-No tengo mucha hambre.- susurré encogiéndome de hombros.
-Pero no puedes omitir el desayuno.- negué sonriendo para que no se preocupara.
-Estaré bien, antes de desayunar quiero bañarme, luego iré a ver la ropa que le ha llegado a mi papá para saber si será la única tienda en la que compraremos ropa.- porque hoy iremos a ver su nueva imagen, incluso iré a hacer una cita al salón de belleza para su cabello.
-Comprar ropa debería de calificar como deporte.- reí por eso. –Tengo que ir al gym, si llego tarde no me dejarán entrar a esa clase.- terminó de tomar el licuado que hice y fue a la cocina a lavar el vaso. –Luego iré a mi casa a bañarme bien para salir a comer, luego sigue Buena Miel.- asentí por todo eso.
-Recuerda que también tenemos que ir por tu nueva ropa.- canturreé mirándolo ir de un lado a otro.
-Cierto, así que me daré prisa en mi casa para comprar bien toda la ropa.- me levanté de la silla del comedor para ir a despedirlo.
-Que te diviertas en el gym.- sonreí para tomar sus mejillas y darle un beso.
-Gracias.- puso su mano en mi cadera par acercarme a su cuerpo. –Nos divertiremos más tarde en las compras locas.- volvió a besarme. –Nos vemos.-
-Te amo.- dije antes de que abriera la puerta.
-También te amo.- se giró para tomar mi barbilla y besarme de nuevo. –Nos vemos.- asentí para que saliera de mi casa. Tras cerrar la puerta apoyé mi espalda en ella y suspiré feliz.
-Tengo que llamarle a Minho.- fui hacia mi habitación para tomar el móvil, tengo que contarle todo esto. Pero también tengo que encender el boiler porque quiero bañarme con agua caliente. Pero primero Minho.
Le marqué y esperé a que me contestara los respectivos diez segundos, luego volví a intentarlo.
-¿Mmm?- ¿estaba dormido?
-Minho.- dije.
-Sí.- alcé una ceja, ¿por qué estaría dormido?
-¿No tienes que dar clases hoy?- a menos de que hoy nadie tenga clases no me explico por qué estaría roncando a estas horas.
-¿Qué hora es?- oh, como quien se despertó.
-Las once.- dije.
-¡Las once!- separé el celular de mi oído porque gritó. –¡Mi primer clase es a las once!-
-Entonces date prisa.- qué irresponsable.
-Luego te marco, gracias por despertarme.- y el sonido del pii. Bien, igual no quería hablar contigo.
Regresé a mi cocina para tomar los fósforos e ir hacia el patio para encender el boiler. Justo había apagado el fósforo cuando mi celular comenzó a sonar, así que cerré la puertita de la flama y salí del patio para entrar a mi casa.
Fui hacia la sala de estar en donde lo dejé para tomarla la llamada.
-Hola Amber.- sonreí.
-¡Key!- ¿qué está de moda gritar? –¡Adivina qué, adivina qué!-
-Estás embarazada.-
-¡Sí!- alcé una ceja. –¡Fui seleccionada para el concurso de Spartan! ¡Me voy a ir junto con los del gym y Henry!- ¿qué es Spartan?
-¿Qué cosas?- pregunté sentándome en el sofá, parece que será una llamada algo larga.
-Spartan es un concurso entre gimnasios y voy a ir en el equipo de mi gym. Henry también va.- afilé la mirada para recordar un poco.
-Amber.- susurré. –Recuerda en la que relación él es el musculoso.-
-Prometo que este será el último concurso, sólo quiero probarme.-
-Si te pones toda musculosa ya no te querré.- a los hombres se les ve bien pero las mujeres con músculos… paso.
-No, bueno, sí. Pero sólo haré ejercicio para mantenerme. Tampoco quiero tener los músculos de acero.- así me gusta.
-¿Cuándo es Spartan?- pregunté subiendo mis pies al sofá.
-En cinco días. Y estoy muy emocionada.- ¿qué no va al mismo gym de Jonggie?
-¿Cómo es que te seleccionan?- ¿por qué no han escogido a Jonghyun?
-No, tú tienes que hacer al solicitud y el entrenador evalúa si puedes hacerlo o si no.- oh, eso ha de explicarlo.
-Entonces suerte en Spartan.- sonreí. –No te lastimes y tampoco te sobre esfuerces, los esguinces son malos.- y duelen mucho.
-No te preocupes. Me he estado cuidando para que no haya sorpresas ese día.- sé que sabe lo que hace, y que si no estuviera en forma no la hubieran citado para ese tipo de eventos. –Pero también te llamaba para Jonghyun.- por un segundo sentí que mi corazón se paró. Pero ya pasó.
-¿Qué tiene él?- pregunté y sin saber por qué mis manos comenzaron a temblar. –¿Amber?-
-¡Ya sacó su primera canción! Estoy muy orgullosa por él.- suspiré aliviado. No me des este tipo de sustos, por favor.
-Yo también estoy orgulloso.- dije intentando hacer que mis manos dejaran de temblar.
-Las chicas y yo nos reunimos a beber a su salud, je, je. Desde luego no bebí porque una cerveza es igual a dos panes y no quiero carbohidratos de más. De menos, no hasta que Spartan pase.- me encogí de hombros suspirando.