-¿Cinco minutos serán suficientes?- me separé de Taemin para hacer que se recargara contra la pared. Le sonreí y besé sus labios con la misma intensidad de antes.
Sus labios se movían rápido intentando corresponderme, su lengua hacia su trabajo pero terminé mordiendo levemente su labio. No tengo que dejar evidencias.
Pero ello no podrán revisar mi estomago.
Sonreí por eso, me separé de Taemin y comencé a inclinarme hasta estar de rodillas.
-Minho no.- susurró deteniéndome por los hombros pero negué, sus manos fueron a mi cabello.
-Tranquilo.- susurré sintiendo que mi aliento chocaba contra su glande, tomé si miembro para estimularlo un poco más y pese a la oscuridad veía lo brilloso que estaba por la lubricación o presemen que ha estado segregando.
-Te meterás en pro…- dejó de hablar.
Rodeé con mis labios su glande, presioné incluso con ellos haciendo que Taemin contrajera sus piernas.
-No hagas ruido.- susurré, pasé saliva y el movimiento de mi lengua lo hizo temblar de nuevo. Comencé a introducir su falo en mi boca empujando mi cara hacia su pelvis, incluso mi nariz llegó a tocar su bajo vientre.
Intenté hablar, leí en una revista de salud sexual que las vibraciones de las cuerdas vocales son un buen estimulante, parece que así es porque sus piernas temblaron más. Dejé de hacerlo y retiré su miembro de mi boca.
-¿Estás bien?- susurré retomando su falo, para lamerlo un poco más.
-No, no aguataré.- lo miré sin levantarme, él estaba cubriendo su boca con sus manos.
-No lo hagas.- susurré.
Comencé a estimular su miembro sin sacar su glande mis labios.
Aprovechando que su pantalón está a las rodillas, deslicé mi mano libre hacia sus testículos, pero los pasé hasta llegar a su esfínter anal, presioné con mi índice y dedo medio para poder penetrarlo.
-Min… no podré más…- incrementé el ritmo de mi mano penetrándolo y el de mi boca en su falo. Terminé succionando fuerte, Taemin presionó mi cara contra su pelvis, sentí como mi garganta se llenaba con su esperma.
-¡Profe~!-
Esperé a que el orgasmo liberara a Taemin.
Saqué su falo de entre mis labios, lamí el glande un poco más para limpiarlo de esperma y luego le acomodé el bóxer, el pantalón y su cinturón, terminé por erguirme y volver a besar sus labios.
-Dios…-
-Está bien.- susurré acomodando también su cabello.
-Tus alumnos.- susurró abriendo sus ojos.
-Les dejé una nota en los vestuarios.- contesté volviendo a besarlo.
-¿Y si me voy a Detención y nos vemos ahí?- me miró a los ojos.
-Tengo tantas ganas de hacértelo que Detención no es el mejor lugar.- relamí sus labios con el filo de mi lengua. –Ve a clases.-
…
-Profe, ¿usted no es vigoréxico?- terminé por secar el sudor de mi frente para mirar a los alumnos.
-No.- contesté riendo.
-Porque si a todos les da clases, es como hacer seis horas de ejercicio, diario.- asentí por eso, tiene razón. –Eso no es saludable.-
-Lo sé.- contesté suspirando, nivelando mi respiración. –Sólo doy dos clases, las otras le pido a un alumno que sea el ejemplo a seguir.- el médico dijo que lo más que podía ejercitarme serian tres horas, así que el alumno ejemplo no es tan mala idea. –Vayan todos a las duchas, nos vemos la siguiente clase.-
Todos ellos asintieron y se fueron a las regaderas, me senté en el suelo y dejé caer mi espalda, es tan cansado.
-¿Entrenador?- alcé las cejas y abrí los ojos. –Soy yo.- me senté en el suelo para mirar a Jonghyun. –Toma.- me entregó un paquete de galletas.
-¿Gracias?- pregunté extrañado.
-Por besarte con Key.- eso sonó aun más extraño, me levanté del suelo porque Jonghyun parece que no se va a ir.
-¿Por besarlo?- pregunté dejando la caja de galletas a un lado de mi mochila.
-Cuando Key besó a Sungmin me dio igual, también con Yifan pero tú ya no.- sonreí asintiendo.
-De nada.- contesté sentándome de nuevo en el suelo. –Supongo.-
-Perdón también por golpearte.-
-Está bien amigo, si tú besaras a Taemin para abrir mis ojos también te golpearía.- literalmente. –Pero.- dije llamando su atención porque ya se iba. –¿Cómo puedes seguir besando esos labios?- Jonghyun se detuvo y giró sobre sus talones para mirarme.
-¿Disculpa?- me miró irónico y molesto.
-Son tan raros.- contesté acostándome de nuevo en el suelo. –No fue nada placentero.-