-Sí, pero yo le llamo BumKey.- o sea, no feliz por haberse besado con Minho también tenía que ir tras mi Kris.
-¿Y qué tal?- volteé a ver a Minho molesto.
-No te puedo contestar eso.- Kris miró a Minho sonriendo, yo también lo volteé a ver pero Minho sólo miraba hacia otro lado. –Pero estoy saliendo con alguien más.- ¿con quién?
-¿Es un chico de cabello rubio?- preguntó Minho así que lo miré, estaba apuntando hacia una tienda.
Kris dejó de atender mi pie para mirar por encima de su hombro, el chico que nos miraba fulminó a Kris y luego se giro para irse.
-Sí.- contestó suspirando. –Se llama Rockhyun.- qué nombre tan… simpático.
-Parece que se molestó.- coincido con Minho.
-Es complicado.- Kris tomó mi pie y lo puso en le suelo. –Aplícate un ungüento antiinflamatorio.-
-Gracias.- susurré sosteniendo la bolsita con hielos en mi tobillo.
-Parece ser simpático.- miré a Minho un poco molesto, yo soy más simpático que el Rockhyun ese.
-Él está enfermo.- Dios, ahora me siento mal. –Pero me gusta mucho, aun así es muy complicado estar con él.- ¿está pasando sus últimos días con él?
-¿Qué tiene?- debo de dejar de hacer tantas preguntas.
-Alexitimia.- ¿qué? –No reconoce los sentimientos ni emociones, los movimientos faciales los interpreta por síntomas de alguna enfermedad y la mayor parte el tiempo está molesto por eso mismo.-
-¿No reconoce sus emociones?- pregunté, y ahora sí, esta es la última pregunta que hago.
-No.- contestó Kris poniéndome el calcetín, je, je eso sí lo disfruté. -Normalmente cuando sonríe luego me golpea porque cree que yo lo enfermo.-
-Eso sí que es difícil.- contestó Minho, ahora él se agachó para ponerme el tenis. –Te deseo suerte.-
-Gracias, nos vemos y disculpa por tirarte, pero Rocky me pidió ir por un café rápido. No me fije.- sonreí, disfruté como nunca la reverencia que me hizo Kris.
-Descuida.- contestó Minho por mí. –No estés corriendo, ya te lastimaste.- asentí regañado. Kris sólo sonrió y luego se fue corriendo tras el chico enfermo.
-Es que la Princesa…-
-Espera aquí sentado, iré a preguntar por el relleno.- asentí.
-¡Pero Minho!- susurré antes de que se fuera. Él me miró. –Perdón.-
-No estoy molesto.- contestó sonriéndome. –De hecho creí que reaccionarias diferente, pero me alegro de cómo tomaste la situación.- sonreí por eso.
-Gracias.-
…
-Creí que hoy te daría clases.- susurró Minho, así dejé de tomar de mi limonada para mirarlo. –Pero tampoco fuiste.- sonreí por eso.
-El comité está analizando lo del baile de bienvenida, probablemente nos juntemos con la prepa de niñas para que sea sólo uno.- y que básicamente todo ya está arreglado, sólo falta que llegue el día, el viernes~ y todo iremos a bailar.
-Pero qué coincidencia que tengas que ir al comité en mi clase.- alcé una ceja sorprendido.
-¿Estás molesto?- pregunté dejando mi limonada en la mesa de la Fuente de Sodas, Minho sólo cambió de pagina a la revista. –¿Estás molesto porque no me has dado clases?- lo miré esperando que dejara de leer El zumbadero.
-¿Debería?- sí, está molesto.
-La siguiente clase seré el primero en llegar, te lo prometo.- tuve que bajar poner mi mano sobre su revista para que me mirara. –Además.- me cambié de asiento, para estar a su lado en lugar de enfrente. –Te ves muy sexy cuando estás molesto.- susurré sobre su cuello, él ladeó su rostro porque le dieron cosquillas, siempre me dice “en el cuello no”.
-No estoy molesto.- susurró riendo aun. –Sólo que creí que te vería en mi clase.- recargué mi cabeza en su hombro e intenté leer discretamente lo que se le hace tan interesante de esa revista. –Siento como si me evadieras.-
-Nuu~- susurré separándome de él para mirarlo a los ojos. –Bien, te diré la verdad.- entonces Minho cerró la revista para mirarme.
-Quiero oír la verdad.-
-La primera y segunda ve que no fui a tu clase sí estaba con el comité. Llegó mucho dinero y se tiene que administrar bien, lo del baile de bienvenida también se está revisando, el presupuesto diario para el almuerzo, lo que se tiene que comprar para la enfermería, también vimos lo que compraron para tu clase. Pero lo de hoy.- susurré sonriendo. –Yo convoque a la junta.-
-¿En mi clase?- pregunto desanimado, eso me hizo sentir mal, así que le tendí mi vaso de limonada.
-Sí.- susurré notando como atrapaba la pajilla entre sus labios. –Es que el pre.-
-¿Sigue molestando?- alcé aun ceja por eso.
-No sé si sea molestia pero preferí estar con el comité que en tu clase.- bajé la mirada. –Perdóname.-