-No es necesario, si gustas puedes dejarlo en los sillones.-
-Nada de eso.- susurré subiendo las escaleras. No es la primera ni la última vez que cargo a Taemin hasta su habitación. Su mamá pasó delante de mí para abrirme la puerta.
-Mil gracias.- entré a la habitación de Taemin y caminé hacia su cama. Su mamá la distendió para poderlo recostar. Al hacerlo lo cobijé y acomodé su cabeza para que estuviera cómodo.
-No hay de qué.- susurré mirando el rostro de Taemin. –Buenas noches.- susurré acomodando su cabello. –Muñeco.-sonreí.
…
-Gracias por traerme, Sra. Taeyeon.- cerré la puerta de copiloto.
-De nada, hijo, es lo menos que puedo hacer por ti.- negué sonriendo.
-No diga eso.- susurré mirando mi casa, las luces están apagadas porque nadie ha estado ahí en estos últimos días. –Gracias de nuevo.-
-Si algo se te ofrece, sabes que puedes llamar a casa.-
-Gracias, Sra. Taeyeon. Que tenga una linda noche.- me despedí agitando mi mano, ella asintió y luego se fue en el auto.
Suspiré y me giré para ir hacia mi casa.
Llegué a la puerta y saqué mis llaves, pero oh, al tomar la perilla la sentí floja. Caminé hacia mis ventanas, alguien se pudo haber metido, pero toda mi paranoia se fue al ver a Key en mi sofá.
Así que abrí la puerta.
-Minho.- susurró levantándose del sofá. –¿Cómo fue tu viaje?-
-¿Qué haces aquí?- pregunté dejando mi mochila en la sala de estar.
-Quería saludarte en cuanto llegaras.- se encogió de hombros.
-Bueno, pues hola.- le saludé riendo levemente, tengo algo de hambre así que caminé hacia la cocina, sólo tomaré un vaso de agua, ya es muy tarde para cenar. –Mi viaje estuvo todo loco.- y ligeramente raro.
-M alegro.- lo escuché, pero también escuché mi teléfono así que dejé el vaso de agua para ir por él. –Aquí las cosas no han sido diferentes.- tomé el teléfono, el número es privado.
-¿Hola?- pregunté mirando a Key. Sentí mis ojos aguarse y mi respiración se entrecortó.
-¿Sucede algo?- miré a Key, parpadeé y sentí que algunas lágrimas cayeron por mis mejillas. –¿Minho, todo está bien?-
-Entiendo, voy para allá.- finalicé la llamada, tengo que irme. Tomé mi mochila de nuevo y caminé hacia mi puerta.
-Minho, ¿todo bien?- me detuve en el marco de mi puerta, no puedo estar solo, no ahora.
-No.- contesté bajando la mirada.
-¿Qué ocurrió?-
End Pov’s Minho
Al día siguiente…
Pov’s Taemin
-¿Cómo te fue en Jeju?- volteé por encima de mi hombro para ver a KwangMin. –¿Estuvo caliente?- reí levemente asintiendo. –Lo sabía, ¿y cuántos son?- alcé una ceja. –¿Gemelos? ¿Trillizos? ¿O sólo uno?-
-¿De qué estás hablando?- pregunté girándome bien en mi silla, hasta que apoyé mis brazos en su mesa.
-Te pregunté cómo te fue en Jeju y dijiste que caliente, ahora te pregunto ¿cuántos hijos tuvieron?- preguntó de nuevo.
-No.- contesté riendo. –Jeju estaba caliente por el sol.- contesté riendo. –Aunque tampoco me quejo de lo otro.- reí levemente y escuché los tacones de la profesora. –Luego te sigo contando.- susurré girándome para estar recto en mi silla.
-¿Hicieron su tarea?- preguntó poniendo su portafolio en el escritorio, acerqué más mi silla a YoungMin.
-¿Hicimos la tarea?- susurré lo más bajito que pude.
-No te preocupes, era en equipo.- sonreí y me regresé con mi silla, para darle más espacio a YoungMin. –Pero no sé en qué equipo estabas.-
-¡YoungMin!- susurré mirándolo.
-Descuida, eras conmigo, mi hermano y Jeongmin.- eso está mejor.
-Todos saquen sus tareas vamos a…- todos nos quedamos callados porque se escuchó el sonido del intercomunicador del Director. Ojala que diga que se suspenden clases después de las nueve.
-Los alumnos de primero A y primero B, tiene libre la hora de Educación Física, aprovechen para estudiar, hacer sus deberes y cultivarse en nuestra biblioteca. Gracias por su atención.- sonreí un poco nostálgico.
Minho ya no va a venir.
-¿Oíste?- susurró YoungMin mirándome. –¿Por que? ¿Minho está enfermo?- negué efusivamente.
-Minho renunció a ser Entrenador.- susurré. –Dijo que no le gustaba estar en la escuela y tener que ignorarme. Así que dejó su renuncia en el salón de profesores el viernes cuando salimos.- eso fue lo que dijo.
-Pero la renuncia la tiene que llevar con el Director, no dejarla en el salón de profesores.- en eso tiene razón y de alguna manera quiero que esa renuncia no se la valgan.
-Pero le mandó un e-mail al Director Oda, él es encargado del área deportiva en toda la Universidad, en donde estaba su renuncia también.- y de alguna manera, sigo esperando que no se la hagan valida.