End Pov’s Minho
Pov’s Taemin
Tonto Minho, tonta fantasía, tontos sus labios, tonto glande… tonto Taemin.
Pero querías que pasara, ¿verdad? y Minho se sale con la suya haciéndome esto, como él no está todo excitado camino al… ¿y si me quieren violar? ¿Y si soy demasiado débil y alguien comienza a tocarme en el club? ¿Y si esa persona no es Minho?
Bueno, al menos traigo un par de los condones que me dio mi mamá.
No es que acepte hacerlo con otra persona, pero nunca se sabe. Mi papá decía que si me veía comprometido en una situación de violación sexual, lo mejor sería acceder y manipularlo a mi beneficio, incluso si lo hería podría decir que era legítima defensa.
Así que violadores, cuídense que mi papá era policía.
…
-Tomaré….- Minho no está para no dejarme beber alcohol. –Un vaso…- pero si bebo alcohol menos me podré controlar. –De soda de lima.- sonreí al barman.
-También tenemos cervezas, licores, ¿vodkas…?-
Entonces puedo pedir una de esas y sólo fingir que la bebo.
-Un vodka.- suena hasta con onda.
-¿De cuál?-
-Sorpréndeme.- susurré sonriéndole. ¡¿Qué estás haciendo Taemin?! Bien, sigo excitado y no tengo dinero, así que es justificable.
-En un segundo.- rwarr~ ¡no! Compórtate, espera a que llegue Minho.
-¡Pues eres un pendejo!- volteé a mi derecha, estaba una chica hablando por celular. –¡Te odio pedazo de mierda!-
-Exclamó la princesa.- susurré riendo, ella finalizó la llamada por lo que vi. Luego me miró. –Una chica diciendo esas cosas se ve como… mal.- sentí que acariciaban mi mano así que la retraje.
-Su vodka.- era el barman, pero seguía sonriendo así.
-Gracias.- tomé el vaso y lo acerqué lo más que pude a mí, así no me volverá a tocar.
-Es mi novio.- susurró la chica.
-Por más molesto que esté con él, no le diría eso.- contesté mirando mi vaso con vodka, tenía una cereza al fondo. Relamí mis labios, ¡la quiero! pero ya ha de estar penetrada por el alcohol.
-Es que.- susurró secándose los ojos y sonriendo su nariz. –Me volvió a engañar con otra.-
-Al menos no fue con la misma.- susurré riendo, ella me miró pero sus ojos no me intimidaron, todos rojos y llorosos. –Si fuera con la misma sí tendrías que molestarte.- porque Niel me daba blé, siempre era uno diferente. O una, no recuerdo.
-Tú qué sabes.- uhh ya se enojó.
-Sé más de que piensas.- saqué el palito de la cereza de mi boca.
-¿Como qué?- preguntó mirando el palito en mis manos. –Le hiciste un nudito.- ¿eso hice? Lo miré y tuve que enfocar mucho para ver que sí, había un nudito.
-Había una vez.- ella se cambió dos asientos más cerca de mí. –Un niño feo.- se llamaba Taemin. –Que quería con un niño bonito.- que se llamaba Daniel. –El niño feo lo seguía a todos lados, era realmente bonito.- quería ser aceptado por ese niño. –Hacia todo lo que el niño bonito le decía. Hasta que le hizo caso, se hicieron novios.- sonreí nostálgico. –Pero el niño feo no merecía al niño bonito.- eso dijo Niel. –Así que el niño feo no podía tener al niño bonito.- bebí de mi vaso para refrescar mi garganta. –El niño bonito tenía a otras niñas para él, niñas que sí merecían su belleza.- niñas feas por cierto. –Y cuando el feo se dio cuenta le reclamó al bonito. Él le dijo que no volvería a pasar.- Niel prometió no volver a salir con nadie más en las tardes que no fuera yo. –¿Y adivina qué pasó?-
-¿Volvió a salir con otras niñas bonitas?- asentí pesadamente.
-Con diecisiete niñas bonitas.- todas las del salón. –Y un niño más feo.- tan feo que siempre usaba gorras.
-Luego ese niño feo se mudó y no vio más al niño bonito. Quizá su belleza era toxica para él. Y conoció a un niño más hermoso, ¡un semi dios!- ese se llama Minho. –Y el niño feo…- quiso ser bonito. –¿Sabes? Me refiero a que si pasó una vez, volverá a pasar.- tallé mis ojos, espero que el maquillaje no se estropee. –Sé lo que se siente amar a una persona tóxica y también sé lo que se sufre cuando pasa.- sorbí mi nariz para mirarla. –No dejes que lleguen a ser diecisiete.-
-Sólo van dos.- susurró ella, bajando mirada. –¿Qué más pasó?- me miró con sus ojos rojos, pero que está vez sí me dio sentimiento.
Sorbí mi nariz y terminé con mi vaso.
-Cuando el niño feo conoció al semi dios, quiso ser bonito para agradarle.- entonces me teñí el cabello de rubio porque Minho dijo que a Key se le veía bien. –Se convirtió en su polo opuesto, un semi diablo.- sonreí por eso. –Y el semi dios lo notó.-
-Tiene un final feliz.- suspiró, pero negué lento. –¿Qué pasó?-
-Aun cuando el niño feo, el semi diablo está bajo las alas del semi dios… recuerda al niño bonito.-
-¿Aun lo ama?- negué efusivamente. –¿Entonces?-
-Aun lo lastima.- susurré y sentí que mis ojos se aguaron al instante. –Y cuando el semi diablo habló con el niño bonito, el niño bonito dijo “deseo… de-deseo.- dejé de hablar porque un nudo en mi garganta me lo impide. Sentía dos lágrimas caer por mis mejillas, respectivamente. –Deseo que él…- sorbí mi nariz y dos segundos después estaba la chica tendiéndome un pañuelo. Pero lo negué. –Deseo que él te cure.”- eso dijo Niel.