-Las personas no cambian.- regresé a la cocina para seguir comiendo las patatas fritas. –No soy el único que piensa eso, ¿verdad Minho?- me quedé a media papa en la boca, que me tuve que cubrir para hablar.
-No, las personas no cambian.- contesté mascando rápido. –Canalizan.-
-¿No creen que es muy feo que digan eso?- miré a Key y le invité papas, pero sólo negó caminando hacia la sala de estar, supongo que se sentará a un lado de ChangMin. –Que absolutamente nadie cambia, hasta las estaciones del año lo hacen.-
-No vamos a ignorar tantos conocimientos psicológicos y científicos sólo por una ilusión de quinceañera.- me cubrí la boca de inmediato porque Key me miró tan frio y tan directo que mejor me levanté para huir.
-El problema con los hombre de ciencia es que están solos.- iba a decir algo pero si Key está molesto, no importa lo que diga, todo estará mal para él. –Por algo tenemos dos lóbulos en el cerebro, pero ustedes par de Min se cierran y confían en su izquierdo.-
-¿Par de Min?- pregunté mirando a ChangMin.
-Dos min.- contestó así que asentí. –A lo que me refiero es que si vuelvo a sufrir me arrepentiré y me sentiré mal porque todo el tiempo lo supe. No es bonito sentir eso.-
-Gestalt dice que tienes que cerrar círculos, cierra el tuyo con Kyuhyun y si puedes abrir uno más, te haré una fiesta.- sonreí por las ocurrencias de Key pero tiene razón en eso de Gestalt. –En mi experiencia como dijo Minho, me ha funcionado y actualmente Jonghyun y yo lo seguimos haciendo.-
-Si pero…-
-Es cosa de autoestima.- dije tomando una papa más. –Key tiene la autoestima muy alta, a una persona normal le costaría trabajo aceptar regresar con su expareja, pero a Max le cuesta un poco más porque te rompieron dos veces, Kyuhyun y Yui.- así que sólo tenemos que hacer que ChangMin recupere su confianza y todo estará bien.
-¿Yui también?- preguntó Key sorprendido. –No, sí, entonces suicídate.-
Mi quijada cayó un poquito, pero la de Max lo hizo más.
-Peo deja limpio, porque es una lata limpiar el desorden de otra persona.- noté como ChangMin alzaba las cejas y luego sonrió, pero esa sonrisa estuvo mejor que las anteriores.
Sentí que mi celular vibró así que me apresuré a tomarlo, sonreí porque es un mensaje de Taemin. “En mi habitación” ¿en su habitación? ¿Se le olvidó algo?
-Tengo que regresar a casa, el aseo no se hace solo.- volteé a ver a Key y asentí, pero caminé hacia él porque le tengo que pagar las hamburguesas y papas fritas.
-Más tarde te ayudaré a limpiar.- susurré sonriéndole, luego tomé mi billetera pero antes de abrirla él colocó su mano para impedírmelo.
-No hace falta.- contestó sonriéndome. –Lo de pagarlas, porque te guardaré la escoba para más tarde.-
-Iré cuando esté libre.- deje asintiendo.
-Nos vemos ChangMin.- me quedé de pie despeinándome de Key con mi mano, luego de que cerrara la puerta miré a ChangMin, que estaba acomodando los cojines de la sala de Taemin.
-¿Ya estás mejor?- quizá Key lo ayudó y ni cuenta me di.
-Tengo cosas que hacer.- ¡me sonrió! Entonces sí, ya está bien. –Voy a ir a apostar.-
-Suerte.- contesté. –Voy a la habitación de Taemin.- apunté sobre las escaleras.
-Está bien, despídeme de su mamá.- asentí e incluso esperé a que saliera completamente de la sala de estar para acompañarlo hacia la salida.
-¿Vas a ir a Ciudad Universitaria? ¿O vas para la casa?-
-A casa, es fin de semana y tampoco me caería mal hablar de esto con mi mamá y quién sabe, probaría qué tal Andy.- se encogió de hombros y asentí.
-Yo iré más tarde, estaré un poco más con Taemin, luego iré con Key y tras asear iré a casa.- me quedé bajo el umbral de la puerta, ChangMin sólo asintió.
-Nos vemos.- dijo así que asentí de nuevo. –Saluda a mi íntimo amigo Taemin.-
-Ya, no es necesario el sarcasmo.- contesté sonriéndole. –Cuídate.- después de que se girara cerré la puerta, tomé las hamburguesas y subí hacia la habitación de Taemin.
Llegué y llamé a la puerta, pero mi intuición dice que ya estará dentro así que abrí, sonreí porque lo encontré acostado en su cama.
-Muñeco.- dije acercándome. –Max ya se fue.-
-No me estaba escondiendo de él.- susurró girándose para mirarme, y cuando lo hizo le mostré las hamburguesas.
-Lo noté por como entraste por la ventana.- caminé hacia la cama y al llegar sólo me senté en ella. –Max está en un momento tenso, necesita ayuda.-
-Sí, me di cuenta.- susurró sentándose, aquí hace mucho calor, me levanté para ir a abrir su ventana. –También me di cuenta de que… me incluiste en tu plan de vida.- la abrí por completo y sentí la brisa fría, aunque temblé un poco se sintió cómodo.
No dije nada, sólo me quedé mirando hacia la calle.
-Y el chico del teléfono dijo que si alguien te incluye en su plan de vida es porque realmente le importas.- sentí sus manos en mi torso hasta que las vi entrelazarse en mi vientre. –Y yo evadí cuando hablaste sobre vivir juntos.-