-¡BASTA!- grité deteniéndome en los escalones, mordí mis labios fuerte pero lo solté al suspirar. –Perdón, pero no quiero hablar de ese día en el hospital. Ni de Key. Mamá, sé lo que hago, le debía el favor a Key, por él fui a Detención porque ese día no me quedé a hacer servicio social, me quedé castigado en Detención y fue ahí cuando Taemin comenzó a hablarme, por culpa de Key ahora alguien es feliz por mí, por su culpa sé lo que es “trabajo en equipo” ¿y sabe? Se siente bien ver a Taemin mirarme y verlo sonreír. Le debía el favor y por mi culpa, por culpa de ese puto beso Key y Jonghyun regresaron. Lo que es irónico claro, ¡pero no le sonaría irónico si estuviera conmigo! aquí en casa en lugar de irse a Jeju o cualquier otro lado…- relamí mis labios nervioso.
Lo estoy haciendo mal, otra vez.
-¿Sabe? Olvide todo esto, lo siento, no debí.- quitarme la armadura. –Soy un estúpido.- hice una reverencia en noventa grados. –Iré por un cobertor para cobijarla.-
Tallé mis ojos y sorbí mi nariz, continúe subiendo las escaleras, pero me detuve en el pasillo recargándome en la pared. Despeiné mi cabello e hiperventilé.
Suspiré profundo para calmarme.
No sé qué estoy haciendo papá, te necesito.
End Pov’s Minho
Pov’s Taemin
Fruncí el entrecejo, ¿ya es de día?
Me removí en las cobijas y estiré mi mano para buscar el celular, suspiré y me senté en la cama. Miré el despertador, media noche. ¿Quién me molesta a esta hora?
Si son los clones para decirme “ya duérmete” como saben, mañana los voy a… ¡es Minho!
Abrí bien mis ojos y sentí que mi corazón latía rápido, me levanté de la cama antes de contestar y fui a cerrar la puerta para que no salga el sonido, se supone que ya estoy dormido.
-Holi.- susurré sonriendo.
-Taemin.- alcé las cejas, ¿está llorando?
-Minho ¿qué sucedió?- puse en altavoz mi celular, lo dejé en la cama y fui hacia mi armario para sacar un pantalón y una sudadera.
-No… ¿estabas dormido? Mejor sigue durmiendo.- terminé poniéndome la sudadera, busqué los tenis y los primero que vi me los puse.
-No, Minho, ¿qué pasó?- terminé de ponérmelos y tomé mi celular. Sonreí y al ver a la ventana. Ya no tenía las cerraduras que había puesto mi tío.
-Nada, una tontería.- abrí la ventana y me salí con cuidado. –Sigue dormido.-
-Tú también duerme.- susurré metiendo el celular en la bolsa de la sudadera. Cerré la ventana con cuidado. –Por favor, duerme de una vez- así llegaré directo a tu habitación.
-Sí, gracias Taemin. Sigue durmiendo, te quiero.- ¿quererme?
-Igual yo.- ¡waa! Me aferré al techo antes de caer pero terminé cayendo bien, creo que me lastimé un poco el hombro pero nada grave. Saqué mi celular para seguir hablando con Minho, pero noté que ya había finalizado la llamada, no sé si se cortó cuando caí o él había finalizado antes. Miré hacia mi casa, las luces estaban apagadas, sonreí y comencé a caminar hacia la casa de Minho.
…
-Tks… ¡Minho~!- susurré lo más fuerte que pude pero sin que me escuchara el resto de la calle, porque podría ser malo estando en su ventana, con una sudadera oscura… se presta a malas interpretaciones.
Bah, Minho siempre deja su ventana abierta, ash, tonto Taemin.
Así que abrí la ventana y sonreí entrando.
Es complicado buscarlo en la oscuridad pero ¡lo encontré! Está en su cama, seguramente ya está dormido. Entré con cuidado y sin hacer ruidos, cerré su ventana y comencé a caminar hacia él. Suspiré para que no escuche los latidos de mi corazón pues aquí hay un silencio sepulcral.
Pero, ¿está llorando?
Un hormigueo recorrió todo mi cuerpo, detesto la sensación de verlo triste, ¿pero por qué? ¿Tendrá que ver con el diplomado? ¿O lo de ser entrenador?
Rodeé la cama sin hacer ruido, hasta que me quedé frente a su rostro, Minho tenía sus ojos presionados y se mordía el labio inferior, sentí que mi respiración comenzaba a agitarse, está llorando.
Mordí también mi labio inferior y sentí que mis ojos se aguaron.
-Bebé.- susurré, Minho abrió sus ojos, me miró y negó para cubrirse el rostro con la cobija. –Minho, todo está bien.-
-¿Qué haces aquí?- escuché que sorbió de su nariz. Pasé saliva, no me gusta verlo así. –¿Por qué viniste? Ya es muy tarde.- Minho se descubrió el rostro y se sentó en la cama, así que me levanté del suelo para sentarme a su lado.
-Te escuché y sabía que no te encontrabas bien.- susurré mirándolo, Minho negó y secó sus ojos. –¿Quieres hablar de eso?-
-¿Por qué?- susurró. –¿Te acuestas conmigo?- abrió su cobijas así que asentí, me levanté de la cama y me quité la sudadera y los tenis. –Tu pijama está en los cajones.- me quité también el pantalón y caminé hacia sus cajones.
-¿Sucedió algo malo?- abrí su cajón y el aroma a Minho se desprendió, lo aspiré pero sin asustarlo y disimuladamente.
-No.- contestó. –¿Por qué preguntas?-
No puedo decirle que “porque está llorando” se molestará más. Lo sé.