-¿Cómo está Minho?- pregunté sin dejar de verlo, se ve más delgado.
-Cuando salí estaba desayunando, no ha dormido nada.- susurró caminando hacia mí, sonreí cuando se sentó a mí lado. –Luego llegaron sus alumnos y dejó de hacerlo.- me puedo morir ahora, Key está recargando su cabellera en mi hombro. –Está cansado de ser fuerte.-
-Después de que todo esto termine…- los ojos de Key me miraban y sólo dejé de hablar. –Yo…-
-Quiero hablar contigo.- susurró sonriendo. –Pero no ahora.- la puerta se abrió así que ambos volteamos a ver a la enfermera que atendía Key.
-Es hora.- susurró ella acercándose.
-¿Me va a doler?- susurró mirando la aguja, no lo dudé y tomé su mano para entrelazar mis dedos.
-Yo estoy aquí.- susurré.
-Gracias.- me sonrió de nuevo apretando sus dedos contra los míos.
-¿Ustedes son los del programa ayer?- sentí que presionó sus dedos cuando le clavaron la aguja.
-He’s making me crazy.- dije sonriendo.
End Pov’s Jonghyun
Pov’s Minho
-Chicos, no es necesario.- susurré mirándolos, Jonghyun los trajo y no sé para qué, deberían de estar en la escuela.
-No, entrenador.- dijo Taeil. –Sólo cinco de nosotros donamos, así ya le faltan menos personas para que donen y puedan operar a su mamá-
-Conseguí un vaso con café.- volteé a ver a Taemin y sonreí estirando mi brazo para que llegara a mi lado. –Es de caramelo.- susurró, llegó y lo abracé.
-Gracias.- Taemin recargó en mi hombro.
-Chicos, ya pueden irse.- volteé por encima de mi hombro, estaba la maestra Jung. –Vayan a sus casas.-
-Profesora Jung.- susurré.
-¿Todo está bien?- me preguntó, vi que Taemin la miró con cierta molestia así que tengo una idea.
–Profesora.- dije. –Gracias por venir y donar, pero ahora me siento cansado, me gustaría estar un momento con mi pareja.- cabeceé en dirección a Taemin.
Y pasaron dos cosas, Jung alzó las cejas sorprendida y Taemin también, pero los labios de Jung se curvearon en un puchero mientras que Taemin sonrió.
-Si no es mucha molestia.- susurré.
-No, claro que no.- contestó así que hice una reverencia más y luego me giré. Seguía tomando la Taemin para controlar y que no hiciera nada pero no pude impedir que la mirara por encima de su hombro y le mostrara la lengua.
-Taemin~- susurré tirando de su mano para que se acercara más.
-¿Ya desayunaste? ¿O sólo el café?- me preguntó deteniéndonos en la puerta de la habitación de mi mamá. –Traes la misma ropa, ¿no has llegado a tu casa?-
-Estuve en mi casa como por quince minutos, luego vine lo más rápido que pude.-
-Es necesario que descanses aunque sea un poco.- susurró abriéndome la puerta para entrar, pero sucedió que sólo me quedé de pie, no quiero entrar de nuevo a esa habitación. –Minho.-
Suspiré y sentía que algunas lágrimas se formaron en mis ojos, negué mientras parpadeaba para que se fuera, terminé soltando la mano de Taemin para tallar mis ojos.
-Amigo.- escuché la voz de Jonghyun, suspiré profundo para calmarme, luego me giré para mirarlo.
-¿Ya están juntos?- les pregunté sonriendo, estaba tomando sus manos.
-¿Alguna vez nos hemos separado?- preguntó Jonghyun sonriendo, se nota feliz.
-Corporalmente.- contesté. –Corporalmente los últimos cuatro o cinco días.- no recuerdo cuando fue que comenzó.
-Vamos a ir a desayunar, ¿qué te pedimos?- negué sonriendo a lo que dijo Jonghyun.
-No tengo hambre.- contesté, sentía la mano de Taemin, que se aferraba a la mía. Eso me hizo hiperventilar, terminé girándome pero miré su cama y negué, me agaché, estando en cuclillas, porque no quiero estar aquí, no puedo mirarla, no puedo hacer nada para ayudarla.
-Amigo.- negué tallándome los ojos, pero Taemin no había soltado mi mano así que mojé el dorso de ella. –¿Quieres comer carne? ¿O sólo verduras?-
-No, Jonghyun.- susurré.
-Vamos, no seas un perdedor.- sonreí divertido, lo mismo me dijo cuando mi pa… no te la lleves, aun no estoy listo para vivir solo.
Entre abrí los ojos para notar como mis lágrimas caían al suelo.
-¿Prefieres yogurt?-
-Cállate.- susurré.
-Vamos.- tomó mis hombros para levantarme y Taemin tiró de su mano para hacerlo más fácil, luego sentía las manos de Key en mis antebrazos. –Desayunemos.-
-No sé cómo me siento.- susurré suspirando, sorbiendo de mi nariz para respirar mejor.
-Te sientes como un rey con una lágrima en su ojo derecho.- me sonrió pero negué.