-Siempre duermes con una ventana abierta.- alguien además de yo, puede entrar a tu casa por ahí. ¡Es peligroso! Pero el niño “siente calor”.
-Cuando te vi, estabas en la cama, dormido, abrazabas un cojín. Me quedé a verte dormir, cuando el sol salió yo lo hice de tu casa.-
-¿Tus papás? ¿Te regañaron?-
-Mi papá fue a mi habitación pero ya me estaba bañando. Quería ahogarme, tomar las pastillas, usar la navaja, no quería salir de la ducha y vivir una vida en la que te dije que no por Niel.- sentí que las manos de Minho dejaron mi cadera y fueron a mi vientre, las entrelazó, coloqué mis manos sobre las suyas. –Me pregunté si todo había valido la pena.-
-¿Valió la pena?-
-Lo evalué cuando me dijiste que serías mi novio si me aventaba por el tobogán. Yo realmente te quería, así que esas quince personas que murieron en el tobogán desaparecieron de mi cabeza, sólo me lancé.- recuerdo la terrible sensación del agua golpeando mis mejillas y de salir volando por el tobogán, pero lo haría mil veces más si es por estar contigo.
-Gracias.- susurró.
-Sabía que aun amaba a Niel, pero también que podrías ocupar su lugar fácilmente en mi corazón.-
-… ¿y… lo hago?- reí divertido, porque incluso oí miedo en su voz.
-Lo haces.- sonreí asintiendo. -Pero siempre que tenemos problemas espero que actúes como Niel, espero que me patees en las costillas, que jales mi cabello, que me insultes, pero… me abrazas, besas mi cabello y dices “también es mi culpa” o “cargas más culpa de la que deberías”.- sentí mis ojos aguarse y al parpadear mis lágrimas cayeron. –En ese momento.- sorbí mi nariz. –En ese momento quiero que me cures.- mi respiración se entrecortó y sólo me hice hacia atrás para cubrir mis ojos con mis manos. –Niel dijo.- mordí mis labios para no seguir llorando. –“Deseo que él te cure”-
Sentí sus brazos rodear mi torso y sus labios en mi nuca.
-Yo…- miré hacia las estrellas en el agua. –Soy incapaz de curarte.- susurró, sentí que todo mi cuerpo tembló. –Si no quieres ser curado.-
-Quiero hacerlo.- sorbí mi nariz y me giré para mirarlo. –Quiero no sólo que lo hagas, sino que quiero que lo hagamos.- lo miré a los ojos y él tomó mis mejillas para elevar mi rostro.
-Esta manzananja fresosa estará feliz de hacerlo.- sonreí pero seguía sintiendo que más lágrimas salían de mis ojos.
-Minho.- susurré haciendo que me mirara. –Si en algún momento amé a Niel, lo que siento hoy por ti ya no se le puede decir “amar” porque va más allá de ese entonces.-
-¿Qué es amar?- preguntó mirándome, pero tenía un tono de voz un tanto juguetón.
-Amar es…- no lo sé. –Amar a Niel era estar con y para él. Amarte a ti es despertar y saber que estás ahí.- vi mi reflejo en sus ojos. –Ya no me preocupa nada porque tú estás aquí. Ya no siento miedo de nada más porque tú crees en mi.- sonreí haciéndolo reír también.
-Taemin.- susurró.
-Tú me enseñaste a disfrutar mi vida mucho más, dejaré el sufrimiento atrás porque tu amor es real.- Minho sonreí y se veía tan bonito, tan hipnótico. –Eres tú quien sabe bien lo que es amar, vivir, disfrutar, reír, bailar… dar sin preguntar.-
-¿Eso es lo que sientes?- asentí lento, sin dejar de mirar sus ojos. Ahora entiendo. Cuando dice que mis ojos son magnéticos, creo que me estoy envenenando de mí mismo.
-Por eso cuando dijiste que el beso con Nio, esos fueron sólo cinco segundos.-
-Estaba tan asustado que…-
-¿Ahora entiendes por qué no me molesta?-
End Pov’s Taemin
En el departamento de Teen Top…
Pov’s Niel
-Toma.- dejé que la caja del abrigo cayera sobre Minsoo. –Dásela a DamBi.- dije girándome para ir hacia la cocina.
-Espera.- lo escuché. Entré a la cocina y serví un vaso de leche. –Esto es de L. Joe.- lo miré, estaba mostrándome la caja en donde decía su nombre. –No puedes decidir sobre sus cosas.-
-Lo hemos hablado.- vi que se sobresalto pero sí. Joe y yo lo hablamos. –Es un abrigo de mujer, en la tienda donde lo pedí lo confundieron con una prenda de chica, dásela a DamBi.- Joe tomó de la caja para abrirla y sacar el abrigo. –Y no quiero tener más problemas así que mejor dásela.- extendió el abrigo y se lo entregó a Minsoo.
-¿A DamBi?- preguntó extrañado, reí nervoso por eso. –No creo…-
-¡Si él no lo quiere yo se lo puedo dar a mi novia!- volteamos por encima de nuestros hombros, era Changjo que entró a la sala de estar para venir con nosotros a la cocina.
-Pídele a Joe que compre otro, esto se lo doy a DamBi.- Minsoo lo abrazó, al abrigo, no a Changjo.
-¿Es talla chica?- preguntó Changjo tomando una de las mangas. –Le irá mejor a Yui que a DamBi.-