Kris.
Estaba en las mesas de afuera, leyendo sus hojas, tenía el pie derecho sobre la rodilla izquierda, lentes oscuros que permitían ver el reflejo de lo que veía, tragué saliva nervioso. Sigue siendo tan Kris.
-Ve a tomarle la orden, estoy ocupado.- YoungMin pasó detrás de mí con una bandeja llena de tazas vacías.
-No quiero.- susurré sin dejar de mirarlo.
-No seas gay y ve.- pasó Kwangmin corriendo con las órdenes de galletas que sigue pidiendo.
-Me gusta ser gay.- susurré.
-Entonces ve y coquetea pero toma la orden.- miré a mal a KwangMin pero la patada que me dio terminó por hacerme caminar y salir del local.
Renegué sólo hasta que cerró la puerta, dejándome fuera del local.
Vamos Minnie, tú puedes, sólo es ir, saludar, decir el eslogan y preguntar qué desea, nada más que eso. Minho te dijo que trabajaras duro, así que no lo puedes decepcionar, sí, sí. Ánimo.
-Bienvenido a CoffeFriend, en dónde una taza de café puede cambiar tu día. ¿Qué te ofrezco?- saqué la libretita para tomar la orden, luego lo miré.
Él se quitó los lentes de manera sensual, luego me miró.
-I love you, baby.- y mordió su labio inferior.
-Un café americano.- sacudí mi cabeza, ¡Taemin! Esas alucinaciones no ayudan en nada.
-Ya regreso.- taché la casilla que indicaba el café americano y me giré, sequé el sudor de mi frente y suspiré, bien Taemin, eres un Campeón.
-Disculpa.- me detuve, volteé a verlo por encima del hombro. –¿Me puedes traer una docena de galletas?- su sonrisa~
-Claro.- ¡¿por qué no me amas?!
-Gracias.- sonrisa~
Je, je, empujé la puerta para entrar, seguía riendo, estaba tan feliz que no caminé, sino bailé hasta llegar a la barra en donde pegué la orden de Kris.
-¿Verdad que no es difícil trabajar?- negué sonriendo para sentarme en las sillas altas frente a la barra.
-Ahhh me encanta.- suspiré.
-¿También el trabajo?- Jeongmin me dio una canastita con galletas de las que tomé una. –¡No es para ti! Es para el cliente.- me encogí de hombros porque ya la había mordido.
-Oye Tae, en lo que preparan el Americano acompáñame a la bodega, tenemos que traer otro costal de harina para las galletas y una bolsa de azúcar glas.- asentí para bajarme de la silla, lo seguí hasta que él atravesó la barra, luego fuimos en dirección a los baños pero abrimos la puerta opuesta.
-¡Wow!- ¡aquí hay muchísimas cosas! –¿Todo esto se consume en el café?- caminé hacia los sacos de café, que decían ser de diferentes lados y sabores, también había muchos costales de azúcar y harina, chocolates, vasos de plástico, servilletas, ¡todo!
-Ven, acá está lo que necesito.- volteé por encima de mi hombro, Jeongmin estaba jalando un costal, corrí para ayudarlo. –Tú trae uno de azúcar, por favor.- asentí y lo busqué con la mirada.
-¿Costal?- jalé uno.
-No, una bolsa de dos kilos.- lo volví a acomodar para buscar la otra. –Ayúdame a preparar las galletas, Minwoo era quien me ayudaba pero ahora me quedé solo en la cocina.-
-Sólo dime cómo hacerlo y lo haré.- salimos de la bodega para ir hacia la cocina.
-Primero deja sacar las que están en el horno.- asentí. Jeongmin se puso los guantes térmicos para abrirlo y sacar una bandeja caliente de galletas. Me hice a un lado para que las pusiera en la mesa.
-Se ven ricas.- el sólo aroma me deja claro que estarán ricas.
-Son de vainilla, ¿quieres una? Tómala.- asentí y busqué una servilleta para no quemarme.
-La orden de Kris.- susurré antes de morderla.
-El café toma tiempo en prepararse, no es ponerlo bajo una maquina y está todo listo, disfruta de la galleta.- asentí para volver a morderla.
-Es muy rica.- susurré sonriendo.
-Lo sé, es la receta de mi abuela.- pues qué amor de abuela~ es fantástica. Nada que ver con las que prepara Donghyun hyung. –Estas también las prepara ella pero no me dio la receta.- me mostró una galleta café. –Es la última, si la quieres está bien.-
-¿Es de chocolate?- la tomé pero no la comeré, le prometí a Minho que trabajaría duro y que no haría nada que me pudiera lastimar.