-¡Entonces toma más!- me dio una botella de cerveza, la miré, estaba poco más arriba de la mitad.
-No.- se la devolví. –Así estoy bien.- diablos.
-Vamos, no te aguades ahora.- me la volvió a dar pero negué. –¿Ya te vas?-
-Tengo que ir a algún lado.- en donde esté Taemin.
-Sólo una más.- me la puso en la mano. –Y te vas.-
-Está bien.- reí por eso, comencé a beber de la cerveza pero a los segundos me la quitaron, la persona que tenía su pierna sobre mi derecha me tomó del mentón y terminé en sus labios.
Sabían a vainilla.
Comenzó a mover sus labios entorno a los míos, se sentían como los de Taemin, pequeños y suaves que correspondí. Sólo que esta vez dejé que su lengua se hiciera paso con la mía. Las friccionábamos rápido hasta que me hice hacia atrás.
Miré hacia la persona que no era Taemin, noté mi reflejo en sus ojos y sonreí.
-Espero que lo hayas gozado.- susurré levantándome. –Porque me marcho.-
...
Condenado Taemin.
Mordí mi labio inferior al ver como seguía moviéndose, bailaba con una chica que no lo tocaba, a penas y se sonreían supongo que tardé bastante. Moví mis hombros para relajarme, Taemin movió su cadera marcando cierto compás.
Noté que la chica me apuntó y Taemin me miró, entonces sonreí.
Él se acercó a susurrarle algo al oído y ambos rieron, ¿se reirán de mí?
Alcé una ceja al ver que la chica venia hacia mí, ¿creerá que la estaba mirando? Dejé que tomara mi mano, así puedo llegar más fácil con Taemin, creí que la tendría que rechazar pero me dejó frente a Taemin, luego le susurró algo al oído y se fue.
-Me preguntaba cuánto tiempo estarías mirándome.- susurró Taemin acercándose a mí, pasando sus manos por mis hombros hasta que llegó a mis mejillas. –Y cuánto tiempo más resistiría.- puse mis manos en su cadera. –Para que terminaras con lo que empezaste en el departamento.-
Comenzó a moverse al ritmo de la música, marcando el compás rápido, sólo que esta vez no bailaba para la chica sino para mí. Me miraba a los ojos que noté sus pupilas dilatadas, podría ser por la poca iluminación o por que bebió alcohol.
-¿Sólo vas a mirarme?- preguntó riendo, tomando mis mejillas para acercarme a él. Cuando estuve cerca abrí los labios para besarlo pero sólo tiró de mi labio interior. –Si quieres que este chico se vaya contigo, tendrás que hacerlo mejor.-
-¿Tengo que ligarte?- pregunté cerca de su oído.
-Ah~- pegó su pelvis con la mía, noté lo excitado que estaba, no él sino yo. –Si no lo haces mejor, podría irme.- pasé mis manos a sus muslos y los pegó a mi cuerpo.
-No te podrás ir tan fácil.- susurré.
Taemin gimió, acercándose a mí.
-El problema es.- se giró para darme la espalda, seguía restregándose contra mí. –Que no me quiero ir.- pese a la música, escuché su risita.
Taemin seguía bailando, creo, yo sólo lo mantenía cerca de mí, quería que como él dijo, bailara sólo para mí.
De repente la música pasó de ser un ritmo rápido a uno tranquilo, volteé a ver al resto que estaban abrazados y bailando lento, giré a Taemin para estar frente a frente.
-¿Lo estás disfrutando?- susurró, una de sus manos bajaron hasta mi cinturón, fruncí el entrecejo al dejar que metiera su mano. –Porque yo sí.-
-Podría ponerse mejor.- susurré sonriendo, también deslizando mi mano hacia su entrepierna.
-¿Cómo?- susurró, sentí que comenzó a mover su mano, estimulándome. –¿Así?- susurró mirándome, sólo asentí. –¿O así?- antes de que se dejara caer sobre sus rodillas lo tomé.
-Aquí no.- susurré negando, sonriendo un poco. –Aquí no, Muñeco.-
-Vamos al fondo.- susurró tomando mi mano, tirando de ella hasta que llegamos hacia el fondo del club.
Lo tomé de la cadera haciendo que pegara su espalda contra la pared, me incliné para besarle el cuello y esta vez no me limité, succioné fuerte escuchando un jadeo de parte de Taemin. Dejé de tomar su cadera para deslizar mis manos a su camisa y comenzar a desabotonarla.
-No… No Minho.- sólo logré desabotonarle dos botones, luego me detuve. –No te desnudas, yo tampoco.- me sonrió antes de volver a besar mis labios, su lengua entró a mi boca y la dejé que buscara la mía, al encontrarla la friccioné fuerte, haciendo que contrajera sus piernas.
Me separé de él, tenía sus mejillas sonrojadas y los labios rojos, húmedos. Excitantes.
Besé su cuello y volví a succionar pero no tan fuerte, sentía sus manos enredarse en mi cabello, tiraba de él justo cuando le succionaba. Dejé de besar su cuello para bajar un poco hasta el pecho, a la altura de los pezones.
