-¿En Frosty Ice?- pregunté intentando desviar mis ojos.
-Está bien si la miras, tendré que acostumbrarme hasta que sane.- ¿qué? ¿Se dio cuenta? –Sí, ahí en el café siguen estando tus amigos y dos de ellos podrían leer mi cuerpo.- ¿YoungMin y KwangMin?
-De hecho…- ellos ya te leyeron. –Sólo dijeron que eras un tonto.- susurré sin ánimos de que me escuchara.
-Es que ese es el problema, no soy un tonto.- negó riendo.
-Ellos creen que sí.- dije caminando a su lado.
-La lectura del cuerpo no es una ciencia cien por ciento confiable, tienen que saber qué hay alrededor de mí para interpretar cómo me muevo. No creas en lo que ellos te dijeron.- caminamos rumbo a Frosty Ice, escuché la voz de Key y diría que Jonghyun también porque me aventó adentro de un local de comida, él también entró y dio la espalda a la calle, la voz de Key comenzó a hacerse más lejana, más lejana hasta que sólo dejó de escucharse.
-¿Era Key?- pregunté sólo para confirmar.
Jonghyun ya estaba en el marco de la puerta del local mirándolo.
-Démonos prisa.- tomó mi mano, ambos salimos y fuimos casi corriendo hacia Frosty Ice, al entrar caminamos directo a la última mesa, aunque igual las paredes de cristal no nos van a ocultar. -¿Te acuerdas de lo que siempre digo?- se sentó dando la espalda hacia la puerta principal pero su perfil hacia la calle.
-“¿Yo que tú me suicidaba”?- pregunté.
-Ya compré diazepam.- me levanté de la silla y estrellé mis palmas a la mesa.
-¡No!- grité. –Así no solucionarás nada.- Jonghyun sólo rió pero triste, luego pegó su frente contra la mesa.
-Estoy desesperado.-
-Pero…- iba a decir algo pero puso el índice sobre sus labios, entonces guardé silencio.
-Amo mucho a Key, es la razón numero uno por la que lo hice.-
-¿Les ofrezco algo?- ambos miramos a Ren, él nos sonrió.
-Fresas con crema, dos órdenes medianas.- dije sonriéndole.
-En un momento.- dijo para girarse e ir hacia su barra. Ha de ser igual de divertido atender aquí que en el café, sólo que allá hace más calor por las bebidas calientes y aquí hace más frio.
-Taemin, no digas nada, sólo escúchame. Al final dime si hice bien o mal o qué de lo que hice no hubieras hecho tú, pero cállate y escucha.- asentí lento. Jonghyun suspiró, luego revisó que no hubiera gente cerca en la calle ni aquí dentro. –¿Ubicas a Sunny? Es la sobrina de alguien importante en la música, yo sé que Niel y su tío o tu suegro pero no es lo mismo también… yo deseo algo más, alguien más.-
-Pero mi Tío Andy también hace buena música.-
-¡Shh!- asentí efusivamente.
-Lo siento.- susurré.
-Para firmar con una empresa más grande me tenía que acostar con una chica.- abrí los ojos de sobremanera y mi boca cayó levemente. –Pero por supuesto no lo hice, la fui a ver al hotel que ella reservó pero la detuve, le dije que no podía hacerlo, ¡sólo no puedo serle infiel a Key!- gritó susurrando o susurró gritándolo, no lo sé. –Pero la volví a ver.-
-Por qué si ya…-
-¡Shh!- volví a callarme, vamos Taemin no lo interrumpas más. –Eché todo a perder. Lo acepto. Key intentó arreglar todo pero yo no estaba dispuesto a aceptarlo. Hice que se disculpara muchas veces pero no quería que todo estuviera tan tranquilo tan rápido. Es decir, cuando yo hago algo mal al menos llevamos días sin hablarnos y luego él lo estropea en la mañana y todo está bien al anochecer. O sea, no.- negó riendo. Pero…
-Yo creo que Key fue más maduro.- Jonghyun me miró y sentí que allá iba mi brazo, tuve el impulso de tocarlo para asegurarme de que sólo en mi imaginación me lo cortó y lo lanzó. –Usted lo ha dicho, cuando el problema viene de usted tardan días y cuando es de Key, sólo horas.-
Ren llegó con las órdenes para ponerlas en la mesa luego se fue.
-Quizá tienes razón y yo no quería aceptar que él es más maduro que yo.-dijo riendo mientras tomaba la cuchara de la copa para empezar a comer. –Quizá y me sentí ofendido por ello y fue eso lo que me orilló a negar sus disculpas.-
-Y fue gratis.- reí tomando una fresa para llevarla a mi boca.
-Gracias.- susurró, entonces sonreí para seguir comiendo mis fresas. –Esa noche de la fiesta de L. Joe peleamos muy feo, creo que nunca habíamos discutido con esa intensidad, pero estaba frustrado y realmente necesitaba sacar todo eso de mí.-
-Minho es como una tetera.- vaya comparación la mía. –Siempre está aguantando un montón de cosas que a veces no son de él sino mías o de su mamá, incluso de Key.- miré la crema que cubría las fresas, de repente me he puesto nostálgico. –Llega el momento en el que ya no puede más y sólo explota.- me encogí de hombros al recordar ese capítulo violento y feo que pasé con él. –Supongo que eso te pasó.-
-Algo así, sólo dije un montón de cosas, todas de repente y con tono intenso que terminaron asustándolo. Luego llegó su papá y me fui de ahí.- ¿el papá de Key supo que se pelearon?
-¿Tu suegro?- pregunté mirándolo, él asintió avergonzado.