-Puedes descansar o también, puedes hacer que tus clases sean como el otro profesor.-
End Pov’s Minho
-Lo había pensado pero a los muchachos les gusta muy entrenar.- contestó antes de probar del helado. –Porque ellos entrenan dos veces a la semana.-
-Puedes decirle al Director que te gustaría dejar los entrenamientos por un mes, sólo un mes.- dijo Taemin volviendo a lamer la bola de nieve. –Oye te quería pedir perdón por lo que pasó en la cafetería.-
-Nadie salió herido, pero Taeil se llevó un buen susto.-
-No, yo hablaba de cuando Niel sacó el tema de la Despedida de Andy.-
Entonces Minho rió levemente apenado.
-Me incomodó un poco pero cuando escuché que sería en un club y sólo jugaría poker con sus amigos, me sentía más tranquilo.- asintió antes de volver a lamer su helado. –Jonghyun me recordó que Andy es buena persona pero incluso si es donador de sangre o si rescata animales de la calle lo seguiré viendo y sintiendo desconfianza. De menos por el resto de la semana. El lunes seré otra persona.-
-Pero también te pido perdón por reventar el globo de Taeil, sólo que me molesta mucho que se te acerque.- contestó sintiendo como Minho le tomaba de la barbilla para elevarlo un poco.
Taemin alzó las cejas sorprendido pero el movimiento lento y tierno de los labios contrarios le relajaron al instante, correspondió el contacto, inconscientemente perdía el intereses en el helado que sujetaba su mano derecha por lo que terminó bajando el brazo, haciendo que el cono de nieve se estrellara contra el pavimento.
Poniendo su mano ahora libre sobre los hombros de Minho para pegarlo a su cuerpo.
-¡Hey!-
Ambos sonrieron y comenzaron a separarse del otro.
-Perdón.- susurró Minho relamiendo sus labios para saborear un poco el sabor a vainilla de la boca de Taemin. –Olvidé que estábamos en vía pública.-
-Me quejaré contigo más seguido.- susurró Taemin sin dejar de ver hacia los ojos contrarios. –No importa si estábamos en vía pública.-
-Taeil es un chico muy bonito e inteligente y divertido pero no lo veo más que como un compañero o un alumno.- reanudó su caminó hacia la casa de Taemin. –A mí me gustas tú.-
-Ñam, si lo dices así me encanta.- susurró Taemin un poco avergonzado pero feliz. –¿Vamos a ir a comer?-
-Para allá vamos.- contestó Minho levantando su manos entrelazadas para apuntar hacia el local. –Yotros es local que recién encontré y hacen comida muy buena. Lo investigué en internet, vi su menú y hoy sólo sirven comida japonesa, hay un postre en especial que sirven sólo hoy, según dicen que tienes dos minutos para comerlo sino se derrite.-
-Si vamos a comer ¿aun tienes tiempo para terminar con tu proyecto?- preguntó Taemin mientras soltaba la mano de Minho para abrirle la puerta.
-No te preocupes, hoy lo terminó, mañana le doy los últimos retoques el jueves descanso y el viernes lo entrego. Todo está planeado así que come conmigo sin presiones.-
…
-Mi mamá quiere que vayamos al Centro Comercial para probar peinados para la boda de tu mamá.- dijo Taemin tomando un poco de los fideos de Minho para comerlos.
-¿Hoy?- preguntó mientras tomaba su vaso con soda. –¿Vas a cambiar de peinado?-
-Ya sé cómo peinarme pero mi mamá insiste en que me peine alguien más.- asintió Taemin mientras cubría su boca con su mano pues aún seguía masticando. –Dice que si me veo espectacular quizá estés más cómodo.-
-No importa si vas en pijama, el sólo hecho de ir me hará sentir más cómodo.- continuó bebiendo de la soda de lima hasta terminarla. –¿Quieres pedir el postre?- preguntó Minho volteando a ver a Taemin, que tenía un brazo sobre la mesa y su mejilla sobre el dorso de la mano, mirándolo y sonriendo.
-¿Por qué eres así?- susurró sin dejar de sonreír. –Ni te diste cuenta de lo que dijiste o de lo que eso provocó en mí. Y ¡demonios! Me encantas.-
-Si tenías muchas ganas del postre pudiste decirme antes para pedirlo y ahora estar comiendo.- contestó Minho girando su rostro de inmediato para buscar a la mesera, haciendo que Taemin sonriera divertido e incluso presionará sus ojos.
-No estoy tan enojado con Taeil por quererte. Si no fueras mi novio también te abrazaría cuando pudiera porque eres…- dejó de hablar al momento que Minho volvió a girar su rostro para mirarle de frente. –Todo lo que uno pudiera desear.- susurró mientras suspiraba.
-¿Eso crees?- preguntó Minho tomando el vaso vacío de soda, moviendo la pajilla de un lado a otro un poco incómodo pero sonriendo.
-Eso es.- contestó.