-¿Sabes?- me miró extendiéndome la hamburguesa. –Yo esperaba tener un fin de semana de pareja, había preparado qué hacer juntos pero no contaba con que ChangMin estuviera aquí y… ya sabes.- sonrió con sus mejillas rositas, eso me hizo sonreír. –Pero también es mi culpa porque cuando ChangMin llegó aquí yo no quise participar en eso.-
-Yo sé que aun te incómoda estar con Max pero también sabía lo que este problema significa para él.- me aseguré de que Taemin estuviera bien sentado en la barra, pero sólo para asegurarme de que esté bien, me metí entre sus rodillas.
-¿Pero te divertiste?- me miró sonriendo e invitándome más de la hamburguesa. –Te veías muy bien con ChangMin.-
-Hasta me sentí mayor que él.- contesté tomando los pepinillos de la hamburguesa para comerlos. –Espero haberlo podido ayudar.-
-Entonces tú ¿qué crees de las personas que se separan y vuelven?-
-Cada persona es diferente.- contesté mirándolo a los ojos, sólo por un momento, porque noté que en la puerta de su cocina se estaba asomando Jocker II. –No le has dado de comer al perro.-
-¿Jocker?- preguntó volteando por encima de su hombro. –No, ¡espera amigo!-
-Oye Taemin.- lo ayudé a bajar dela barra. –Tengo que irme.-
-¿A tu casa?- me miró entregándome le resto de la hamburguesa, lo seguí por la cocina hasta que se detuvo a un lado del refrigerador, alcé las cejas sorprendido porque no había visto que ahí estaba le costal de comida de Jocker. Sino yo mismo lo hubiera alimentado.
-Quedé en ir con Key a ayudarle con su casa. A limpiarla principalmente, la mía seguramente la limpió Andy.- considerando que estaba haciendo papas fritas.
-Los gemelos hoy no trabajaron, Donghyun les dio el día libre así que estaré con ellos.- contestó Taemin saliendo hacia su patio trasero. –Iré a pasear a Jocker, quién sabe, también puedo invitar a Kai y a Niel.-
-Ahora que lo recuerdo, tenía trabajo con KeyHo.- susurré volteando hacia la casa de Key.
-¿KeyHo?- susurró Taemin. –¿No puedes ponerle otro nombre? Es que no me gusta cuando lo dices. No me suena bonito.- alcé una ceja mirando a Taemin, él sólo sonrió nervioso. –Si no quieres no, me encanta Key…Ho.- sonreí por su fracaso de sonrisa.
-Me gusta cuando te molestas.- contesté caminando hacia él. –Porque diga KeyHo.-
-¡No me molesta!- me gritó sonriendo pero de nuevo un poco demasiado fingido.
-Con lo que gane en KeyHo hoy tenemos que hacer algo, ¿te parece? Compasaremos el finde de pareja que habías planeado.- me quedé a su lado, notando como él alimentaba a Jocker directamente de su mano al hocico. –¿Estás de acuerdo?-
-Qué tengo que hacer para que dejes de decir KeyHo, ¿amor?- me miró por encima de su hombro, sentí un pequeño escalofrío pero por un segundo nada más.
-Sólo dame un beso.- contesté.
-Nú.- respondió regresando a ver a Jocker. –Que te lo de KeyHo.-
-Me encantas.- susurré sonriendo. –Te lavas la manos antes de salir con los gemelos, te llamaré cuando Cortadores de Césped acabe.- no diré más KeyHo en su presencia.
-Cuídate.- contestó menos severo. –Yo también te avisaré cuando esté con los gemelos.-
…
-¿Sabes qué?- pregunté colgando la gabardina de Jonghyun dentro del clóset de Key. –Deberías de comprar cajas, muchas cajas para guardar ahí la ropa que tu closet ya no soporte.- porque está muy apretado aquí dentro y aún faltan más prendas de Jonghyun por guardar.
-Compraré uno más grande.-
-¿Un Jonghyun más grande?- pregunté riéndome porque los pantalones que me pidió colgar me los sobrepuse y vaya que son pequeños.
Pero dejé de sonreír porque sentí que me estaba mirando, así que sólo los sacudí, afiné mi garganta y continúe a colgarlos como me pidió.
-Creí que habías dicho algo.- contestó volviendo a sus cajones, en donde también está guardando playeras de Jonghyun. –Después de esto tenemos que ir a la Avenida LinKin, a la casa de la Sra. Kim a cortarle el césped.-
-¿Habría alguna posibilidad de cambiarle de nombre a la empresa?- pregunté mirándolo, pero no duró mucho porque me dio más ropa, así que la sacudí para ponerla en ganchos y colgarla en el apretado clóset.
-Sí.- sonreí por eso. –Encuentra a alguien más.- lo suponía. –¿Lo quieres cambiar?-
-No.- contesté mirándolo. –Sólo tenía la duda.-
-Qué bien.- susurró cerrando el apretado cajón. –¿Sabes qué debería de hacer?-
-No.-
-Le pediré permiso a mi mamá para tomar la habitación de huéspedes y convertirla en mi guardarropa.- asintió por su idea pero yo sigo pensando que las cajas serian mejor ¡o incluso! Podría donar la ropa que sólo usó una vez a la caridad.
-Sería un buen proyecto.- contesté asintiendo. –¿Cómo estás con Jonghyun? Habías dicho que tenías travago en Buena Miel.-
-Onew me echó.- susurró sonriendo. –Dice que si estamos los dos no seremos óptimos para la empresa. Pero no es cierto, él trabajaba en el mostrador y yo en la bodega, pero está bien.- alcé una ceja extrañado, porque seguía sonriendo.
-¿Qué tienes en mente?- lo miré cómplice, entonces sus comisuras se alzaron más.