-Si no te duele, no funciona.- dijo el entrenador mirándonos por encima. –Tendrán un cuerpo esculpido, pero sus órganos se dañarán por el cambio drástico de alimentación, es mejor que su cuerpo esté esculpido por ustedes, con su sudor y lágrimas que sólo comiendo verduras.- es un punto de vista. –Así que vamos a comenzar.-
-Psss… Jong.- volteé por encima de mi hombro, estaba Henry tras de mí así que retrocedí unos pasos. –¿Te funcionó la dieta?-
-No la he hecho.- susurré riendo. –Es del demonio y no creo soportarla.- licuado verde, carne seca, berrys, mucha agua y una fuerza de voluntad tremenda. –Mejor lo haré a la antigua.-
-¡Las nenas de allá atrás!- dejé de hablar con Henry y miré al entrenador. –A comadrear al mercado, aquí se entrena, señoritas.-
Me iba a reír pero si lo hago seguirá humillando.
-Todos traigan sus botellas con agua y las bandas de resistencia.- nos giramos para ir por una, yo tomé una de nivel medio, no estoy de ánimo para una de alto nivel pero tampoco soy para el nivel bajo. Medio está bien.
-¿La azul de qué es?- es voz. –¡Ah! Ya no hay azules.-
-Toma una roja, mariposa.- busqué con la mirada para encontrarlo tomando la banda roja de mala gana. Sonreí, la roja es nivel bajo, es más flexible. La azul que Key quería es de nivel alto, mucho más dura y resistente.
Noté que también estaba Amber, tenía una banda roja.
-¿¡Ya están listas?!- nos volvimos a formar, me quedé en las filas medias, Key estaba en la última, casi pegado a la pared. –Comencemos.-
…
Fruncí el entrecejo y como dijo el entrenador di un golpe con mi mano libre al viento, e intenté hacerlo igual con mi mano que sostiene las dos agarradera de la banda, pero, ah~ es mucho más difícil.
-¡Cambio!- salté para que mi pe derecho ahora quedara enfrente. Volví a dar los golpes pero la banda lo hace más difícil. –¡Vamos nenas! ¿Quieren brazos fuertes? ¡Gánenselos!-
Terminé con la serie y solté la banda, ésta chocó contra el suelo bajo mi pie derecho. Mi respiración una está agitada y el sudor caía por mi barbilla. Aun así, volteé por encima de mi hombro, Key tenía las mejillas rositas y su brazo que sostenía la banda estaba temblando.
-¡Bien! ¡Ahora cambien de pie, la banda en el izquierdo y hagan lo mismo!- suspiré e hice lo que el entrenador dijo.
-Jong.- miré hacia mi derecha, a Jonghyun. –Siento y veo, que a tu chico, se le caen los brillos.- sonreí e incluso me reí por eso pero se cortó mi ritmo respiratorio y tuve que parar.
-¡Jonghyun! ¡No te veo esforzarte!- presioné los ojos y sequé el sudor de mi frente con mi mano, tomé la banda y continúe.
-Yo, yo también.- contesté.
-¡Suelten las bandas! Al suelo.- solté de nuevo haciendo que se estrellara, me incliné hasta que recargué mis manos sobre mis rodillas, esto es difícil. Preferiría hacerlo en casa. –A esto le llamo “puñoleta”.- el entrenador estaba acostado en el suelo, pero su espalda no tocaba el piso, ni sus piernas, más como en V. –Puño, patada, puño.- imitaba el movimiento de una bicicleta en los pedales. –Recuerden no pegar la barbilla a su pecho, o no funcionará.-
Volteé a ver a Key, su rostro estaba rojizo y su cabello se pegaba completamente húmedo su frente.
Me quedé mirando cómo lo hacía o intentaba hacerlo.
-¡Jonghyun!- me sobresalté y terminé en el suelo, haciendo su dichosa puñoleta. –Así está mejor, a mirar gente en la calle, aquí esculpiremos tu abdomen.-
…
-Bien chicos, ahora haremos el último movimiento.- creo que de alguna manera todos nos pusimos felices. –Al suelo, vamos a hacer diez planchas, luego una burpee, retomamos las planchas pero ahora serán nueve y dos burpees, así sucesivamente hasta que sea sólo una plancha y diez burpees.-asentí cansado, sudado y rendido. –Pero necesito a un compañero que pueda ser ejemplo.-
Moví mi cabeza para que mi cabello destilara más sudor.
-¡Kim Jonghyun!- diablos.
Comenzaron a aplaudir así que me animé un poco más, caminé hasta que llegué al frente, aun lado del entrenador.
-¿Listos?- miré a todos, estaba igual o más sudados que yo. Key me miró, noté lo rendido que estaba pero sonrió y asintió. –¡Ahora!-
Vi en cámara lenta como todos se iban al suelo y comenzaban a hacer las planchas, vi como Key las hacía y cómo de su cabello escurrían gotas de sudor, sus ojos estaban presionados incluso le faltaba el aire, pero continuaba.
Hiperventilé y presioné mis ojos.
Si él se está esforzando, si está dando lo mejor de sí, yo también lo haré.
-¡JungHee!- escuché al entrenador pero ya estaba en el suelo, iba por la sexta plancha. –Así me gusta más.- hice la burpee y en poco tiempo me acoplé al ritmo de los demás. –¡Continúen así!- también el entrenador las estaba haciendo. –¡Esto los matará, se los aseguro!-
Veía las gotas de mi sudor caer al suelo y como se alejaban y acercaban. Me levanté e hice una burpee.
-¡¿Quieren un cuerpo esculpido!?- oí al entrenador y grité junto con el resto de mis compañeros un “sí, entrenador”. –Tienen que ganárselo.-