-¿Quieres mi punto de vista?- Key metió una vela blanca también. –¿Cómo amigo? Porque tengo tres perspectivas.-
-Dame la que me haga sentir mejor.- sonreí pero suspiré al final. Quizá si lastimo a Taemin al grado de hacerlo temblar sólo con mirarme… soy más dañino que Niel.
¡Diablos!
-Como amigo significaría mucho el llamarme en un momento tan delicado como ese. Eso me demostraría que te importa mi amistad y me consideras importante en tu vida.- sonreí, parece que está dolido porque no le llamé a él. –Como pareja, lo agradecería mucho más porque me demostrarías que lo de nosotros va en serio y que me incluyes en tus problemas, no sólo en tus felicidades.-
-Entonces, suponiendo que lo que dices sea universal, ¿por qué Taemin no lo vio así?-
-Ese es mi tercer punto de vista, como Taemin: me asustaría.- alcé las cejas extrañado. –Desgraciadamente sólo le muestras una de tus caras a ese niño lo que hace que crea que es la real. Cuando le muestras una diferente se extraña y dice “eres un niño usando armadura” cuando quien usa la armadura es él.-
-A ver.- susurré haciendo que Key me mirara. –Todo iba bien hasta que lo tomaste personal.-
-Ya es feo tener una imagen social, es peor cuando alguien más te la impone. Como Taemin siempre te ve bien, cree que todo el tiempo estás bien. Yo te he visto fuerte e inquebrantable.- negué lentamente. –Pero también es cierto que le creerás a quien quieras más.-
-¿Me estás poniendo a decidir entre Taemin y tú?-
-¿Por qué no te incluiste?- me miró. –Dije “a quién quieras más” pudo ser Taemin, ChangMin, tu mamá, tú o yo. Dime, ¿a quién quieres más y a quien le harás caso?-
-No necesito terapias.- contesté caminando más rápido para ir hacia otro pasillo.
-Berrinche.- llegó a mi lado. –Todo lo que estás haciendo es berrinche.-
-Dime tú, ¿no hiciste berrinche? Por eso le abrías las piernas a cualquier que te diera un poco de amor.- presioné los ojos y mordí mi lengua porque Key incluso dejó de mirar hacia los artículos de higiene personal.
-No he negado que lo hice.- contestó tomando una botella de champú. –Sí, abrí mis piernas para algunos pero la diferencia entre tú y yo.- me miró, noté que estaba en su versión Diva orgullosa, así que me va a doler. –Es que mi novio lo sabe y yo lo he aceptado.- sonrió de medio lado y dejó el champú en la canasta.
El peso de la botella fue metafórica, sentía como si ahora Key me pasara sus problemas, o mejor dicho, me entregara los míos.
-Tú decides Minho, si quieres seguir siendo el súper héroe de Taemin o ser Choi Minho.- miré lo que teníamos en la canasta, es más, creo que se me perdió la mirada. Terminé suspirando, creo que tiene algún sentido lo que está diciéndome.
-Y vas a ir al baile.- dije caminando tras de él.
-Como chaperón y para ver que todo se realice como está planeado.-
-Con Jonghyun.- susurré sonriéndole.
-Obviamente.- contestó sonriendo también. –Pero lo que dije de Yifan es en serio.- susurró deteniéndose en otro pasillos. –Me invitó también para ir al baile y le dije que no.-
-No sé.- susurré tomando una lata de desodorante para meterla a la canasta. –Me gusta Yifan para ti.-
-¿Eso crees?- él también metió una pero de fragancia más suave.
-Cuando lo conocí me cayó bien, presentó primero a Tao y luego lo hizo con él. Le abría la puerta y le preguntaba si se encontraba bien o sentía calor o tenía sed. Era muy atento.- asentí efusivamente por eso.
Que incluso cuando Tao dijo que estaba sintiendo calor Kris me pidió encender el aire acondicionado.
-Pues sí lo ha sido conmigo.- no lo dudo. –A veces se me olvidan cosas en Club Sándwich y él después de cerrar las llevaba a mi casa. Siempre me besaba la mejilla cuando nos despedíamos.-
-¿Qué harías si en pleno baile te encontraras con Kris, estando con Jonghyun?- pregunté mirándolo, me dio risa la cara que puso Key, como entre miedo y gracia. –¿Si a tu izquierda está Jonghyun así siendo él con su rodilla flexionada y despreocupado con un vasito de ponche y en la derecha está Kris, con sus cejas y algo que se te haya olvidado en Club Sándwich?-
-Espero jamás estar en esa situación.- dijo negando incluso con sus manos.
-¿Por qué?- soy un maldito.
-No sé qué haría.-
…
-Tu corona, que no se te olvide.- Key sólo me tedió la caja con la corona dentro por la ventana del piloto, porque de regreso a su casa me pidió ser yo quien condujera.
“Después de todo es tu auto.”
-Gracias.- susurré tomándola para ponerla en el asiento de copiloto. –¿Te veo mañana?-
-Así es.- susurró sonriendo. –Mañana en la escuela.-