-¿Sólo es por el pre?- sentí su mano en mi barbilla e hizo que lo mirara, así que asentí.
-No quiero darte problemas y si tengo que convocar al comité o fingir dolor de estomago incluso esconderme en los baños está bien.-
-Te voy a decir esto.- dijo Minho regresándome la limonada, así que no perdí tiempo en tomar la pajilla en mis labios. Ahora sabe mejor. –Cuando hablé con Oda le dije sobre eso.- asentí porque Oda es el jefe. –Él me dijo “yo sé que ese niño es tu pareja, y aun así insistí en que le dieras clases, esto es igual a cuando un par de esposos están dando clases en el mismo plantel, la diferencia es que el tuyo aun no se gradúa.”- ¿esposos?
Bam baaam bam bam~ “señorito Taemin, ¿acepta a Minho como su legítimos y sensual esposo?” “acepto~”
-Así que cualquier molestia que tú o yo recibamos por mirarnos, por estar cerca, por desayunos juntos o porque estemos en los vestidores o duchas juntos, yo se la tengo que notificar.- ¿en las duchas?
Con sus manos sobre mi cuerpo y él dentro de mí.
-Yo sé cuáles son mis limites, no tengo que besarte dentro del plantel ni en la mejilla o frente porque me podría reportar por abuso, obviamente tampoco tengo que tocar su cuerpo ni tu mano dentro del plantel pero eso es algo que tú y yo sabemos.-
Pero qué excitante es hacerlo en los vestidores o en el baño de niñas, las últimas veces han sido tan ricas que estoy seguro mañana también lo haremos. Ash, pero mi cefalea, ¡espera! Hoy cuando tuve el orgasmo no me dolió la cabeza je, je, entonces hoy me puedo comer a… lo miré.
Seguía hablando, se veía tan sexy, sus labios se movían muy bonito y su cabello estaba ligeramente despeinado. También noté que su piel estaba brillosa, no es de menos, desde que salimos de la escuela ha estado conmigo y hemos estado jugando y corriendo.
Incluso me cargó en su espalda porque mi tobillo… pero sus labios~
-Por eso necesito que me digas cuanto una amonestación sea irracional.-
-Entiendo.- susurré sonriendo, pero no por eso, sólo que no recuerdo de qué estaba hablando. Es que es tan sensual. –Por eso no quise asistir a tu clase.- de eso sí recuerdo haber hablado.
-Me siento un poco gánster porque Oda estaba revisando tu perfil en la base de datos, borró las últimas detenciones que tenías por mirarme.-
¿Pero es qué como no mirarlo y babear porque se quita la playera en sus clases?
-Dijo que lo estará revisando al menos por los últimos dos semestres, éste y sexto. Y que hablaría con el Director para que él hablara con el resto de los maestros y no tanto que se aplique más tolerancia hacia los dos, sino que sean vigilantes para que yo me apegue a las reglas.-
Sería muy bueno si la Maestra Jung nos mirara besándonos, ¡ja! La cara de “Oh no, Minho tiene novio y es mucho más bonito y sexy que yo” que pondrá, ¡me encantaría tomarle una foto!
-Obviamente no voy a romper las reglas pero si eso los hace estar más cómodos y seguros.- asentí suspirando, me encantas, me encantas Choi Minho. –¿O tú qué crees?-
-Opino lo mismo.- YoungMin dice que esa respuesta es infalible y funciona para todo cuando te pierdes en la conversación. –¿A qué hora tenías que estar en tu casa?- pregunté saliendo de mi trance, su mamá está en casa y no hay nadie que la esté cuidando, si necesita bañarse Minho tiene que estar cuidándola.
-A las seis de la tarde.- busqué el reloj grande del comercial, aun son las seis son treinta pero es mejor irnos ahora.
-Vamos.- me levanté del asiento, Minho tomó la revista. –¿De qué trata El Zumbadero?- sé que los gustos de Minho a veces son bien percebes pero no había oído hablar de esa revista.
-Farándula.- asentí lento. –Te llevo a tu casa.-
-Mejor te llevo yo.- susurré tomando su mano. Minho se puso su mochila y yo la mía. –Me gustaría saludar a tu mamá.-
…
-¿Estás seguro que no quieres que te acompañe?- pregunté en el marco de mi puerta, con El Príncipe Botas Canela~
Minho lo vio y me lo compró, dijo que toda princesa necesita su príncipe~ y pues, no me hice del rogar, pero eso sí, Minho todo el tiempo lo cargo por el bien de mi imagen.
-No, tienes tarea que hacer.- susurró Minho dándome un toquecito en mi nariz, eso me hizo sonreír. –Y yo también tengo cosas que hacer.-
-Entonces está bien.- susurré con mi voz aniñada. –Llámame cuando llegues a casa y mucha suerte con el parche de tu mamá.- sonreí, abracé más el Príncipe Botas Canela para acercarme a Minho, tomé su mejilla y lo acerqué a mis labios. –Suerte.- susurré antes de besarlo.
Nos separamos porque Jocker comenzó a ladrar, seguro ya me escuchó.
-¿Un poco más de suerte?- susurró Minho, sentí su mano en mi barbilla y luego sus labios en los míos.
-¿Un poco más?- susurré separando mis labios dejando que su lengua entrara en mi boca.
-Oh, mira, ya llego.- empujé a Minho para que mi mamá no nos viera. –Minho, ¿cómo está tu mamá?- ¿Jonghyun? ¿Jonghyun estaba con mi mama?
-Oh, ella ya está bien.- susurró Minho. –Pero tengo que retirarme ahora, tengo que hacerle la curación necesaria.-