…
-Dos cafés por favor.- pidió Jonghyun dejando de ver la carta que nos trajo YoungMin. –Uno americano con dos de azúcar y uno frappe.- ambos la entregamos.
-En un momento.- susurró tomando las cartas para irse hacia la barra.
Después de bañarnos seguía el desayuno pero mi cocina estaba sucia y empolvada así que mejor desayunamos fuera. Aunque me hubiera gustado ir a un restaurante como La Carreta Rosa a desayunar bien, también me pareció buena la idea de venir a CoffeFriend a tomar café, ya invité a Minho a desayunar así que igual iremos al otro local porque Jonggie ya entra a trabajar.
-¿Quieres que vaya por ti a la salida del trabajo?- le pregunté mirándolo, él asintió sonriendo. –Te llevaré la cena.- sonreí.
Después de tantos meses comprando la hamburguesa doble de queso, me han dado membrecía en el local de comida rápida así que estaría bien aprovechar y ahora comprar dos.
Y esta vez comer toda para que Minsoo no diga que es delito comprar la moustro y sólo comer la lechuga.
-Está bien, ¿a qué hora, a las 8?- fruncí levemente el entrecejo.
-A la hora que salgas de trabajar.- contesté con obviedad. –Como lo he hecho los últimos años.- no quiero tener el Síndrome Max, ese que le dio a ChangMin por ver lo obvio con Kyuhyun y negarlo, pero… pero seguramente estos días que no estuve le afectaron.
Sí, tiene que ser eso.
End Pov’s Key
-La orden de la mesa 4, ¿está lista?-
Pov’s YoungMin
-Dos cafés y una docena de galletas, lista.- me entregó la bandeja Jeongmin. –Ahora la mesa 7.- asentí para girarme y mirar la mesa 4.
-¡Hey!- me detuve para mirar por encima de mi hombro a mi hermano. –No correspondas el galanteo de la mesa 4, por favor.- reí mientras negaba para ir a esa mesa.
Me preguntaría cómo supo que ellas me están intentando ligar pero más tardaría en preguntarlo que en saber la respuesta.
-Su café está aquí.- avisé para que quitaran sus bolsas de la mesa igual que los celulares. –Una orden de capuchinos y una docena de galletas.- bajé con cuidado los vasos y la canastita de las galletas. –Si hay algo en lo que les pueda ayudar, no duden en llamarme.-sonreí y escuché una tos escandalosa detrás de mí.
Suspiré feliz porque es mi hermano.
-Gracias.- dijo una de ellas. –Si tienes algo que haga que dejen sus móviles por media taza de café, te lo agradecería.- dijo la castaña de cabello largo riendo.
Fruncí el entrecejo con algo de gracia porque de hecho, sí lo hay.
-Aquí en CoffeFriend.- omitiré todo el eslogan. –Tenemos la solución.- les sonreí y la toz se volvió más clara. –No tiene precio desde luego, le llamamos “La cubeta aislante” ¿han oído hablar de esas bolsitas que tiene el gobierno para cortar la cobertura de un móvil?- dos de ellas asintieron porque lo saben las otras tres para ligar conmigo. –Tenemos algo similar aquí, si gustan y no les ofende, la podría traer.-
-Nos encantará ver su “cubeta aislante”.- asentí y tomé la bandeja.
-En un momento regreso.- hice una reverencia para girarme e ir hacia la barra.
-Cuidado YoungMin que alguien está friéndose en celos.- dejé la bandeja y reí por lo que dijo Jeongmin.
-No pasa nada.- les dije a los tres, porque Minwoo ya estaba con nosotros.
-Lo único que me alegra es que sepas frenar tu galantería.- resopló KwangMin.
-De nada.- sonreí. –¿Tienen esa cubeta?- la cubeta aislante no es otra cosa más que una vil cubeta talla chica pero adornada para que se vea presentable, esta se pone a la mitad de la mesa con los celulares dentro, así se promueve una comunicación sana entre los que toman una taza de café.
-¿La vas a sacar?- preguntó Minwoo dudando.
-Donghyun no la ha prohibido.- contestó mi hermano. –Y hasta apoyó la idea.- se estiró para tomar una galleta de la canastita de galletas de muestra.
-Además si no usan el móvil toman más café, lo que se traduce en dinero, el dinero que llena nuestros cheques, así que venga la cubeta.- estiré la mano para recibirla.
-Mientras los clientes no se ofendan, está bien.- susurró Minwoo. –Supongo.- luego de tomar otra galleta se fue hacia la cocina.
Reí mientras caminaba con la cubeta en las manos a la altura del pecho, más debajo de mi cadera y se vería a desprecio y no es la imagen que me gustaría dar del producto.
-Señoritas.- las llamé, dos de ellas dejaron sus móviles en la mesa las otras tres sólo bajaron sus tazas de café. –Les presentó a la Cubeta Aislante.- se las mostrés como en los comerciales, todas se admiraron y cuando la puse en la mesa por alguna razón aplaudieron.
-Es bonita.- dijo la misma chica que ha intentado ligarme desde que les tomé la orden.
-La cubeta aislante sirve así, todas colocan sus celulares dentro de ella y la primera que lo saque pierde.- más tardé en explicarles que en lo que sus celulares estuvieron dentro.
-¿Qué se pierde?- preguntó otra chica.