-¿Me la vas a dar? ¿O tendré que sacarla?- susurró, me subí a la cama acercándome a él mientras desabotonaba mi camisa pero antes de sacármela sus piernas me rodearon la cintura y atrajeron contra él.
Tuve que meter las manos, a los lados de la cara de Taemin para no aplastarlo.
-Tendrás que sacarla.- susurré besando sus labios, Taemin abrió su boca para asomar la lengua pero justo las tocamos me separé. –Tendrás que hacerlo mejor.-
-¿Mejor que esto?- comenzó a mover su pelvis frotando su miembro contra el mío. –¿O que esto?- sentí sus dedos en mi glande y como lo acariciaba lento, lo tomó y dirigió hacia su entrada.
Cerré los ojos al sentir como entraba poco a poco.
-Ahh~- gemí al sentirlo rodeando mi miembro.
-Pues aun no.- reí levemente al sentir que su calor desaparecía. –Antes quiero mi lechita.- hizo que me acomodara mejor en la cama, quedando en el centro de la misma en donde él estuvo antes. Separó mis rodillas y tomó mi miembro.
Se inclinó lo suficiente para comenzar a hacerme una felación.
Comenzó a lamer cerca de mis testículos, eran lengüetazos cortos y repetitivos, como si un pequeño cachorro bebiera leche, cerré los ojos y dejé caer mi cabeza a la almohada, se siente tan bien~
-Parece que te gusta.- susurró sentí su aliento chocar y luego sus labios cerrarse, dándome un besito que tronó en repetidas ocasiones. –A mí me gusta.- su lengüita se deslizó por el largo de mi miembro hasta llegar al glande, el que lamió de nuevo. –Me gusta tu circuncisión.- susurró delineándolo, pasando su lengua por debajo.
-Ah~- susurré presionando mi ojos.
-Me encanta.- susurró metiéndolo a su boca. Comenzó a marcar el vaivén lento, sus labios presionaban contra mi tronco hasta que llegaba a la mitad del mismo.
-Espera.- susurré deteniéndolo por su cabello. –Tengo una idea.- me recargué sobre mis codos para indicarle que se acercara. Soltó mi miembro y gateó hacia mí. –Gírate.-
-¿Un sesenta y nueve?- asentí.
Taemin pasó sus piernas por mis hombros, sus rodillas quedaron sobre mi clavícula. Relamí mis labios y tomé sus muslos acercándolo más a mi boca. Sentí sus manos rodear mi miembro y dirigirlo a sus labios.
Volví a sentir lo cálido de sus mejillas rodear mi glande justo al meter su glande en mis labios.
-Minho.-
-¿Mm?-
-Hoy voy a disfrutar de ti.- sentía una nueva lamida en mi glande. –Aunque me muera.-
-¿De qué hablas?- susurré, haciendo que mi aliento chocara contra su glande.
-De que eres capaz de… matarme de placer.- tonterías. Sentía su mano tomando su miembro así que detuve mi vaivén. –Ahí no.- susurró bajando más su pelvis, chocando su miembro contra mi pecho. –En mi colita.-
Suspiré haciendo que temblara de nuevo.
Pasé mis manos tras sus muslos inclinándolo más. Asomé mi lengua hasta tocar su dilatado esfínter. Su lengua no dejaba de moverse entorno a mi glande. Pronto comenzó a marcar un vaivén lento, apretando con sus labios en mi falo hasta que sentía sus anginas de nuevo.
Introduje mi lengua y tenté su interior.
-Ah~ Minho~-
Sentía su mejilla rozar contra mi miembro mientras me masturbaba, lo hacía fuerte que contraje mi pelvis.
-Voy a eyacular- susurré.
Apreté los muslos de Taemin y eché mi cabeza atrás mientras sentía expulsar mi semen.
Destensé los músculos y cerré los ojos.
Lo merecía, la merecía. Estar así desde que salimos del club… lo merecía.
-¿Ya tienes sueño?- mi piel húmeda. –Creí que lo haríamos mil veces.-- sentí movimiento en la cama, sus rodillas a los lados de mi cadera y luego su miembro sobre mi ombligo.
Sentí que su dilatada entrada estaba rozando mi miembro, lo tomó con su mano para acomodarlo, perfilándolo a su cuerpo.
-Te gané.- susurró, busqué su rostro y tomé sus mejillas para acercarlo a mí, lo besé mientras él movía su cadera, rozando su dilatada entrada con mi glande. –¿Le gané a Choi Minho?- susurró riendo, tirando de mi labio inferior.
-Esta vez sí.- susurré poniendo mis manos en su cadera para que siguiera frotándose contra mí, su esfínter se sentía maravilloso, caliente y sumamente excitante.
-Yupi.- susurró riendo. Me levanté para recargarme en mis codos, luego Taemin se dejó caer en la cama así que me posé entre sus piernas, él presionó sus rodillas en mis costados mientras pasaba mi glande, delineando su esfínter.
-¿Te gusta esto?- pregunté.
-Ajah~ me… me gusta mucho.- sus manos estaban a los costados de su rostro así que veía perfectamente su frustración al tomar las cobijas y aferrarse a ellas.