Creí que tendría cefalea orgásmica por cómo reaccionó en la mañana cuando lo penetraba pero creo que fue sólo una suposición, por el estado ammm de celo en el que se encuentra dudaría mucho que tuviera ese problema.
-Entonces te acercarás y tomarás mi cadera.- susurró.
Tengo una idea.
Me acerqué a su cuello para comenzar a besarlo. Mis labios se cerraban entorno a su piel pero no puedo succionarla porque dejaría una marca y sería más malo para la imagen de Taemin en ese Club.
-Comenzarás a simular que me lo estás haciendo, luego dirás “vámonos a mi departamento” y sólo asentiré.- Taemin, no más películas porno para ti.
-¿Eso es lo que quieres?- pare repasar el plan y ejecutarlo tal y como quiere.
-Ajah~- gimió. Deslicé mis manos por su torso hasta llegar a su cinturón, lo tomé para desabrocharlo y luego su pantalón. Comencé a bajarlos pero era complicado con un sola mano. –Y terminaremos teniendo sexo.- sonreí al terminar de hacerlo.
Empiezo a pensar que Taemin también tiene su vena masoquista, y con también me refiero a la mía. Así que solté sus manos. Me acerqué a su oído.
-Desabrocha mi pantalón.- susurré, wow, hasta tembló. Bajó rápido sus brazos hacia mi entrepierna y sentía el movimiento torpe de sus manos intentando desabrochar mi pantalón. Mi miembro se asomó de entre la ropa y sólo para mi placer, dejé que Taemin lo dirigiera hacia su esfínter.
Tendremos que estar enfermos, muy enfermos para disfrutar de estas prácticas. O, nuestro libido y curiosidad es más poderosa que la moral.
-Cierra los ojos.- susurré, Taemin de nuevo tembló y los presionó. –Cuenta cien hacia atrás.- acomodé mi glande en dirección a la entrada de Taemin.
-Cien, noventa y nueve.- presioné un poco pero Taemin se movió, más bien, se quitó. –Noventa y ocho.- tomé sus pantorrillas y las alcé, luego hice que se flexionara hasta que las pudiera abrazar en su pecho, así me dejaba espacio para lo que quiero hacer.
-Sujétalas bien.- susurré.
-Noventa y siete.- separé las pompis de Taemin y noté como se dilataba solo. Con espasmos y arrítmicamente. Pasé la saliva que tenía acumulada y asomé mi lengua para tocarlo.
-Noventaah~ y ocho.- tembló una vez más justo cuando lamí su entrada. –Noventa y nueve.- comencé a besarlo, mis labios hacían un marcado contraste contra sus pequeñas grietas que desaparecían cada cuanto. –Noventa y ocho.-
Separé más sus pompis para darme más espacio. Volví a besarlo pero esta vez intenté introducir al menos la punta de mi lengua. La presionaba contra su cuerpo y lentamente penetró.
-Noventa y siete~-
Dejé de besarlo, me separé para hincarme tras su cuerpo, tomé mi miembro y me estimulé un par de veces, es que, Taemin es afrodisiaco puro. Recostado en el sofá, con sus piernas abrazadas al pecho, sus pompis que dejan ver lo dilatado que es su esfínter anal y este abriéndose mostrando su interior rojizo.
-Noventa y seis.- perfilé mi glande contra su cuerpo. –Noventa y cinco.- comencé a empujar hasta que mi glande desaprecio. –Ah~ noventa y seis.- empujé un poco más, comenzó a perderse mi miembro entre sus paredes. –Noventa y siete.- me dio morbo al ver como una de las venas que tengo remarcadas desaparecía en el interior de Taemin. –Noventa y ocho.- mis testículos chocaron contra sus pompis. –Noventa y nueve.- retraje mi pelvis para comenzar un vaivén rápido, haciendo que el cabello de Taemin se despegara de su frente. –¡Cien!-
Salí de su cuerpo, noté que su entrada estaba abierta en un perfecto círculo, que se veía rojizo al interior y negro al final.
-Ve al Club ese, yo iré en media hora.- me levanté del sofá.
-Pero~-
-¿O ya no quieres hacer tu fantasía realidad?-
-No… no es justo.- sonreí mientras se levantaba del sofá y subía su pantalón. Vi algunos espasmos mientras lo abrochaba y también noté que ya se había arreglado para salir, con un pantalón negro y una correa blanca en el muslo derecho. También tiene una camisa de bonotes con estampado a rombos, la camisa negra y las figuritas blancas.
Entonces tengo que vestirme con algo similar, sólo que no sé qué ropa traje.
-Yo sólo estoy acelerando el proceso de deseo.- contesté mirándolo tomar un saco y ponérselo, pero seguía temblando.
-Eres un malvado.- le ayudé a salir del departamento e incluso lo llevé hasta el elevador, pero claro, como soy malvado le seguía susurrando qué cosas podría hacerle al verlo en la pista, y qué más en el camino a hotel y otras que se me ocurrieron para cuando regresemos a casa.
-No dejes que nadie más te toque. Ni siquiera tú.- marqué el primer piso y salí del elevador.
Cuando el elevador bajó regresé al departamento. Entré y cerré la puerta, suspiré, tengo media hora más.
Caminé hacia el sofá y tomé el control retomo para encender la tv, según tengo entendido el programa dura media hora, la media hora que le di a Taemin así que esto me servirá para medir mi tiempo.
Pero he decidido que tomaré una ducha fría, así Taemin tendrá que hacerlo bien si en realidad quiere salir de ese Club conmigo para seguir teniendo sexo.