Minsoo soltó mi pie, lo bajé al suelo y me hice a un lado porque se levantó para sentarse a mi lado. Estaba ya muy cerca de mi cuerpo y sentí el calor del suyo. Su hombro se pegó al mío, así que lo miré.
Él me miró a los ojos un poco y terminé sintiendo sus labios en los míos.
Cerré los ojos mientras los movía.
Sus labios se sentían diferentes a los que ya he besado, pero su saliva sabía a fresa por el agua que estaba tomando, pasé mi mano por su nuca para acercarlo más.
Asomé mi lengua y esta se frotó contra la suya hasta que nos separamos.
-¿Eso es un sí?- pregunté sonriendo.
Minsoo volvió a besarme, más fuerte y pasional que la anterior, en el que terminé jalando su labio con mis dientes. Sentí mi respiración agitada y mi entrepierna hormigueando.
-Estaré en mi oficina, sabes en dónde está, si quieres seguir llega en cinco minutos.- susurró contra mi oído, ladeé mi cabeza porque me dio más cosquillas. Minsoo se levantó del asiento y se fue hacia la oficina, tal y como dijo.
Suspiré y subí mis manos a la mesa, tomé el helado y le clavé la cucharita para seguir comiéndolo.
-Buen día.- miré a quien había llegado, sonreí, tengo algo en mente.
-Bienvenido a Frosty Ice, ¿qué te ofrecemos?-
Me quedé mirando al chico, tenía una playera muy bonita y un corte de cabello limpio, me gusta.
-Un capuccino.- contestó, me miró por encima de su hombro, pero sólo por un segundo, luego desvió su mirada. Yo conservé la mía sobre él.
Seguía intentando evadir mi mirada la presión que ejercía sobre él, qué divertido.
-Dos.- dijo cuando le entregaron el vaso. Suspiré y miré mi vaso con helado, ya está derretido. –Hola.- un capuccino llegó a mi mesa. –Me llamo MyungSoo.-
-Hola.- contesté mirándolo, es agradable, creo que lo había visto antes con Woohyun.
-Si quieres luego podemos salir.- alcé una ceja extrañado. –Noté como me mirabas…- me levanté del asiento y le regresé su capuccino.
-No estoy buscando pareja.- dije. –Sólo miraba tu playera, es igual a una que compré hace poco.- me giré para ir hacia la oficina de Minsoo, creo que ya lo he hecho sufrir bastante.
Mientras caminaba sonreía, a esto me refiero, Kibum está de caza.
Tomé la perilla de la oficina y abrí lentamente, Minsoo estaba sentado en el escritorio.
-Creí que no vendrías.- susurró riendo, así que caminé lento para cerrar la puerta tras de mí.
-¿Te hice sufrir? ¿Bebé?- caminé hacia él, Minsoo pasó sus palmas tras su espalda para recargarse sobre ellas. Me coloqué delante de él, separó sus piernas para meterme, pasé mis brazos por su cuello para atraparlo, miré sus ojos y luego sentí los labios de nuevo sobre los míos. Y sus manos en mi cadera.
-Un poco.- susurró mordiendo mi labio.
-Sólo te tengo una regla.- susurré sobre los suyos. –Pero dime las tuyas primero. ¿O será las mismas le pones a JungSoo?- tomé su labio y tiré de él.
-Sólo no te enamores.- susurró pasando sus manos de mi cadera a los muslos. –Ahora me siento bajo tus hilos.- reí sarcástico pero dejé de hacerlo cuando sus manos tocaron directamente mi piel. –En mi vida he tocado cinco muslos.- comenzó a masajearlos, cerré los ojos excitado. –Los de Niel, los de DamBi, los de JungSoo, los tuyos y los míos.- reí levemente. –Pero después de los míos, los tuyos son los mejores.-
-Dime que morías por tocarlos.- susurré sobre su cuello, él seguía abriendo y cerrando sus manos, me encanta como lo hace. Cómo se siente.
-Desde que te vi en el parque acuático pensé que tenías el trasero muy grande.-
-Rwaarr.- susurré haciendo que temblara. –Susúrrame esas cosas al oído.- mientras lo hacía, sentía sus manos masajeándome sin parar, ni pudor, las palabras que me decía hacían que me excitara más. Pasé mis manos a su cadera y comencé a deslizarlas hasta llegar a su miembro, ya estaba excitado. –¿Así excitas a DamBi?-
-DamBi es más delicada, no le gusta que le toque la clavícula, ni los hombros, ni cerca del cuello, porque la excita.- más la manera en la que lo dice, con su tono de voz y el acento, diablos, voy a terminar sin que me toque.
-¿Y a JungSoo?- gemí cuando separó mis pompis y comenzó a meter sus dedos entre ellas.
-Sólo lo acorralo, luego se entrega.-
-Ahora creo que sí estás saliendo con él.- susurré casi riendo. –Porque eres igual.- te acorralo, y luego sólo te entregas. ¿Vengaré a JungSoo? Creo que más que vengarlo es traicionarlo.
Quién sabe, porque si Minsoo no se lo está tomando en serio, a la única persona que perjudico es a DamBi.
Se lo merece por despreciar a Jinki.
-Creo que sí.- susurró riendo, eché mi cabeza atrás cuando su dedo logró entrar a mi cuerpo. –Pero podría ser al revés.- retiré mis manos para darle espacio, lo dejé que se levantara del escritorio para sentarme ahora yo, abrí mis piernas y él se posó entre ambas. Volvió a atacar mis labios con besos húmedos, tiraba de mi labio inferior y mordía hasta mi lengua, sólo enredé mis dedos en su cabello.
-¿Cuál es tu regla?- susurró volviendo a meter sus manos bajo mi ropa.