-Ah~ YoungMin~-
Escuché que sonido de mi cinturón y la cremallera abriéndose, sus yemas me hicieron cosquillas al tomar el borde de mi pantalón, luego tiró de él hasta bajármelo.
Sólo que esta vez sí me lo retiró en su totalidad a comparación de mi camisa.
-Qué no se te olvide el anillo, hermano.- me lo mostró de nuevo, negué efusivamente pero igual sentí sus manos tocando mi glande, luego sólo observé como me lo colocaba. –Sabía que este color te iba bien.-
Intenté levantarme para mirar pero YoungMin me regresó a la cama.
YoungMin volvió a tomar la paleta, retrocedió un poco hasta inclinarse, tomó mi miembro y temblé al sentir el frio chocolate a un lado de mi falo. Pero ah~ la boca de YoungMin tomo nos tomó a ambos. He de decir que esto algo celoso porque no tengo sólo su atención sino ese chocolate también.
Levanté mi cabeza para mirarlo, tenía los ojos cerrados mientras mi miembro y el chocolate desaparecían en su boca. Ah~ suspiré cerrando los ojos.
Temblé al sentir el chocolate alejarse de mí, sonreí al sentir su boca alrededor de mi miembro. Succionaba mi glande y comenzaba marca un vaivén, sus mejillas se inflaba y desinflban cada que salía y entraba de su boca.
Escuché un besito más, sus labios volvieron a mi glande.
Su lengua delineaba mi glande, el filo de sus dientes llegaban a rozar entre mi piel, incluso su lengua embestía mi orificio.
-Ah~ YoungMin~- contraje mi cadera y presioné mis ojos. Sentí los disparos de mi semen acumularse en su boca, suspiré relajándome. El movimiento de la cama más el calor de las piernas de YoungMin hicieron que abriera los ojos.
Abrí mi boca cuando sus labios llegaron a mí, mi semen entró igual que su lengua. Sonreí divertido y hasta travieso, porque en lugar de estar jugando con un dulce o una cereza lo hacemos con mi semen. Contraje de nuevo mis piernas al sentir la lengua de YoungMin chocando contra la mía. Hasta que se separó de mi boca.
Me sonrió y terminé pasándomelo.
-¿Qué más planeas?- susurré mirándolo.
Él regresó hacia mis piernas, pero me sorprendí cuando tomó mis tobillos llevándolos a sus hombros.
-Creí que yo sería el activo.- por eso el anillo.
-No.- contestó besando mi tobillo derecho. –Creo que por ser el mayor tengo más derecho a ser el activo.- tontos seis minutos. –Además, yo lo hago mejor.- alcé las cejas y mi quijada se cayó ligeramente.
-Eso sí me ofendió.- susurré sintiendo que levantaba mi pelvis, acercándose más a mí. Volvió a aparecer la paleta en sus labios, supongo que sabe que me gusta verlo comerla por eso me da tantas imágenes de él así.
-No lo dije con otra intención.- retiró el chocolate de su boca para mostrármelo, ya quedaba menos de la mitad. No lo perdí de vista sino hasta que despareció entre mis piernas, cerré los ojos preparándome ah~ presioné los ojos sintiendo como el chocolate presionaba y delineaba mi esfínter anal. Me sobresalté cuando sentí uno de sus dedos junto con el chocolate, haciéndose paso entre mis pliegues.
-No… YoungMin.- susurré siento su yema dentro de mi cuerpo, luego el chocolate. –Ah~ espera.- retiró su dedo pero el chocolate permaneció. Incluso fruncí el entrecejo cuando el chocolate me penetró.
-Sólo un momento más.- susurró empezando a manipularlo.
Sentía sus besos en mis tobillos pero, no, ah~ que deje de mover ese chocolate.
-Ah~- suspiré al sentir que el chocolate me dejaba. Sus manos tomaron mis tobillos para acomodarme mejor. Luego sentía el filo de su glande en mi esfínter anal, relamí mis labios mientras me penetraba lento.
Cerré los ojos y suspiré sintiendo, disfrutando de la forma en la que me penetraba. Hasta que sus testículos chocaron contra mí. Pasé saliva y asentí dejando que comenzar a moverse.
Su pelvis se mecía lento, haciendo que fuera tranquilo y cómodo. Separé mis labios y salió un gemido, sonreí por eso aunque igual me daba un poco de pena.
Su miembro comenzó a embestirme con más fuerza, presionaba mis ojos, sentía que sus manos se aferraban a mi cadera y su miembro no paraba de hundirse en mí.
-Ah~ ah~-
-YoungMin~-
Oh demonios, la voz de Minwoo.
Miré a YoungMin él me sonrió y me indicó que guarda silencio así que asentí, mordí mis labios por dentro de mi boca, presioné los ojos porque estaba penetrándome con más fuerza, que sólo se escuchaba en la habitación el golpeteo húmedo y pegajoso de nuestros cuerpos.
-¿Gemelos?- presioné mi entrecejo y mis dientes en mis boca, no tengo que hacer ruido. –Oh.- seguro ya vio e letrero. –Iré a cenar con Sandeul, usted sigan haciendo gemelos.-