-Hoy quiero dormir en la sala de estar, en mi sofá cama.- el elevador se detuvo y abrió las puertas, Joe dejó de acorralarme para darse la vuelta.
-Tu también me gustas.- afirmé saliendo del elevador. –¿Por qué quieres dormir en la sala?- entramos al departamento, sólo estaba Ricky en la sala metiendo cosas a su mochila para el campamento de la noche.
Me apuntó a que fuera a la habitación así que casi corrí para escucharlo, al entrar cerró la puerta y caminó hacia la ventana para abrirla.
-Si tú y yo nos quedamos solos y nos portamos bien, ellos nos dejaran más seguido.- se dejó caer en la cama, creí que iba a rebotar porque también estoy sentado en ella pero no.
-¿Solos para qué sigas queriendo dormir en la sala?- pregunté recostándome también.
-Esto es sólo buen comportamiento. Ahora que Minsoo sabe me tendrá un poco más vigilado.- cerró los ojos justo para poder golpearlo con el cojín sierra de Chunji. –¡Hey!-
-¿Podemos dejar de hablar de él? Mejor cuéntame ¿cómo te va en los cursos de violin y piano?- había dicho que después de la escuela a eso se dedicaría para hacer dinero extra y matar el tiempo.
-Bien, estamos siguiendo el método Suzuki así que descuida, en un santiamén estarán tocando como Vivaldi.- sonrió pero alcé una ceja.
-¿Tú ya tocas como Vivaldi?-
-¿No me has oído ya?- se sentó tomando el cojín.
-No, ¿tocarías algo ahora para mí?- lo miré sonriendo.
-No tengo brea.- se levantó de la cama.
-Qué cosas, no tienes brea.- miré a L. Joe, él alzó las cejas y asentí molesto. Se giró para tomar el estuche de su violín, lo abrió y noté lo blanco que está donde las cuerdas, pero él abrió un compartimento del mismo estuche para sacar una cajita.
-Mira lo que queda de brea.- la abrí y cayeron muchos pedacitos como de miel solida. –Se la presté a un alumno y se le cayó, estoy buscando otra por el momento no puedo tocar.- le devolví su estropeada brea.
-¿Pero lo harás en un futuro?-
-Claro, es más, hay una canción que cada que la pienso me acuerdo de nosotros, de cómo se consolidó todo.- fruncí el entrecejo, no creí que L. Joe fuera así de cursi.
-¿Cuál es?-
-Dos Guitarras.- sonrió.
End Pov’s Niel
Pov’s Jonghyun
-Vete Sunny.- apunté hacia la entrada de Buena Miel esperando que se fuera.
-Pero tenemos que hablar.-
-No, vete de una vez.- me miró, por dentro temblé. –No tenemos nada de qué hablar.- corté nuestro contacto visual para rodear el mostrador e ir a tomar su brazo para sacarla.
-Es sobre Kibum.- no lo menciones. –Ayer estuve con él, tienes que escucharme.-
-¡No! Vete de una vez, por favor Sunny, que estés aquí hace todo más complicado.- la empujé de los hombros para que saliera, la aventé lo suficientemente fuerte para que lo hiciera pero sin lastimarse, sólo para asegurarme de que sus tacones no le traicionaran me asomé. –No puede ser.- ¡el mismísimo Lee SooMan! ¡Y me vio lanzando a su sobrina!
-¡Usted!- me apuntó, sólo tragué saliva asustado. –Quiero hablar con usted y sus padres, lo he estado siguiendo por unos meses y por fin doy con su ubicación.- negué y al hacerlo sentí las antenitas del gorro uniforme.
-Yo no estoy interesado en usted.- me mordí la lengua. –Estoy trabajando, lo siento.- sequé mis ojos para darme la vuelta y regresar al interior de Buena Miel.
-Sé que puedes escribir canciones muy hermosas, te caería bien que pudiera explotar tu talento.- entró también a Buena Miel para tomar una paleta y mirarla.
-Se lo repito, no estoy interesado.- mis manos comenzaron a temblar y sorbí mi nariz. –Retírense por favor.- susurré.
-¿Sucede algo malo?- me giré para mirar la pared porque no quiero que Chunji me vea así, sino podría intuir algo que no es. –Disculpe pero será de mucha ayuda si se retiran, si no compran no obstaculicen nuestro trabajo.- te amo.
-Sólo llámame, muchacho.- me dio la tarjeta de presentación que tanto soñé. La que sí tenía los datos de la empresa y no los de Sunny. –Hija, hiciste un buen trabajo.- tomé la tarjeta para admirarla.
-Tío.- la partí en dos para tirarla al suelo. –Jonghyun.-
-Perdón.- susurré para salir del mostrador e ir hacia la bodega. Tomé mi celular, necesito decirle hoy, no podré aguantar más.
-¿Jonggie?-
-Key.- sorbí mi nariz para tranquilizarme. –Tengo algo que decirte.-
-¿Qué cosa? ¿Estás bien? ¿Por qué lloras?-
-SM me encontró.- susurré.
-¡Eso es bueno! Espero que sean lágrimas de felicidad, ¡tendremos que celebrarlo! Estoy muy feliz de ti.- yo no.
-No, no… escucha Kibum.- pero seguía hablando de lo bueno que fue eso, de las cosas que haría para celebrar pero yo no lo celebraría.
-¿Qué cosa? ¿Por qué no estás feliz? Celebremos, esta vez yo invito la cena.-
-Key.- me acosté con Sunny. –Hoy no puedo.-