-Gracias al cielo.- suspiró ChangMin dejado el vaso vacio sobre la mesa del comedor. –Espera.-
-Dije lo que querías escuchar.-
-No~ sí tuve sexo contigo.-susurró ChangMin sintiendo una punzada en su cabeza. –Dios qué he hecho.- talló su cabello ligeramente asustado y preocupado.
-¡Hey! Tampoco estés así, no te vas a morir y fue consensual.- se acercó Kyuhyun para tomar la muñeca de ChangMin y llevarlo hacia su sala de estar, en donde lo sentó. –Te tuve que sacar del bar después de que vomitaste poquito.-
-Oh, cállate por favor.- susurró ChangMin apenado.
-Está bien, tenias que sacar el alcohol.- susurró Kyuhyun riendo. –No te iba a llevar a la casa de tu mamá así de ebrio, así que creí que lo mejor era venir a la mía.-
-Dime que no usé mi celular.- susurró casi pidiendo no haberle llamado a Yui.
-No, no usaste tu celular.- suspiró agradecido. –Y esta vez lo digo en serio.-
-Menos mal.- susurró ChangMin. –¿Estuve llorando?-
-No, al salir de bar venimos aquí y destapé una botella de vino tinto, nos la acabamos entre los dos mientras charlábamos, me contaste sobre las cosas que has hecho y yo te conté las mías. Luego te pregunté si aun me querías, pero antes de que me contestaras yo te dije lo que sentía. Para no presionarte.- se encogió de hombros regresando a la cocina.
-Por favor, dime que no dije nada estúpido.-
-No, no dijiste nada estúpido.- contestó Kyuhyun. –Sólo dijiste lo que sentías.-
-¿Y que siento?- preguntó asustado, si consiente había revelado que aun lo amaba, no quería ni imaginarse qué sería una vez ebrio.
-Dijiste que seguías amándome y que Yui sí miró una pantalla. Pero que tenías miedo de cometer una estupidez. Que pensarías dos o tres veces en regresar conmigo.-
-¿Y cuando se terminó la botella? ¿No dije algo diferente?-
-Ha… bueno. Tal vez.- sonrió divertido. –Dijimos un montón de cosas.-
-La diferencia es que tú sí las recuerdas.- rió un poco, luego su cabeza comenzó a doler.
-Creo que no hay diferencia.- susurró Kyuhyun. –Porque sólo escuché algo que ya sabías.-
-Sólo dime que no regresamos.-
-No regresamos.-
En otro lado…
Pov’s Minho
-¿Está bien así?- escuché a Taemin así que volteé a verlo por encima de mi hombro, estaba haciendo un amm trono de rey con la arena.
Como ya casi se termina el viaje, lo mejor fue hacer todo lo que no hicimos ayer por su tiempo de soledad, y decidí que lo mejor sería ir a jugar un rato con la arena de la costa.
De día también se siente bien y no salen los cangrejos.
-¿Qué estás haciendo tu?- preguntó pero sin dejar su trono.
-Estoy haciendo el reino.- susurré riendo, me levanté de la arena para dejarlo mirar.
-El imperio de cortadores de césped KeyHo.- leyó y por su voz sentí que estaba molesto. –¿Y Taemin?- reí nervioso porque también puse su nombre.
-Creí que tendrías que aparecer.- susurré hincándome de nuevo para seguir contrayéndolo.
-No, creo que está mejor siendo sólo KeyHo, porque si no tendrás que poner a Jonghyun hyung también.- no lo creo, si habrá un tercer nombre tendría que ser el de ChangMin, a todo caso, porque él nos ayudó a cortar pasto. –Hablando de KeyHo.- susurré mirándolo, pero me estaba mirando algo molesto y hasta fastidiado.
-¿Puedes dejar de decir KeyHo, amor?- me miró sonriendo, incluso hasta parpadeó enamorado.
-Puedo dejar de decirlo.- susurré un poco asustado. –Hablando de mi Imperio, el lunes en la noche tenemos que ir a cortarle el pasto a una maestra, aunque ya no sea profesor ya había hecho el compromiso.- terminé de hacer mi Imperio de arena para levantarme, sacudí mis rodillas y lo admiré.
-¿El lunes en la noche?- preguntó, decidí que sería mejor sentarme a su lado, en un montón de arena porque su trono es “individual”. –¿Pero que no Cortadores de Césped es una empresa vespertina?-
-Fui víctima de la profesora Jung.- me senté a su lado.
-¡Esa Jung!- se levantó del tronó y la mitad se deshizo. –Me ponía un poco celoso cuando ella te mencionaba.- alcé una ceja y dejé de reparar su trono al instante.
-¿Crees que Jung haya querido algo conmigo?- ¿algo más que horas de entrenamiento?