-Si no quieres no.- respondí bloqueando mi celular. –Pero tengo que ir por él. Iré a mi casa por la moto.-
-Nunca dije que no lo haría.- susurró sonriéndome.
-Gracias.- susurré. –Pero espera.- lo tomé del hombro para detenerlo. –¿Vas a estar bien?-
-Descuida, Minwoo y yo quedamos en buenos términos.- asintió lento pero sé que no fue tan así, tan tranquilo. –Tampoco es como que su nuevo novio sea modelo o algo así.-
…
-No lo veo.- susurré recargándome en la puerta del auto. –Le mandaré un mensaje para que venga a buscarnos.-
-Pero ese es el auto ¿cierto?- volteé a ver a Donghyun que apuntaba a un pequeño auto de color azul.
-Nunca he visto el auto de él.- susurré negando. –Pero ya le estoy avisando que nos busque.-
-¿No es ese de ahí?- busqué con la mirada el lugar en el que me apuntaba Hyunseong, noté que estaba acostado debajo de un árbol, Sandeul estaba sentado a su lado. –¡Minwoo!-
Sonreí porque se despertó súbitamente.
-¡Rápido! ¡Donghyun tiene que regresar a su degustación!- grité sólo para incomodarlos, je, je, ¡oh! Vuelve a vibrar mi celular. –Otro mensaje.- susurré metiendo mi mano al bolsillo del pantalón.
Alcé las cejas sorprendido porque era de YoungMin.
Me alejé de ellos para poderle llamar, puede que algo haya salido mal en el baile.
Mi pierna comenzó a temblar, sentí que mi corazón latía fuerte.
-¿Estás bien?- pregunté.
-¿En dónde estás?-
-En un mirador, Minwoo se quedó varado y vinimos por él, ¿cómo estás tú? ¿Te duele algo? ¿Salió mal el baiLE? Je, je, ¿entiendes?- porque fue a un baile con LE.
-Todo bien, de hecho ya estoy en casa, esperaba que estuvieras aquí.- sonreí divertido pero negué al momento.
-Estaba con Donghyun en la degustación, pero ahora estoy en un mirador porque a Minwoo se le quedó el novio y no tenían como regresar, creo que llegaré en media hora.- en lo que Minwoo se despide, en lo que llevamos a Hyunseong a su casa y en lo que Donghyun me lleva a la mía, je, je.
-Está bien.- escuché que suspiró. Así que algo no está tan bien.
-¿Todo bien? ¿Algo pasó en el baile?-
-Todo bien pero LE me dijo algo que me tiene inquieto, además de que me hizo chocar contra uno de los amigos de Niel.-
-¿Con cuál?- pregunté mirando hacia Donghyun que seguía charlando con Hyunseong y noté que Minwoo se estaba despidiendo de Sandeul. –¿Con el grandote?-
-Sí.-
-Ouh… ¿pero todo bien? Es decir, ¿no paso nada más? ¿Él entendió que fue por LE?-
-Pues sí pero igual me miraba raro, ¿y si quiere golpes?-
-No creo que quiera golpes, él había dicho que ya todo quedó en el pasado. Pero bueno, ya voy para allá, ¿LE está contigo?- comencé a caminar de regreso con los chicos porque ya estaban dirigiéndose al auto de Donghyun.
-No, ella está en su casa que por cierto, es el mismo lugar en donde vive Niel y compañía.-
-¿La llevaste a su casa y él estaba ahí?- pregunté inquieto, podría interpretarse otra manera la caballerosidad de YoungMin.
-No, él se quedó en el baile. Estoy incomodo hablando de él, por favor, regresa a casa pronto.-
-Voy para allá.- susurré finalizando la llamada. –¿Y bien? ¿Nos vamos?- los miré porque estaban platicando entre los cuatro, entonces me fijé más en Donghyun que parecía estar algo triste pero continuaba sonriendo y respondiendo a las preguntas que hacia Sandeul respecto a Minwoo y su relación.
Eso es ser maduro, sí, hoy lo admiro un poco más que ayer.
…
-Nos vemos.- dije quitándome el cinturón de seguridad para salir del auto de Donghyun. –Gracias por invitarme a la degustación.- lo miré por la ventana que aún tenía el vidrio abajo.
-Descuida, siempre que haya una alimentaré a mis hambrientos amigos.- me reía ligeramente pero terminé asintiendo.
-Tus hambrientos amigos te lo agradecen.- asentí lentamente. –Tengo que entrar, parece que YoungMin tiene problemas.- apunté a mi casa por encima de mi hombro, Donghyun sólo asintió.
-Cuídense.- retrocedí para que el auto se fuera.
-Nos vemos.- agité mi mano aun mientras el auto se iba. Él sonó el claxon luego sonreí. –Ahhh qué cosas.- susurré tocándome el estómago, hoy comí de más.
Caminé de regreso a mi puerta, tomé las llaves y abrí. Lo primero que hice fue encender las luces noté que estaba la mesa puesta pero no tengo apetito, si como más pecaré de gula.
-Estoy de regreso.- susurré buscándolo en la sala de estar, pero escuché la palanca del baño así que volteé a esa puerta. –¿Cómo te fue en el baiLE?- sonreí acercándome para abrazarlo.