Escuché que Minho suspiró eso me hizo sentir un poco más avergonzado.
-Sigo contigo porque me has hecho alguien diferente.- susurré mirando nuestras manos entrelazadas. –Soy alguien mejor por ti y para ti.- parpadeé efusivamente porque mis lágrimas comenzaban a nublar mi visión. –En esa trasformación aprendí mucho de ti todavía lo estoy haciendo… estoy contigo porque contigo todo es más divertido, aunque detesto que el tiempo pase rápido.- sorbí mi nariz y presioné mis ojos para eliminar las lágrimas porque Minho no me ha soltado las manos.
Esperé a que Minho dijera algo o el médico pero seguían callados.
-Sigo contigo porque estuviste conmigo en los momentos más dolorosos que he vivido.- volví a sentir que mis ojos se llenaban de lágrimas. –Cuando se murió Jocker tú sostuviste mi mano y cuando… murió mi… mi papá… me abrazaste y dijiste que todo estaría bien… el día… cuando intenté suicidarme peleaste conmigo por el revolver… siempre has estado conmigo, incluso cuando dormimos y tengo frio me das la cobija o cuando nos bañamos y está fría tú te pones para que no me moje.- afiné mi garganta y presioné mis ojos de nuevo.
Cuando los abrí miré a Minho.
Él tenía las mejillas marcadas con lágrimas, incluso aún estaba escurriendo más desde sus ojos hasta la quijada. Le sonreí.
-Pero sobre todo, sigo contigo porque me siento amado a tu lado.- presionó sus manos entorno a las mías. –Cambiaste mi percepción de lo que es amor, de cómo se siente y de cómo se ve. También aprendí a amarme. Por eso sigo contigo.-
Minho se relamió los labios pero no dijo nada, sólo estaba asintiendo lentamente con sus ojos un poco presionados.
El médico pasó por detrás de Minho, le tocó el hombro haciendo que él asintiera, supongo que le entendió con ese toque, porque siguen sin decir nada.
-La razón por la que yo sigo contigo.- dijo Minho suspirando, mirando hacia el techo para dejar de llorar. –Empezaré diciendo que me enseñaste a vivir, antes de ti yo hacía todo porque sí pero hoy todo lo que hago tiene una razón. Una razón especial, quiero decir.- afinó su garganta. –Me despierto pensando “hoy será un día especial porque haré esto con Taemin” voy a la escuela pensando “espero estar a la hora del almuerzo bien, para llevarle uvas a Taemin” regreso a casa pensando “tengo que hacer rápido todo porque saldré más tarde con Taemin” en la noche antes de dormir pienso en lo que hice, en lo que pude haber hecho mejor y en lo que haré mañana: con Taemin.- se rió tan nervioso que terminó bajando la mirada, pero sonriendo apenado.
No sabía lo importante que era para él estar conmigo. Y saberlo me hace sentir muy cálido por dentro. Seré alguien mejor para ti, ya lo verás.
-Sigo contigo porque aprendí que ser amado es algo real. Inicialmente tenía miedo por cómo comenzó todo pero me con el paso de los días me animé y entregué completamente a ti. ¿Qué era lo peor que podría pasarme? ¿Un corazón roto? No, probablemente una decepción.- fruncí el entrecejo mientras le sonreía y negaba, ¿para qué se hace el difícil frente al médico? -Sigo contigo porque eres el elemento sorpresa y no tienes idea de cuánto me gusta eso. Amo tus dos versiones, cuando eres un tierno y cuando eres un rudo, me encanta no ser quien toda todas las decisiones. Estando contigo me descubrí y dejarte es perderme.-sonreí un poco avergonzado por eso, pero Minho seguía mirándome y sonriendo, aunque sus mejillas seguían mojadas.
-Cuando ocurrió el incidente del revólver, Key me preguntó ¿en qué diablos pensaba? Es cierto que tenía mucho miedo pero no por mí, yo no pensaba en mí en ese momento porque en mi mente sólo estabas tú.-
Sorbí mi nariz y presioné más mi ojo derecho porque no puedo abrirlo, contraje mi mano para tallármelo pero Minho no me soltó, entonces su dorso fue el que me ayudó para retirarme las lágrimas.
-Me gusta mucho estar contigo, me gusta llevarte comida, bañarnos juntos, dormir abrazados, los Lunacornios… me encanta todo de ti.- suspiró mirándome. –Me gustan mucho tus ojos.- sonreí e involuntariamente los cerré, ¡pero no! Quería “abrirlos” pero por mi sonrisa no puedo. –Una vez dijimos “si te amo, megamo y súperamo queda corto, ¿qué nos diremos?” y yo te dije…-
-Sólo dime con tus ojos cuánto me amas.- contesté.
-Podríamos estar callados, pero si me miras tendremos una conversación, tal vez, más emotiva que cualquiera que podamos tener con palabras.-
-Minho…-
-Tú haces que quiera ser mejor persona, por ti atendí mis “asuntos pendientes”. Si yo he estado contigo cuando tuviste tragedias y sentiste mi amor, créeme, cuando estás despierto cuidado de que duerma o ahora que estás dispuesto a irte a Japón conmigo el día de la boda de mi mamá, esas cosas son cálidas para mí, te las agradezco mucho.- hizo una pequeña reverencia que negué lentamente. -Finalmente, sigo contigo porque te amo.-
Me levanté de la silla y solté sus manos para abrazarlo, sentí el impulso de besarlo que cuando menos esperé lo estaba haciendo.
-También te amo.- susurré tomando sus mejillas con mis manos. –Mucho, mucho, mucho.- volví a besarlo.
-Bien chicos, gracias por compartirlo conmigo.- escuché al médico así que me separé de Minho para volverme a sentar y tomar sus manos. –Por todo lo que dijeron es por lo que es mala idea que reanuden su sexualidad con un juego de roles, en su lugar, les recomiendo que hagan esto.-