-Jonghyun debería de estar molesto conmigo.- susurró tomando un cojín para abrazarlo. –Él sólo ha estado conmigo y yo ya no.-
-Creo firmemente en que de todo tenemos que aprender. Cuando estuve con Nio me di cuenta de que verdaderamente a quien quiero en mi vida conmigo es Taemin y nadie más, tú tuviste que estar con más personas para afirmar que esa persona es Jonghyun.-
-No lo sé.- susurró recostándose en su sofá. –Conseguí trabajo en Buena Miel y también soy el ayudante de él en la TAE de Música, ¿crees que lo esté ahogando?-
-Creo que es lo que Jonghyun necesita.- asentí tras cada una de mis palabras. –Más cuando estuviste con personas que sí sienten algo por ti.-
-¿Entonces crees que sea lo correcto?- susurró.
-Si Taemin y yo discutiéramos y Taemin por su orgullo sale con Yifan y con Niel sí me sentiría indefenso, tras la reconciliación me daría seguridad si Taemin sólo está a mi lado y no con los que salió. Así que creo es correcto que estés con Jonghyun.-
-¿Te digo algo que sea secreto entre los dos?- susurró sonriendo apretando el cojín contra su pecho.
-Dime.- susurré sacando mi celular del bolsillo de mi pantalón.
-Tengo ganas de besarlo.- alcé las cejas porque escuché que también se rió nervioso. –Pero no.-
-¿Por qué?- pregunté bloqueando mi celular.
-Por lo mismo que te dije.- contestó semi molesto. –¿Me estás poniendo atención?-
-¡Claro que te estoy poniendo atención! Pero eso ya es bajo tu perspectiva, si lo quieres besar ahora o en dos meses.-
-Dos meses.- creo que se burló de mí.
-Me encantaría quedarme a que te sigas burlando de mí, pero tengo que llegar a mi casa.- me levanté del sofá para ir hacia su puerta, creí que Key se levantaría para acompañarme a salir pero contrario a eso sentí que algo se estrellaba en mi cabeza.
Volteé por encima de mi hombro y noté que estaba el cojín en el suelo.
-Que no se te olvide KeyHo.- asentí agachándome para tomar el cojín. –Es mañana en la tarde.-
-Mañana en la tarde.- repetí para aprenderlo. –Descuida, no se me olvidará.-
-Te bañas.- sonreí negando, dejando el cojín en el sofá más cercano.
-Hoy no me busques, por favor.- susurré tomando la perilla de la puerta para abrirla.
-¿Por qué?-
-Porque hoy es día de Minho.- sonreí.
…
Suspiré mientras tomaba otra papa frita, la mojé dentro de la cátsup y terminé llevándola a mi boca.
¿Por qué Taemin no quiere ir al baile conmigo?
Soy buena gente… a menos que él quiera ir con otra persona, como me lo dijo. No lo sé, en ese sentido puede que asista al baile con alguno de los gemelos o con Kai.
Negué lento, miré las papas fritas y negué de nuevo.
-Ahora estoy deprimido.- susurré. Me levanté de la silla y saqué mi celular para volver a sentarme. Revisé si tenía algún mensaje de Taemin pero no. –¿Y si voy a su casa?-
Sonreí y me levanté de la silla, subí las escaleras hasta que entré a mi habitación, tomé la mochila que suelo llevar ahora a la escuela y al diplomado, abrí una de las bolsitas y saqué el disco que me regaló HongKi.
-Entonces voy a la casa de Taemin.- guardé el disco en la bolsa de mi pantalón y dejé la mochila en su lugar para girarme. Salí de mi habitación, pero mientras bajaba las escaleras escuché movimiento en la cocina, ¿mi mamá? Probablemente.
-Voy a salir, voy con Taemin.- dije caminando hacia la cocina, pero me detuve al no verla a ella, sino a Andy. –¿Y mi mamá?- pregunté parado bajo el umbral de la puerta.
-Está con la Sra. HaNeul, en quince minutos vendrá.- noté que estaba cocinando además que mi nariz me avisó que eran papas, entonces miré a la mesa en la que yo las estaba comiendo.
-¿Usted…?- ¿cómo preguntar si me comí sus papas? ¿Y qué debería de hacer tras la respuesta afirmativa?
-Te puedo hacer una pregunta, ¿Minho?- noté como sacaba las papas del sartén para ponerlas sobre papel absorbente.
-Sí dígame.- susurré.
-¿Has jugado Sthefthony?- alcé las cejas sorprendido, pero sonreí al segundo siguiente.
-¿Qué cosa?- pregunté aun sorprendido, de todo, ¡todo! Lo que me podía preguntar, ¿es eso? O de lo que me gustaría responder, mejor dicho.
-¿Has jugado Sthefthony?- me miró sonriendo con las papas en un plato, mismo que me tendió por lo que lo tomé.
-¿Es un juego de guerra?- pregunté sólo para saber si estamos hablando de lo mismo.
-Sí.- asintió, eso me hizo sonreír. –¿Lo has jugado?-