Me arrodillé frente a Taemin, él se cubrió la boca con su mano.
Descubrí su miembro que seguía erecto y comencé a masajearlo, desde la base de sus testículos hasta el glande, él echaba atrás su cabeza, golpeándose con el fondo del elevador.
-No, Minho.- lo acerqué a mis labios y soplé, eso le hizo contraer sus piernas. –Ah~ no.-
-No qué, ¿Taemin?- asomé mi lengua para rozar el glande, estaba húmedo y como siempre, sabía dulce.
-Yo debo… yo soy quien…ah~ hincado.- abrí mi boca e introduje su glande, sentí sus manos en mi cabello, enredando sus dedos entre mis mechones. –Ah~ no.-
Escuché el ding del elevador así que me retiré del miembro de Taemin, me erguí y despeiné su cabello, seguía con los ojos cerrados y presionando su mano contra los labios.
-Vamos.- tomé la mano contraria para jalarlo fuera del elevador.
-En donde me atrapes me tomas.- wow qué. Mi espalda chocó contra la pared y Taemin entró al departamento.
Sonreí divertido y recompuse mi postura, le daré tiempo para esconderse así que caminé hacia la puerta estaba cerrada, giré la perilla y entré, me giré para ponerle el seguro y dejé las llaves sobre la mesilla a un lado.
Pasé mi mirada por todos lados, en la sala de estar no se encuentra así que seguramente estará en la habitación, caminé por el pasillo, oí ruiditos en el baño así que abrí la puerta.
-¡Eso no se vale!- susurró pateando el suelo.
-Te encontré.- susurré cerrando la puerta del baño.
Caminé lento hacia Taemin, el retrocedió pegándose contra el azulejo del baño.
-Oppa.- susurró mirándome a los ojos. –Mi colita quiere su lechita.- se giró dejándome ver sus pompis, que no conforme con esa vista, las elevó poniéndose de puntillas.
Relamí mis labios ansioso, qué pervertido.
Puse mis manos en su cadera acorralándolo entre mi cuerpo y la pared, Taemin gimió leve comenzando a mover su cadera, frotándose contra mí.
-¿Te has estado divirtiendo, cierto?- susurré en su nuca, dejé pasar una de sus manos tras mi espalda mientras las mías se aferraban a su cadera marcando el vaivén que quería sentir.
-Un poco.- susurró. ¡Hey! ¡Qué! Solté el cuerpo de Taemin y me salí de la ducha. –Ahora sí me estoy divirtiendo.- lo miré al otro lado del diámetro del agua.
-¿Sabes?- pregunté mirándolo. –Yo puedo atravesar el agua fría y llegar hasta ti.-
-No creo.- susurró Taemin mirándose las uñas, como si no estuviera tan excitado como yo.
-¿Quieres ver?- pregunté.
-Quiero sentir.-
Dos segundos después ya tenía a Taemin contra la pared, el agua me caía directamente pero eso no me detenía para seguir besando su entrada, el agua fría hacia que eventualmente la contrajera, lo que se me hacía más excitante claro. Moví mis labios en su esfínter e introducía mi lengua, Taemin no paraba de gemir ni de elevar su cadera con sus pies de puntillas, tampoco dejaba de separar sus pompis con sus manos.
Dejé que cayera agua sobre sus pompis haciendo que se acumulara y entrara un poco, luego pegué mis labios a su cuerpo y succioné.
-Ah~ no.- contrajo su esfínter y sus piernas se cerraron levemente. –Minho~ ah~ me encanta.- pasaba mi lengua por sus grietas haciéndolas desaparecer, seguía tomando agua de su cuerpo y escuchando los hermosos gemidos de Taemin.
Volví a lamer desde sus testículos hasta el final de su esfínter luego me alejé. Me levanté del suelo para cerrar la llave del agua. Taemin seguía temblando levemente, su entrada se contraía con esos temblores. Miré su rostro, sus mejillas estaban rojas igual que su nariz, seguramente se irá a enfermar.
-Vamos.- tomé su mano para girarlo, cuando lo hizo noté que su pantalón tenía una mancha blanca, muy viscosa y grande donde la entrepierna.
-No.- se cubrió la entrepierna. –No mires.- susurró avergonzado.
Sólo para molestarlo y disfrutarlo, tomé sus manos para juntar e inmovilizarlas, luego dirigí mi mirada hacia su entrepierna, él contrajo sus piernas, incluso se giró para que no mirara.
Caminamos hacia la habitación y justo al entrar lo solté para cerrar la puerta, volteé por encima de mi hombro Taemin estaba sentándose sobre la cama.
-¿Sucede algo?- pregunté acercándome.
-Estoy pensando en que ya quiero esa lechita.- sonrió aventando su pantalón al suelo. Caminé hacia él y al llegar a la cama, Taemin ya estaba recostado a la mitad de ella, mirándome mientras se quitaba sus bóxer.
Miré el camino que tomaron los bóxer hasta que cayeron al suelo, sólo volteé a ver a Taemin que tenía sus piernas abiertas mientras se masturbaba.