-Ponte el cinturón de seguridad.- negué efusivamente. –¿Soda? Es de naranja.- agitó el vaso con soda y hielitos para que escuchara que aun tenía. –¿No?- lo ignoré. –Más para mí.- la dejó en el portavasos delantero y encendió el motor.
-Quién era ese, te pregunté.- dije mirando por la ventana aun molesto.
-Chanyeol, ya te lo había presentado, fuimos juntos por ti al muelle cuando fuiste a Jeju, ¿ya lo olvidaste?- fruncí el entrecejo para intentar recordarlo.
-¿Y qué hacía contigo?-
-Fuimos al cine por eso la soda.- lo miré por encima de mi hombro. –Lo sé, pequé, le compré unas palomitas mixtas y una soda grande, me iré al inferno.- reí por eso. –Pero cuando te pido salir siempre dices que ya tienes planes, no puedo estar por siempre en casa.-
-No importa, estoy molesto así que no me hables.-
-Je, je… está bien. Desahógate.- susurró mientras yo suspiraba. Noté que entramos al estacionamiento del edificio en donde se estacionó. –Baja cuando estés más tranquilo.-
-Oye no.- me bajé porque él ya estaba fuera de auto. –No puedes dejarme así, se supone tienes que seguir preguntándome, así funcionan los berrinches.- lo seguí porque estaba esperando el elevador. –¿O no lo sabes?-
-Je, je… ya basta Minsoo.- ambos miramos a la sala de espera del edificio, ahí estaba él con DamBi. –No más, para.- le estaba haciendo cosquillas, ella estaba casi acostada en el sofá mientras que CAP se apoyaba con la rodilla en el mismo sin parar de hacerle cosquillas.
Cuando le besó los labios a mitad de la carcajada temblé.
-Iu.- susurré. –Heterosexuales.-
-¡Ja, ja, ja!- el elevador abrió sus puertas y L. Joe me aventó, supuse que cuando se cerraron Minsoo volteó pero ya no vio nada. –También me dio cosita verlos.- marcó nuestro piso pero el elevador se detuvo, entonces mi corazón también lo hizo. –Minsoo.- ¡nos vio!
-Hola, voy a ir a la Jefatura de Policías con el General Jung, después estaré en Frosty Ice, llegaré hasta tarde.- marcó nuestro piso y salió del elevador. –Nos vemos en la mañana.-
Me dio vértigo porque el elevador comenzó a subir.
-¿Se enojó?- pregunté mirando mi reflejo en el elevador.
-Él y yo tenemos un par de fricciones más.- ¿más todavía?
-¿Por mí?- pregunté sonriendo.
-No, esta vez no tienes nada qué ver.-mi sonrisa cayó hasta el fondo y me volví a enojar.
-Ya cállate, me he vuelto a enojar.- crucé los brazos y le di la espalda.
-Minsoo cree que nadie sea dado cuenta en el departamento, pero los chicos no son tontos, ya todos sabemos que tiene una relación extra con un hombre, por eso me reí.- alcé las cejas para mirarlo curioso. –Me reí de la heterosexualidad de Minsoo.-
-Bueno, no diré nada.- porque realmente no quiero delatar a Minsoo. –¿Más tarde vamos a estar juntos? Chunji dijo que iría a dormir con Jonghyun y Ricky y Changjo van a acampar en la azotea. Ya sabemos que Minsoo tampoco va a estar~- canturreé para acercarme a él.
No pude evitar y ni quise hacerlo, pero recargué mi mano en el fondo del elevador a la altura de la mejilla de L. Joe, así lo acorralé.
-Primero te enojas porque fui a pecar con Chanyeol, luego te pones todo raro por CAP ¿y ahora intentas seducirme en el elevador?- me miró a los ojos, sólo sonreí.
-Algo así.- afirmé acercándome hacia su oído para besarle.
-Me gusta.- sonreí pero antes de tomar su lóbulo el elevador abrió las puertas, así que me alejé de él.
-¡Oh! Ocupado, lo siento.- era una de las vecinas que no tomó el elevador, o sea, para nada me arruinó el momento.
-¿Ya tienes todo listo para el regreso a clases?- bien, ese momento sí que lo mató y L. Joe no quiere reanimarlo.
-Sí, ya tengo todo listo.- contesté aburrido.
-Escuché que Minho sí será entrenador.-
-Yo escuché que Jonghyun será profesor de Música.- es por lo del servicio social, que no se puede ir de la prepa hasta que no lo cumpla.
-Hemos escuchado un montón de cosas.- concluyó L. Joe, las puertas del elevador se abrieron pero no salió, sino que marcó el primer piso. No dije nada, sólo lo observé. Las puertas se cerraron y comenzamos a bajar. –También escuché que te celaste por Taemin.- me miró por encima de su hombro, luego se dio la vuelta para mirarme de frente. –Eso no me gustó.- comenzó a caminar hacia mí, por inercia pegué mi espalda contra el elevador.
-Tengo una excusa.- le mostré mi dedo índice pero él lo tomó para bajarlo, mi mano la llevó hasta mi espalda, luego se acercó cada vez más hasta que su pecho chocó contra el mío.
-Entonces he decidido que escucharé tu excusa, pero igual, tendrás una reprensión.- sonrió tan lascivo que correspondí el gesto. Fue esa sonrisa o mis hormonas me están jugando mal.