-Veinte uno, trece cero dos.- ¡la dijo! Minsoo dijo su contraseña aun con la mesera presente y con un tono de voz neutral. Vamos, confiaba en DamBi y en su conciencia.
-Mientras revisas iré a asear mis manos.- dijo Minsoo levantándose de su asiento. –Ya regreso.-
Dos minutos después Minsoo regresó y notó que los platos de comida ya estaban en su mesa.
-¿Vas a lavar tus manos?- preguntó Minsoo tomando una servilleta para prepararse y comenzar a comer.
-Te debo una disculpa.- dijo DamBi dejando el celular de Minsoo sobre la mesa, en el centro de la misma. –Creí que me estaba engañando, que me eras infiel.-
-¿Pero…?- preguntó Minsoo.
-No encontré nada.- contestó DamBi sonriendo.
Revisó los mensajes del celular, los de MyZone, SplashFace y en ningún lugar encontró evidencia que le dijera estaba siéndole infiel. Sólo tenía conversaciones con los proveedores y algunas con sus amigos, los chicos del departamento.
-Tienes que aprender a confiar.- susurró Minsoo limpiando sus comisuras en la servilleta que antes había tomado.
-Lo sé, lo siento, incluso revise tu celular, qué mala persona soy.- susurró DamBi avergonzada.
-No encontraste nada porque no buscaste en éste.- Minsoo sacó de su pantalón aquel Motorola negro.
Las pupilas de DamBi se encogieron, su respiración comenzó a entrecortarse y la cólera llenó su cuerpo.
-Dame ese celular.- exigió seria, con su voz demandante.
-No,- contestó Minsoo. –Te di la oportunidad de husmear en uno, tú elegiste ese.- volvió a guardar el Motorola. –Cuando dije que tienes que confiar más no me refería a mí, sino en ti.-
-¿Qué?- susurró atónita.
-Te he sido infiel los últimos meses.-
DamBi presionó sus manos furiosa, haciendo que sus palmas se pusieran blancas blancos.
-Pero tienes que saber que no fuiste tú quien falló, fui yo.- dijo Minsoo reanudando su desayuno.
-Ya no eras mágico.- contestó DamBi mirándolo.
-Comprenderás que después de esto…-
-Sólo cuarenta minutos más.- dijo DamBi mirándolo más suave.
-Cuarenta está bien.- contestó Minsoo.
En Ciudad Universitaria…
Pov’s ChangMin
Escuché que llamaban a la puerta así que la miré esperando que la abrieran pero en su lugar, seguían golpeándola.
-¡Está abierto!- me quité las gafas de lectura, noté que se asomaron dos skimos uno rosa y el otro azul. Luego Kyuhyun me sonrió.
-Soy yo.- susurró sonriendo.
-Hola.- contesté cerrando el libro que tenía en las manos.
-Te traje algo.- caminó hasta mi sofá en dónde estaba sentado, extendí mi mano para tomar el skimo rosa. –El rosado es mío.- contrajo su brazo hasta pegar el skimo en su pecho.
-Vaya, gracias.- susurré tomando el azul.
-¿Interrumpo? ¿Estabas estudiando?-
-Sólo repasaba.- contesté tomando la pajilla del skimo.
-¿Seguro?- preguntó Kyuhyun tomando el libro y leyendo el titulo. –Si estabas estudiando puedo venir más tarde.-
-Estaba repasando, sólo eso.- me gusta el sabor azul, también sabe rico aunque está un poco dulce.
-¿Repasando de qué?-
-En la clínica llegó un niño con Síndrome de Kawasaki y quería leer un poco al respecto.- me encogí de hombros.
-Creí que en la clínica sólo tomabas la presión y dabas paracetamol.- yo también creí eso.
-A veces me tocan otras cosas.- contesté sonriendo, como atender heridos de peleas. –¿Pero por qué has venido?- noté que Kyuhyun alzó sus cejas, quizá lo ofendí y fui muy directo con eso.
-Pues… pasaba a saludarte y a traerte un skimo, desde que saliste de clases habías estado en tu habitación y pensé que sería bueno una distracción.- asentí bebiendo más del skimo. –¿Te molesta? Si lo hace pudo irme.- apuntó hacia mi puerta nervioso pero negué sonriendo.
-No, nada de eso.- susurré antes de que se levantara. –Sólo se me hizo raro.-
-Te comprendo, tiene rato que no estábamos juntos.-
-Kyuhyun, ¿tú me amas?- lo miré esperando una respuesta, pero Kyuhyun se quedó callado, mirando hacia la nada, luego suspiró.
-Prefiero que sean mis acciones las que te contesten.- me miró a los ojos e iba a asentir pero no lo hice. –Porque las palabras se las lleva el viento.-
-¿Y cuánto tendré que esperar?-
-Lo suficiente para que no sean acto hipócritas.- contestó mirándome, asentí lento, creo que tiene algún punto de lógica.