-No lo creas.- susurré pisando el acelerador para avanzar. -Aún estoy lidiando con los fantasmas de mi pasado.-
-¡Un ex!- susurró asustada, eso me hizo sonreí. –¿Son dos?-
-Es uno.- corregí mirándola por un segundo. –Es que él, cuando éramos pareja lo único que podía hacerle era besarlo. Nunca me dejó ir más allá y estoy frustrado.-
-Si él te diera cinco minutos, ¿lo harías?- Juniel me miró sonriendo pícara, sólo me ofendí pero terminé sonriendo.
-Una vez estábamos los dos en Detención.- volvía frenar en un semáforo. –Lo comencé a seducir “tú, yo, tener sexo, ¡ahora!” je, je, y él dijo “está bien”.- sonreí divertido por eso.
-¿¡Lo hiciste con él?!-
-Lo emocionantes es que su pareja, la pareja de mi ex es profesor en la escuela, así que imagínate la adrenalina de saber que él estaba a dos o tres salones y yo con su novio, je, je, haciendo bebés.- me reí un poco fuerte e irónico, Juniel también se estaba riendo.
-¡Eres todo un personaje!- me golpeó en el hombro después de reírse. ¿Pero pasó?-
-Na.- contesté. –Estaba a punto dé, pero se echó para atrás, dijo “ahora no” y le pregunté si pasaría en otro momento y me dijo “tal vez”. Así que aún no pierdo la esperanza.- quizá en algún momento que esté mal con Minho me pueda aprovechar.
-Yo terminé bien con mi ex y una vez estaba tan molesta con mi actual pareja de ese momento que fui con él, la diferencia es que yo sí pude hacerlo, je, je tú aun estás frustrado.- se rió de mí y mi mala suerte o de lo apretado que es Taemin, pero sólo negué sonriendo.
-Tengo la ventaja porque sé que aun quiere conmigo o que sus sentimientos no han desaparecido por completo, así que como sea, cuando quiera puedo tener mis cinco minutos ¡además! Me tiene con los testículos morados desde los catorce.-
-Lo vas a destrozar cuando tengas la oportunidad.- se rió un poco más y vamos, yo también.
-No lo sé, tampoco te voy a decir que sí pero eso espero.- sonreí.
End Pov’s Niel
Pov’s Taemin
-No creo que esto sea correcto.- sonreí y terminé asomando mi lengua, estoy tan emocionado que terminé por morderla con el filo de mis dientes.
-Sólo tranquilízate.- susurré, tomé aire para suspirar y poder controlarme. –¿Te aprieta mucho?- pregunté buscando sus ojos, pero los tiene cubiertos por el pañuelo que le puse. –O te sientes inseguro.- ¡diablos! No puedo dejar de sonreír.
Maldito Minho eres tan sensual. Condenado.
-Es más la segunda que la primera.- sonrió porque noté que se relamió los labios, sé que también está ansioso.
-No haría nada que te lastimara.- contesté acomodándome mejor sobre su pelvis, pero sin incomodarlo. –¿Quieres que te siga besando?-
-¿Tú quieres seguir besándome?-
-Oh, je, je, eso fue inteligente.- contesté poniendo mis manos en su pecho, suspiré excitado al cerrarlas para tocarlo y descubrir un poco de su piel. –“Si te digo que no estaría mintiendo, pero si te digo que sí, sonaría muy pervertido”-
-Es al revés.- susurró supongo que buscándome porque estaba moviendo su cabeza, tuve que dejar de tocar su pecho para tomar sus mejillas. –Si te digo que sí sonaría muy pervertido pero si te digo que no, estaría mintiendo.-
-¿Entonces puedo seguir besándote?- susurré inclinándome un poco más, hasta llegar a rozar sus labios con los míos. –¿O no?-
-Si te dijera que sólo por hoy puedes hacerme lo que quieras, ¿qué me harías?-
-Hay pocas cosas que te haría.- contesté asintiendo. –Porque la mayoría las haces sin que te obligue o te entregues.-
-¿En serio?- alcé una ceja porque parece que se sorprendió. –¿Y crees que eso esté mal?-
-No.- contesté acomodándome mejor sobre su pelvis. –A menos de que lo hagas obligado.-
-De ninguna manera.- sonreí y noté lo travieso que es su cuerpo porque sus pezones estaba erectos, incluso bajo la playera se pueden ver. Se verían desde la escuela, je, je. Me encanta.
-Si te pudiera hacer lo que yo quiera por el resto del día. Sin duda vería la saga de Los Lunacornios completa.- pasé mi mano por encima de su pecho, sentía el relieve de sus pezones e inevitablemente contraje las piernas.
-Si mañana no tienes nada que hacer, podemos… verla.- sonreí sin dejar de pellizcarle el derecho, noté que Minho se estaba mordiendo el labio.
-¿Te duele?- pregunté a punto de soltarle la piel.
-No. Me encanta.-