-¿Taemin?- eso sí fue rápido. –¿En dónde estás?-
-¿Hyung?- regresé a su cocina, tenía la misma toalla en los hombros pero ya tenía otra ropa. –Eso sí fue rápido.-
-Es una ducha militar.- se encogió de hombros. –¿Qué ocurre?-
-¿Ducha militar?- pregunté caminando hacia él.
-Es una ducha de noventa segundos.- ¿noventa? Eso es como… el tiempo que dura mi ducha en caer agua caliente. –Cuando vas al gym te acostumbras a bañarte rápido.- se rió y me indicó que caminara hacia su sala de estar.
-Me imagino.- contesté. –¿Todo bien, hyung?-
-Todo bien en qué sentido.- me preguntó.
-¿En todos?- pregunté mirándolo, sentí una gota fría en mi pantalón así que volví a lamer mi paleta.
-Bueno.- Jonghyun se rió nervioso. –Espera.- asentí, él se fue a su cocina. Regresó con una paleta más. –No sé.- contestó riendo.
-No tengo apuro.- contesté lamiendo mi paleta. –Mi mamá sabe que vine contigo, así que está bien si llego tarde.-
-Ah~- suspiró dejándose caer en el sofá. –No sé.- contestó de nuevo. –Pero si te digo que no sé, es porque realmente no lo sé.-
-Minho siempre dice que ponga en una balanza los beneficios y los perjuicios y si notas que son más los beneficios que los prejuicios entones hazlo.- comencé a morder mi paleta, porque a lengüetazos se va a derretir antes de que me la termine.
-Ese es el problema.- contestó mirándome.
-¿Por qué?- aunque creo que la mejor pregunta sería “cuál”.
-Porque sé lo que quiero, pero no sé si sea lo correcto.- suspiró tan profundo, que incluso me sentí un poco triste.
-¿Qué es lo que has decidido?- YoungMin y KwangMin dijeron que sólo me quedaba apoyarlo. Y eso haré. Que Mino se siga besando con Key. A quién le importa.
-Yo amo a Key.- miró como su paleta se derretía. –Y sé que él también me ama, pero las personas dirán lo contrario.- sólo porque se besó con Minho ¿ya indica que lo ama?
-¿Desde cuándo te importa lo que digan las personas?- YoungMin me dijo que pasa sacar la verdad tengo que preguntarles con sus respuestas.
-Desde que Key las besa.- una gota de la paleta cayó hacia su suelo, no, no era de la paleta, era una lágrima.
-Hyung.- susurré cambiando de sofá para estar más cerca de él. No sé qué decir, en mi mente tendría una frase inspiradora pero no se me ocurre nada bueno.
-Y no importa si mi amor es tan grande como el universo. Si él ha estado con alguien más, quien queda mal soy yo.-
-Hyung.- susurré. –La vida es como una paleta.- le mostré la que tenía en mis manos. –Si la disfruta se acaba, si no, igual.-
Jonghyun frunció el entrecejo, luego me miró.
-Y fue gratis.- susurré sonriendo.
-Gracias.- contestó sorbiendo su nariz. –Cómo has estado tú, ¿con Minho?-
-Minho es un idiota.- contesté.
-Lo sé.- alcé las cejas sorprendido. –Es decir, sé por qué lo es.-
-No quiero hablar de él.- susurré notando como mi paleta comenzaba a gotear. –Los gemelos dicen que sólo me queda apoyarte.- asentí efusivamente mientras lo miraba.
-Gracias.- susurró.
…
Jonghyun abrió su congelador y cabeceó para que tomara una paleta. Asentí sonriendo y estiré mi mano para tomar una verde.
-Ha, la de apio.- solté la paleta e hice un pucherito. –No es cierto, es de limón.-
-Ya no la quiero.- contesté susurrando, tomando una paleta blanca. –¿Esta de qué es?-
-Leche.- se encogió de hombros. –Es solo leche con azúcar.- sabrá rica. –No es que quiera correrte de mi casa, pero tu mamá ha de estar preocupada.- apuntó hacia su reloj de pared de la sala de estar, las once de la noche con veintiocho minutos. –Y mañana tienes clases.-
-No sentí el tiempo pasar.- seguro Jocker ya ha de estar dormido. –Pero tiene razón, tengo que regresar a mi casa.- asentí firme, dejando la paleta en su congelador, igual no la he lamido.
-Te llevo a tu casa.- lo escuché seguirme, porque ya iba por Jocker. –Te presto un suéter también.-
-Gracias.- susurré abriendo la puerta, lo que se me hace raro es que su papá no ha llegado y ya es muy tarde, a menos de que se haya ido al hospital con la mamá de Minho, a besarse también.
-Toma.- me tendió un abrigo, asentí mientras lo tomaba.
-¿Tus papás?- pregunté poniéndole la correa a Jocker, él se levantó y bostezó, también sacudió su pelaje.
-Están con la mamá de Minho.- ¿besándose? –Vamos, Nana tiene llave así que tendrá que abrir cuando llegue.- ambos salimos de su casa, luego escuché que le puso llave.
-¿Y si no trae?- pregunté esperándolo a que llegara a mi lado.
-Que me espere.- contestó riendo leve, asentí por eso. –¿Sabes Taemin?- ¡está haciendo mucho frio! Incluso su aliento se puede ver como vapor blanco. –Pensé en lo que dijiste. De disfrutar la vida o no, igual se termina.- asentí tirando de la correa de Jocker para que caminara más lento.