-Lo que tú digas.- dije levantándome de la silla. Caminé hacia el vestíbulo del hotel para entrar e ir a mi habitación pero decidí que sería mejor no hacerlo así que sólo me aventé a la piscina.
-¡Taemin!- abrí los ojos bajo el agua y vi a Minho que estaba nadando hacia mí. Sonreí cuando llegó a mi lado, ambos salimos a la superficie. –¡No hagas eso!- reí escupiendo el agua que se metió a mi boca, Minho se veía gracioso con su cabello todos mojado pegado a su rostro.
-¿No me puedo ahogar?- pregunté sonriendo, tomé su mano para sumergirme y ambos lo hicimos, nadamos un poco hasta llegar al otro extremo de la piscina ahí salimos de hacia la superficie.
-Vayamos por el bloqueador.- dijo sonriendo, pero negué para volver a sumergirme, salí a dos metros de él.
-Si me pescas entonces me pondré el bloqueador.- dije sumergiéndome que no escuché su amenaza, abrí los ojos bajo el agua y lo noté nadando hacia mí, así que giré para regresar hacia donde comenzamos, estuve dando vueltas hasta que salí a la superficie por más oxigeno.
-¿Minho?- pregunté buscándolo bajo el agua. –¿En donde estás?- pregunté, no lo veo por ningún lado. –¡Minho!- ¿habrá salido e ido por el bloqueador? Pero me hubiera dado cuenta, ¿me dejó solito en la piscina para ir por su tonto bloqueador?
-¡Minho!- ¡se ahogo! Nadé sápido hasta él, estaba flotando boca abajo, lo tomé para girarlo y mirar su rostro, tenía los ojos cerrados y los labios entreabiertos. –¡Minho! Minho por favor.- comencé a darle palmaditas en su mejilla para que despertara, pero no lo hacía.
-Minho por favor.- sentía que lágrimas salían de mis ojos, este viaje ¿realmente es un despedida? –Minho.-
-Veo una luz.- ¿Minho?
-Minho por favor, o te mueras.- susurré.
-Ponte bloqueador entonces.- antes de que se parara tomé sus hombros y lo sumergí bajo el agua.
-No me estés asustando así.- dejé que se levantara y me giré, me crucé de brazos molesto, escuché cómo tosía y bla bla blá.
-No te enojes.- nadó a mi lado para pararse frente a mí. –Sólo estaba jugando.- contestó tomando mis mejillas, pero me quité de su mano. –¿Estás enojado?- preguntó.
-No.- contesté nadando para salir de la piscina.
-Taemin~-
-“Taemin~”- imité su tono de voz. –Me iré a dormir, despiértame cuando estemos de regreso.- tomé mi celular para caminar hacia el vestíbulo.
-¿Estás hablado en serio?- me quedé de pie en antes de entrar a la vestíbulo. –Estás haciendo berrinche porque hice berrinche porque no te pusiste en bloqueador.-
-Sé lo que estoy haciendo.- contesté sin voltear a verlo. –No necesito clases de lógica o moral para.- dejé de hablar para tocar mi frente y fingir molestia.
Al fin de todo él ya vio cómo luzco cuando me duele.
-¿Estás bien?- preguntó un poco asustado, eso me hizo sonreí.
-Sí, gracias por preguntar. Cuando dejes de ser un infantil me hablas.- retomé mi camino hacia el vestíbulo, escuché que el agua se movió, así que estoy seguro de que salió de ella, entonces, uno, dos, tres.
-¡Taemin!- no tienes que reírte o se dará cuenta. Pero sentí que tomó mis hombros para levantarme del suelo. –Sabía que algo te pasaba pero no quise preguntarte mucho.- seguro habla sobre lo de mi cefalea. –Espera, respira.- sentí que quitó el cabello de mi frente. –¡Ayud..!- moví mis labios entorno a los suyos. –¿Estás bien?- nos separamos.
-¿Qué se sintió, he?- me senté bien en el suelo.
-Horrible.- suspiró ayudándome a levantar. –¿Estás bien?-
-Sí, no fue nada grave.- contesté.
-Tu rodilla está sangrando.- apuntó hacia ella, entonces bajé la mirada para ver.
-Es un rasguño.- contesté.
-Pero está sangrando. Vamos, pediré un botiquín para sanarte.- wuu~ me cargó a lo princesa y así regresamos a la… de nuevo está haciendo más que yo por nosotros.
-No Minho.- quité sus manos de mi rodilla, y la servilleta con la que limpiaba mi rodilla. –Yo puedo hacerlo.- retomé la tarea de limpiarme.
-Pero quiero hacerlo.- me tomó una servilleta más pero antes de que me tocara sólo moví mi pierna. –Muñeco.- susurró asustado, yo negué ligeramente más asustado que él.
-De nuevo pasa.- susurré sorbiendo mi nariz.
-Es la primera vez que te accidentas estando bajo mi cuidado.- contestó.
-No.- sorbí de mi nariz. –Que de nuevo estás haciendo mucho por mí, y yo… yo te amo pero no sé cómo demostrártelo.- sentí sus brazos rodearme de nuevo, pero negué y abrí los míos para que me soltara. –Antes sólo era un “golpéame” y sabrás lo mucho que te amo, pero tú… tú me complicas todo. Tonto.-
-¿Sabes cuándo siento que me amas?- me quitó la servilleta para seguir limpiándome.
-¿Cuándo?- que yo no sé.
-¿Sabes lo que significa “persona”?- negué lento, mirando como terminaba por asearme la herida. –Persona significa máscara, la que todos nos ponemos en todos los momentos de nuestras vida. Siento que me amas no cuando mueves tus labios o cuando haces todas esas cosas pervertidas, sino cuando te muestras ante mí como eres. Cuando dejas de ser un ruder y eres sólo Taemin.- lo miré a los ojos peor él se levantó de enfrente de mí para estar a mi lado. –He pensado que hay una cosa con la que puedes saber que verdaderamente te aman, y es cuando te muestras cómo eres realmente, con quien dices amar.-