-Es muy probable que me equivoque, que no me salga bien, es decir, me da igual.- todos comenzaron a aplaudir de nuevo. –Esto es así, esto es música, no tiene nada que ver con lo demás y quiero hacerlo.- asentí firme, todos aplaudieron de nuevo.
-Voy a parar una vez que me estoy poniendo sentimental.- reí nervioso y miré al pianista, él asintió. Suspiré. –Esta canción se llama “Crazy.”- esperaba que la producción me dejara solo, pero las luces se apagaron y comenzaron a iluminarme como cuando entré*.
Escuché también el bombo y asentí decidido.
-O nuni meoleo beolin deushan gibuniya, oh my…- volteé a ver a Key, me miraba, sonreía pero no sé si feliz o avergonzado. También escuché a Andy. –Don’t you kwon? Don’t you know?- lo hice sólo mirándolo por el rabillo de mi ojo derecho, me pedía y apuntaba que mirara a otro lado.
-“Naega mwolaesseo.”- sonreí mirando a Key una vez más, no me imagino lo que ha de estar sintiendo, toda la canción lleva su nombre, su persona. La forma en la que ahora actúa no sólo conmigo sino con todos. Sonreí de medio lado mirándolo.
Key alzó las cejas sorprendido pero terminó negando mientras sonreía.
-Maja neo jom michi geot gata~- con sólo mirarte me estoy volviendo loco, ¿qué no lo sientes? ¿No me miras? –She’s making me crazy.- lo miré. –I’m so into you.- sonreí satisfecho cuando lo vi asentir.
Quería dejar que amarte, me dijeron que eras toxico, pero descubrí que me gusta estar viviendo en estado.
-Machi gojang nan maseukeu gata neol sunjunhi.- ¿por qué usas la máscara? creí en ella, que realmente no me necesitabas ni me querías cerca de ti. Pero en el teatro… ese abrazo no pudo ser mentira.
Para mí eres perfecto.
Tomé aire para seguir, dejé de mirar a Key para dirigir mi mirada al resto del público, en ocasiones miraba hacia donde estaba Andy, él sólo asentía al ritmo de la batería, estaba sonriendo así que aun no me considero desempleado.
Suspiré y sonreí asintiendo, realmente me gusta esto, siento que me gusta incluso más a cuando presenté Symtopms, ahora es algo que hice hace poco cuando me desperté y justo lo estoy cantando.
-Oh~- Sé que Key aun no quiere hablar conmigo sobre el tema, pero si me escucha de nuevo, si me escucha cantar le contaré lo que siento al respecto. Sonreí y volví a tomar aire para seguir, me di cuenta de que todas las personas que vinieron a ver a los otros cantantes también agitaban su cabeza con mi melodía, también gritaban mi nombre y se emocionaban como las chicas que estuvieron conmigo desde el inicio.
Estaré feliz de estar a tu lado, estaré ahí para ti aun más que antes, sin duda tengo la solución o la respuesta, sólo esperaré a que quieras oírla.
-Maja neo jom michi geot gata~- me puso feliz que ahora también la corearan, tomé aire y miré hacia Key. –She’s making me crazy~ i’m so into you.- giré mi rostro parar mirar a Andy, él seguía sonriendo y disfrutando de la canción.
Dejé el micrófono en la base.
-Moleuneun cheog anin cheog seuljjeog pihae hwado naneunde.- cuando estoy indeciso, me miras y me dices “hola”. –Sonjishae tto Crazy, Crazy, Crazy~-
Abrí los ojos y miré hacia el público.
-Maja neo jom michin geot gata~- el punto rojo en el público comenzó a hacerse espacio, moviendo a las otras chicas. –She’s making me crazy. I’m so into you.- estiré mi mano en su dirección, Key también lo hizo pero antes de tocarlo escuché a Andy y sus chasquidos, por lo que retraje mi mano. –¡Hey!- sonreí regresando hacia la equis en el escenario.
Por favor, sólo escucha que aun te amo. Que aun estoy loco por ti y que son sólo una mirada…
–She’s makign me crazy.-
-I’m so into you.- escuché a Key.
-Igeon mali andoel jeongdo.- tomé aire. –O neon chom michin geot gata.- y una dramática pose para finalizar.
Los aplausos no se hicieron esperar, abrí los ojos y sentía que algunas lágrimas comenzaron a caer de mis mejillas.
-¡Hijo~!- volteé a ver a Andy. Me indicaba que lo siguiera así que asentí, el telón se cerró y al hacerlo corrí hacia él. –¿Cómo te sientes?- preguntó mirándome.
-Nervioso.- susurré ligeramente asustado.
-Yo también lo estaría.- me miró sonriendo pero eso no me relajó. –Vamos, tienes que cambiarte de ropa para los agradecimientos.- asentí.