-Vamos, levántate.- susurró, mordí más fuerte mis labios y negué.
-Te lastimé mucho.- susurré.
-Párate.- asentí y comencé a erguirme. –Vamos.- me ayudó a levantarme e incluso a sentarme en el sofá, hiperventilé porque él aun tenía sus manos esposadas y me estaba ayudando. –¿Qué viste en la película?- preguntó sentándose a mi lado, pero negué.
-No quiero hablar de eso.- contesté limpiando mis ojos.
-Yo te vi.-
-Estaba teniendo sexo con Yifan.- dije cansado y fastidiado, no quiero recordar eso.
-Es correcto.- contestó Jonghyun con su voz tenue. –Pero también vi que no lo disfrutabas.- rió levemente mirando hacia la pantalla, en donde Yifan estaba leyendo una revista y yo dormido a su lado. –¿Está bien decir que te vi sufriendo?-
Hiperventilé y cubrí mi rostro con ambas manos, no quiero que me vea así. No quiero estar así. ¡Maldita sea!
-Sí.- contesté.
-Te vi sufriendo, estabas teniendo sexo con él pero no lucías como cuando estabas conmigo.- sentí un hormigueo intenso y terminé sintiendo una arcada. –Minho dijo que Yifan era tu nuevo rincón para llorar.-
-Minho…-
-Él ha estado más tiempo contigo que yo, sabe cómo eres. A mí me queda creer en él y recordar cómo eras antes.- “eras antes”. –No estoy molesto.- susurró mirándome, acercándose más a mí. –Por nada.- negó lentamente, bajé la mirada pero las manos esposadas de Jonghyun tomaron mi barbilla para que lo mirara a los ojos. –Ni porque salieras con Sungmin o Yifan, ni porque hayas tenido sexo con alguien más.-
-Jonghyun.- susurré quitando mi rostro de sus manos. –No puedo…-
-Un pequeño sabio me dijo “La vida es como una paleta de hielo, si la disfrutas se termina, y si no, también”.- noté que sonrió y luego suspiró. –Creo en él, y creo en lo que dijo.-
-Yo no puedo…-
-Todos cometemos errores. A veces necesitamos caernos muchas veces con la misma pierda para saber qué estamos haciendo mal.- susurró mirando hacia la pantalla de tv, el video ya había terminado. –Yo lo hice, me caí y me supe levantar.-
-Pero yo no.- susurré, al parpadear sentí que otras lágrimas caían por mis ojos. –Yo seguí cayendo muchas veces más y cada vez más fuerte.-
-Por eso estoy aquí.- susurró, girando sus pupilas para mirarme. –Porque ya no soporto verte caer.- mordí mis labios y pasé saliva.
-Tú…-
-Y tienes que saber que he tomado mi decisión respecto a todo esto.- sentí como en mi mejilla derecha escurría lentamente una lágrima más, pasé saliva al sentir que caía por mi barbilla.
Mis manos comenzaron a temblar, igual que mis piernas.
¿Y si dice que no quiere seguir conmigo?
Lo merezco.
¿Pero y si dice que quiere conmigo un poco más?
No podría con eso.
-No estoy en condiciones de escucharla.- dije sorbiendo mi nariz y limpiando mis ojos. –Por favor, aun no.-
-Si no te lo digo ahora, no lo diré jamás.- me miró sonriendo, noté lo cansado que estaba, como esa noche en la obra de teatro cuando me llevó una rosa y una nota. Hiperventilé al recordar que sólo me aplaudió y dijo que me mantuviera sano.
Cerré mis ojos con cierta pesadez pero brinqué un poco en sofá porque llamaban a su puerta con insistencia.
Jonghyun se levantó del sofá y pasó por mis piernas sin tocarme hasta ir a su puerta.
Aproveché para tallar mis ojos y arreglar un poco mi imagen.
-Sr. Andy.- me levanté del sofá, no tengo nada qué hacer aquí, ahora él atenderá sus asuntos de cantante. –Estoy ocupado.- me detuve antes de salir de su sala. –¿Es importante?- me pegué a la pared para que no me vean.
-¿Estás haciendo…?- miré nervioso hacia todos lados y pasé saliva. ¿Debería de salir? –¿Por qué tus manos…?-
-Oh.- susurró Jonghyun escuché el movimiento de las esposas. –No es nada.- negué lento pero sonriendo, extrañaba este sentimiento. –No se preocupe.-
-Si estás ocupado sólo te entrego esto. Mañana vendré por una respuesta.-
-Mañana se la tendré.- luego oí que cerró la puerta.
Regresé al sofá para simular que todo estaba normal, Jonghyun se quedó parado en el pasillo leyendo lo que había dentro de las carpetas que supongo le entregó el Sr. Andy. Luego las cerró y suspiró.
-El Sr. Andy quiere que debute también en Japón.- sentí que mi corazón se detuvo. –Me mudaré mañana y probablemente sólo me veas por la tv.- mi boca se secó.
-¿Qué?- susurré mirándolo, notando como dejaba las carpeta en la mesa del comedor.
-Así que te lo diré ahora, como te dije, si no es hoy no lo haré jamás.-
Sentí mi corazón latir a prisa, ¿irse a Japón? Eso es cruzando el océano.
Si él estaba con SeKyung está bien, es decir, seguiría aquí pero no conmigo, pero aquí. A mi lado.