…
-Mm…- susurré asintiendo mientras entraba al auto en la parte trasera porque Andy se irá de copiloto y mi mamá conduciendo. –Sí, ya desayuné.- cerré la puerta y me recosté en el asiento mientras abrazaba mi mantita.
Me acurruqué un poco más en mi cobija y suspiré.
-¿A qué hora tenías que estar?- escuché que la puerta se abrió y por el movimiento del auto diría que Andy ya entró.
-A las nueve.- contesté medio dormido.
-¿Y qué hora es?- ahora escuché a mi mamá y la puerta que se cerró, pero sin duda me duerme más el sonido del motor del auto ya encendido.
-Las nueve.- contesté.
-En un ratito llegamos.- asentí suspirando.
-Me despiertan.-
-Pero no te pongas los audífonos, porque si no, no nos escucharás.- asentí, si escucho algo sólo me despabilaré y no, hoy quiero ser un flojo y dormir un poco más.
…
-¿Nicky?- susurré por la bocina del teléfono, se supone que estaría en el café a menos de que se haya enfadado de esperar y haya terminado yéndose. En ese caso me molestaré mucho porque ya me desperté, ya me comí el cereal que me preparó Andy, ya me trajeron y Taemin ya se enojó. –¿En dónde estás?-
-En el café.-
-No te veo.- contesté mirando fijamente hacia el café, pero dejé de fruncir el entrecejo porque vi que levantó la mano. –Ya te vi.- sonreí. –Voy para allá.- finalicé la llamada y guardé mi celular, noté que tenía un mensaje de Taemin así que me detuve antes de abrir la puerta.
“:D que no estoy molesto :DD ve y diviértete con tu Mago Barato :DDD”
Sonreí y bloqué mi celular, empujé la puerta y entré, temblé un poco porque aquí está más frio que afuera.
-¿Cómo estás?- preguntó Nicky cuando me acerqué, incluso se había levantado para estrechar su mano conmigo.
-Siento la tardanza.- contesté soltado su mano. –Pero mi mamá quiso traerme.- abrí la silla para sentarme frente a él.
-No hay problema.- dijo sonriéndome, alcé una ceja por eso. –Te tengo un chisme.-
No sé por qué no me sorprende.
-¿Qué cosa?- pregunté, llegó la chica con el menú así que lo tomé. –Quiero un té, Ojos Azules está bien.- asentí, tengo frio pero no quiero café.
-¿Van a querer un postre?- en realidad no tengo hambre pero no me vendría mal uno.
-Una rebanada de pay de queso.- miré a Nicky. –¿Tú qué vas a querer?-
-También pay de queso, no estaría nada mal.-
Después de que la chica se fuera Nicky sacó su celular y comenzó a mirar en él, me sentí un poco desplazado porque si estoy enfrente no tiene que usar su móvil.
-Mira.- asentí cuando me tendió su celular. –¿Adivina quién lo hizo?- parece ser casa una cualquiera.
-¿Es tu casa?- es bonita.
-No, yo diseñé esa escenografía para una escena de Estrellas en tu mirada.- bloqueó su celular así que dejé de mirar la foto de la casa. –Te iba a contar que estaré dando mis prácticas con ese drama, pero como escenógrafo.-
-Felicidades.-
-También te quería decir que después de un tiempo me puse de novio con Victoria.- sonreí divertido porque él se puso un poco rojo.
-Doble felicidades.-
-Y aunque ella no me pidió creo que lo correcto es hacer esto.- asentí lento pero sonreí porque ya había llegado mi té. –Para mí hoy dos tipo de personas, las que te impactan y las que no.-
-También creo eso.- contesté comenzando a mover la cuchara en mi té para poderlo enfriar.
-Las personas no deberían de medir su riqueza por el número de dígitos que hay en su cuenta en el banco, sino por el impacto que causan en otras.- miré a Nicky, se veía un poco frágil. –Y tú eres una persona rica.-
-¿Está terminando conmigo?- vaya Minho, no sé por qué pregunté eso.
-Sí.-
Alcé las cejas, sentí un pequeño gran agujero en mi pecho.
-Pero mientras lo hago quería disculparme también.- sorbí mi nariz porque parece que me va a dar gripe, ¡y no es de menos! Con todo este frio no me sorprendería mañana estar enfermo. –Soy mal perdedor y cuando elegiste al Demonio sobre mí me dolió por eso todo lo que hice.-
-¿¡Estás terminando conmigo?!-
-Pero todo lo que te dije de él era cierto.-
-Pero estás terminando conmigo.-