-Fui al hospital.- me senté de nuevo en mi silla alta. –Taemin estaba con su suegra, él hacia la tarea y la señora seguía dormida.- ¿y Minho?-
-¿Y Minho?- preguntó mi hermano, me tendió el pedacito de galleta.
-Taemin dijo que lo convenció de ir a casa y descansar. Según tengo entendido, Minho llegó a casa le llamaron para que fuera la hospital, desconozco si ya durmió o no, pero Taemin estaba preocupado, ya saben, la última vez que Minho se estreso duró, ¿cuánto tiempo?- el resto de los chicos incluso Minwoo se acercaron a la barra.
-¿Cuándo se murió?- preguntó Jeongmin.
-¿Tres días?- pregunté mirándolos.
-Y Taemin tiene miedo de que vuelva a pasar.- tiene sentido. –Ahora.- susurró Donghyun mirándonos. –Durante el tiempo que no estuve CoffeFriend reportó una pérdida de un quince por ciento en sus ventas, Club Sándwich por otro lado, aunque Yifan no estuvo algunos días en el trabajo, se mantuvo.- ouh, aquí viene el regaño.
-Tengo una explicación.- contestó mi hermano.
End Pov’s YoungMin
En el hospital…
Pov’s Taemin
-Fue hermoso.- dije sonriendo. –Fue un fin de semana inolvidable.- susurré creo que sonrojado.
-Me alegro.- contestó mi suegra, eso me hizo bajar un poco más mi cabeza, qué pena con ella.
-Señora Mamá de Minho.- dije pasando saliva y afinando mi garganta. –Minho ya me había dicho que iba a renunciar a dar clases en la escuela.- sentí un poco de más confianza así que levanté mi mirada, ella me miraba y de inmediato la bajé. –Es decir. Hoy no fue y creí que la renuncia la habían hecho valida pero dijo Jonghyun hyung que la renuncia no la hicieron valida. O sea, que Minho va a seguir siendo mi entrenador.- estoy tan nervioso que creo repetí lo mismo.
En otro momento eso me hubiera dado morbo, pero es su mamá. Es imposible sentir algo con esas palabras.
-Y no sé cómo sentirme.- susurré riendo nervioso.
-¿Por qué?- me preguntó. –¿Lo hace mal?- negué de inmediato con mis manos.
-Para nada.- aunque nunca me ha dado clases. –Es solo que.- desvié mi mirada hacia la ventana. –Quiero seguir mirándolo en la escuela.- susurré. –Pero no quiero que él esté mal.- suspiré.
No quiero que esté ahí si no está cómodo, pero mi lado obsesivo dice que no importa, él tiene que estar ahí. Pero mi lado sano dice que no es lo mejor, pero yo quiero verlo, darle uvas en el desayuno, pero no quiero que se estrese.
Buaaaaa~
Voy a llorar.
-Minho sabrá que hacer.- bajé la mirada y tallé mis ojos, además de que sorbí mi nariz. –Cualquier cosa que elija será la correcta.-
-Lo quiero creer.- susurré. –Pero sólo… no lo sé.- reí y tallé mis ojos, no debo de llorar sólo por esto.
-Sé que la escuela es un lugar especial para los dos, pero no se pueden detener en ella. Estoy segura que si Minho deja ese trabajo irá por ti después de clases, seguirán estando juntos, eso no dice que dejarán de ser pareja.-
-No lo sé.- susurré. –Soy tan inmaduro.- volteé hacia el techo, Dios, dame un poco de madurez por favor.
-No te regañes.- hice un pucherito y sorbí de nuevo mi nariz.
Escuché que llamaron a la puerta así que me apresuré a verme bien.
Después de acomodar mi cabello y secar mis ojos miré para ver quién entraba, sonreí mientras me levantaba de la silla y caminé hacia él.
-Hola.- susurré abriendo la puerta para que Minho entrara. –¿Cómo estás?- extendí mis brazos para abrazarlo, él me correspondió al instante.
-Más tranquilo.- susurró, sentía su aliento en mi oído y eso me relajó. –¿Tú, cómo te sientes?- nos separamos pero no por eso dejé su mano, entrelacé nuestros dedos y lo hice entrar a la habitación.
-¿Adivina qué?- pregunté tirando de él porque comenzó a ponerse más pesado.
-Hijo.-
Hiperventilé, pero Minho lo hizo más.
Solté su mano para que fuera con su mamá, incluso la abrazó creo que logró lastimarla porque la herida aun está curándose. Me quedé de pie al borde de la cama, mirándolos.
Cerré mis ojos y sentí que las lágrimas corrían por mis mejillas.
-Mamá.- lo escuché sollozar, me giré sobre mis talones porque no soy bienvenido en esa escena.
Tallé mis ojos y sorbí de nuevo, mi nariz.
Estoy feliz, la mamá de Minho está bien, él también. Cuando tenga tiempo si no es mañana, iré al cementerio a llevarle un poco de incienso a mi suegro y a mi papá, por hacer que la mamá de Minho siga con nosotros.